20 de octubre de 2011

Camps love. Capitulo 6



-mañana tratare de hablar con Yama-chan debo hacerlo-dijo yuto muy decidido-no voy a permitir que takaki-san me lo arrebate

-que te arrebate a quien, ¿yuto estas enamorado?-dijo Inoo acostado en la litera superior su cabeza colgaba de la orilla del colchón para poder ver a yuto- mira si es así no bebes guardarlo exprésalo, supongo que el chico que te gusta es Yama-chan ¿cierto?-

-¿eh? ¿Co…como lo sabes?
-........, acabas de decirlo que no se lo dejarías a takaki-san. Esa es la actitud yuto lucha por lo que quieres-

-muchas gracias Inoo-kun supongo que harías lo mismo por el chico que siempre está contigo- Inoo se sonrojo violentamente sabia que yuto estaba en lo correcto.
-etto… pues la verdad si yo jamás dejaría que nadie absolutamente nadie me arrebatara a Dai-chan de mi lado sabes cuándo nos casemos yo…
-queeeeeeeeeeeee co…como que casarse tu y el pero Inoo tu… eso ¿es legal?-
-claro que es legal… pero no en este país XD, por eso me voy a ir a vivir al extranjero, con el solo quiero poder terminar mis estudios para darle a Dai la vida que se merece. Cuando me case te voy a invitar a la boda a ti y a Yama-chan ya que él es amigo de Dai incluso nos podemos casar los 4 juntos no es buena idea?-
Y claro que no era buena idea Yuto no se había declarado todavía, mientras que Inoo ya planeaba hasta tener nietos

-Inoo-kun creo que es mejor dejar el tema ¿no crees? es que eso, me pone de los nervios-
-pero como que te pone de los nervios tener relaciones con tu pareja es algo normal mira yo y Da…-
-¡Ya basta! Re…realmente Ryo y yo no somos nada ¿recuerdas? así que por favor Inoo-kun- ¿relaciones? ¿En qué momento cambio de tema? Por dios solo pensar en tomar de la mano a Ryo era demasiado para él, como podría. Sacudió la cabeza varias veces que diablos estaba pensando sentía que se asfixiaba- Inoo-kun Oyasumi -sin más se tapo todo el cuerpo no quería seguir hablando era demasiado.

-ok Oyasumi yuto-kun. Pero recuerda que la primera vez es dolorosa para el uke-
-¿eh? ¿Qué solo piensa en relaciones?-yuto ya no dijo nada, era inútil hablar con alguien como Inoo Kei.



-Yama-chan ¿te pasa algo? Desde la hora de la cena noto extraño-
-no es nada Dai-chan, oye ¿Por qué Inoo-kun no vino hoy a decirte “buenas noches”?- y es que si había ido, había aprovechado el que Yuri se lo llevara, ya que apenas y comieron por salir del comedor rápidamente y desearse “buenas noches”
-esto… si vino pero, se fue rápido ¿recuerdas? prometimos no atormentar tu casta mente con nuestro comportamiento-

-ahh… ya veo que bien-no podía dejar de pensar en lo sucedido con Yuri- ¿Daiki puedo hacerte una pregunta? ¿Inoo-kun y tú son no...Novios no?, alguna vez te has sentido no se raro cuando alguien se le acerca digo no sientes algo en el estomago, unas ganas tremendas de lanzarte a esa persona y separarlos, no se golpearlo gritarle a la cara muchas cosas y…y… no se algo como eso tu sabes.
-pues la verdad no, jiji, Kei y yo casi siempre andamos juntos y si no es así nos llamamos constantemente además, yo confió en él y sé que no tengo por qué ponerme celoso-
-celoso-murmuro Yamada

-aja celoso, lo que sientes son celos. Dime Yama-chan ¿de quién estas celoso?-
-puf, yo celoso. Ha no de nadie por qué habría de puf celoso- no podía estar celoso y si lo estaba de quien era ¿de Yuri? O de yuto. Últimamente Yuri se lanzaba a yuto y este no oponía resistencia solo correspondía a los abrazos que el menor le daba, al ver este ese hormigueo en el estomago aparecía incluso aumentaba como durante las comidas, chinen siempre estaba ahí con el- yuto -dijo en susurro antes de quedarse dormido.

Yuya preparaba el baño del pequeño Yuri que acababa de entrar algo desganado, le atormentaba tratar mal a Ryo pero siempre era tan tonto siempre que Yuri ordenaba algo solo sonreía y decía “está bien” pero esta vez no lo hizo solo logro confundir a Yuri, ya que aunque no hubiese dicho nada malo chinen sabía que era su culpa solo porque si. Entro al baño y comenzó a sacarse la ropa, primero la camisa luego los pantalones cortos y se quedo en bóxers mirando a yuya dándole a entender que no pretendía desnudarse frente a él, con una sonrisa se tapo los ojos y se dio media vuelta cuando Yuri le dijo que ya podía ver volvió a su posición inicial el menor movió la cabeza hacia la orilla de la tina donde yuya tenía las manos dándole a entender que le lavara el cabello. No había dicho palabra alguna lo que preocupo a takaki, después del relajante baño solo tomo su pequeña bata de baño y salió de la tina, yuya ya le tenía preparado la pijama esta vez era una de perrito. Recordó y se dio cuenta que nadie había sido tan atento y tan amable como lo era yuya con el ya que siempre alejaba a la gente de su lado o se aburrían de sus caprichos, pero el mayor parecía no tener fin seguía siendo así de amable unas palabras lo sacaron de sus pensamientos

-Yuri ¿se te ofrece algo más?- esta vez no le molesto el que dijera su nombre ni que le hablara de esa forma tan calmada estaba muy frustrado pero no era el momento para descargar su molestia solo quería descansar un poco se abrazo a yuya y cerró los ojos.

-Oyasumi ni-chan-dijo suspirando el sueño lo había vencido.
Yuya lo miro sabia que el por qué de su bipolaridad se debía a la frustración y otros factores que estaban dispuestos a descubrir. Intento dormirse pero unos ruidos lo sacaron de su inspirador momento, abrió un cajón de un mueble contiguo a la cama y se puso unas orejeras estaba muy cansado y no pensaba permanecer despierto toda la noche esperando a que esos molestos gemidos cesaran.

La puerta del baño sonó al ser cerrada cuando Ryutaro, con su cabello mojado salió, dejando que inevitables gotas cayeran en sus hombros o se deslizaran por su cuello, dejando que recorrieran un camino descendente por el torso. Y esas pequeñas cosas no eran ignoradas por la mirada del pelicastaño sentado sobre la cama, esperando claramente a que su novio terminara de bañarse. Antes de que el menor se metiese a bañar por su mente no pasó la idea de esa noche poseer su cuerpo, pero si el chiquillo salía de tomar un baño con esas fachas, a cualquiera que estuviera interesado en él le encendía el deseo.

Ryutaro por su parte parecía absorto en sus pensamientos, no dejando de pensar en aquel molesto enano que ahora dormía con Yuya. Tan distraído estaba del presente que cuando llegó al frente de su novio no entendió lo que significaba aquella mirada, silenciosa y fija en su cuerpo. Pero no estaba lo suficientemente cerca como para alcanzar a tocarle estirando la mano.

-Ryutaro... -pero Kota no tardó en llamarle con ese gesto, estirando la mano, cosa que Ryutaro imitó. Siendo halado lentamente hasta quedar aún de pie entre las piernas del mayor.

Y sin decir ninguna palabra curvó su espalda para juntar sus labios.

Se besaban con lentitud, pero eso no quitaba el deseo que recorría por sus cuerpos, tan cerca que estaban y no pudiendo controlarse ahora que se encontraban solos.

Entre los dos, el más ansioso de tal encuentro era el menor, extrañando por días y noches esas caricias, que en estos momentos comenzaban a quemar su piel. Su cuerpo reaccionaba a sus deseos, no perdiendo el tiempo cuando fue halado hacia abajo, quedando por el impulso sobre las caderas de su novio, con las piernas a los costados y abrazándole del cuello con lentitud, para en el camino acariciar sus cabellos secos, despeinándolos y ejerciendo algo de fuerza en esa nuca, para que el beso fuera más profundo. La lengua del mayor acariciando las paredes de su boca y su lengua, no hacían más que aumentarle el deseo. Sus cejar se fruncían en placer y sus caderas respondieron, frotándose inconscientemente con descaro.

Los sentidos de Kota se revolotearon, pero no movió sus labios de diferente forma a como había comenzado, quería ser suave esta vez, pero Ryutaro siempre le dificultaba las cosas cuando con su mirada le pedía desesperadamente que lo tomara. Sus manos se pasearon por esa cálida espalda, continuando con los costados de su cuerpo. Quería un tacto más directo de lo que ya era, y fue cuando pensó mucho mejor: intensificar esa fricción, descendiendo hasta esos glúteos que apretujó sacándole a ambos un jadeo que fue casi silenciado por sus labios hambrientos. El intenso cosquilleo que sintió no fue suficiente.

La posición en la que se encontraban no le era tan placentera, solo porque Kota quería de una vez por todas deshacerse de ese sencillo pantalón pijama que Ryutaro se puso después del baño. Tirándose hacia atrás intercambió posiciones, girando para quedar sobre y entre las piernas abiertas de Ryutaro.

- Kota espera, Yuya debe estar despierto –intentó detenerle, aunque su cuerpo no quisiera del todo que eso ocurriera, pero el que el amigo de ambos los escuchara le avergonzaba, sobre todo si estaba con aquella molesta ardilla.

- No importa –fueron sus palabras sin importancia, retomando sus labios en besos pausados- ya estoy en mi límite –dijo mordiéndolo, dejándole los labios en un tono más rosado.

Ryutaro también estaba en su límite, pero la idea de ser escuchado aun no le dejaba entregarse completamente. Y el que su miembro fuera apretado por sobre la tela delgada del pijama eliminó esos pensamientos, y sonriendo mientras sentía como Kota besaba su cuello y piel que iba acariciando a medida que descendía, se dejó llevar. Se retorcía su cuerpo cada que esos labios bajaban más y más, llegando hasta su ombligo, el cual fue besado en sus alrededores.
Con esfuerzo y algo de incomodidad por la posición en la que se encontraba, tironea la polera del mayor, logrando quitársela y despeinar aún más sus cabellos. Ahora ambos con el torso descubierto.

Kota, arrodillado sobre la cama desabrochó su propio pantalón, sin dejar de mirar el cuerpo del menor que imitó su acción, bajando el propio con facilidad al ser elasticado en la cadera. Pero Kota no quería esperar mucho, por lo que se bajó de la cama para quitárselo por completo, junto con su ropa interior. Acercándose nuevamente al otro cuerpo para tironear esos pantalones que Ryutaro estaba por terminar de quitarse. Quedando ahora ambos desnudos.

Al mirarle el cuerpo su garganta se sintió más seca, Ryutaro estaba casi en sus mismas condiciones, solo que el calor le tenía mucho más nublada su mente. Esos ojos entrecerrados que le miraban le estaban llamando, eso era precisamente lo que siempre le hacía perder el control. Acarició desde sus muslos hasta sus caderas, concentrándose en su abdomen, rozando su pelvis de vez en vez.
Chupaban, lamían y mordían sus labios, acariciándose con las manos. Ryutaro acariciaba la espalda del mayor, removiendo con una mano sus cabellos y haciendo algo de fuerza para que no se alejara. Una de sus piernas flexionadas, acariciando con ella los muslos del otro, acercándole también con ella para que sus miembros se rozaran. Pero el alejamiento del mayor le interrumpió.

- ¿Qué haces? –quejándose le sujetó del brazo.

- Un momento –pidió dando antes un beso en sus labios. Se escuchó el remover de las cosas en el velador.

- ¿Por qué tienes eso? –sorprendido al ver aquel envase se cargó en sus codos.

- Porque sé que te gustaría usarlo –sonriendo volvió a su lado para quedar nuevamente entre sus piernas.

Ryutaro frunció el entrecejo, pero no por molestia, sino por curiosidad. Miraba como Kota abría aquel producto, para esparcir ese gel transparente en su miembro. Y supo que tuvo razón, quiso hacer lo mismo, quería tocar el miembro de su novio y sentir como su mano se deslizaría con facilidad al tener aquel gel, pero se le fue imposible, su mano fue apartada, y su rostro de reproche no pasó desapercibido para el mayor, pero eso no fue todo, echó de ese gel lubricante también en el miembro del menor, llegando una idea a la cabeza de este cuando ambos miembros eran frotados entre ellos.

- ¿No vas a...?

- Sin preparación -dijo el mayor, levantando una de sus piernas dirigió su miembro a la entrada de Ryutaro- Lo haré despacio -le informa, haciendo presión con la punta. Ryutaro exhaló el aire por esa sensación, estaba nervioso, aunque no era la primera vez que lo haría con su novio, pero si la primera que lo haría sin preparación, y recordando como dolía el ser penetrado le ponía nervioso, empuñando sus manos, apretando las sabanas bajo su cuerpo. Y cuando Kota mueve su cadera hacia atrás, para volver a impulsarse y hacer presión, le sintió dentro, pero solo era la punta de su miembro, aun así dolió e incomodó, sacándole un jadeo inevitable- ¡Ahh! Espera...

- Uhm...aghh- pero no fue tomado en cuenta, Kota terminó introduciéndose fuertemente, y el grito que se escuchó fue entre cubierto por sus manos. Sus ojos completamente abiertos y mordiendo en el intento uno de sus dedos- No... No cubras tu boca -tomó sus manos, alejándolas- Oh cielos, tan... apretado-

- Ko—Kota... Yuya está -intentó decir, mordiéndose los labios por el dolor que aún seguía presente. Su entrada palpitaba por la fuerte penetración, sintiendo también aquel palpitar en su cabeza. Incómodo intentaba no hacer presión con sus paredes en el miembro del mayor.

- Yuya está durmiendo... ¡Oh por dios!... Ryu… -Jadeó- relájate... uhmm... me a—aprietas demasiado -el menor le golpeó el hombro.

- E—es tu culpa por ser salvaje- mantenía los ojos cerrados y el entrecejo fruncido.

- Yuya no se despertará... vamos, relájate- fue moviéndose sobre su cuerpo lentamente.

Morimoto intentó cubrirse la boca nuevamente pero Yabu se lo impidió, deseaba escucharlo gemir y deleitarse con esa voz que disfrutaba. Sus movimientos eran suaves, acariciaba sus costados, bajando a sus muslos, apretándolos. Su boca fue bajando de sus labios a su cuello, hasta llegar a sus tetillas para lamerlas y tirarlas ligeramente con los dientes y labios, pero en ningún momento tocó ese miembro palpitante que pedía atención.

- Ko—Kota -esa fue la señal, el mayor volvió a besarlo antes de salir de él, entrando de golpe, comenzando a moverse más rápido y alcanzando aquel punto dentro de su cuerpo.

- Más, más profundo -pedía con voz tenuemente suplicante a pesar de aún sentir dolor-

Kota levantó sus piernas, acercándose más, dejando que la pelvis del menor rozara su abdomen, no dejándole espacio para huir. Ryutaro le abrazaba fuertemente del cuello.
Y apoyándose sobre la cama, colocó una mano a un lado del rostro del otro y la otra la dejó por debajo de la espalda del chico, elevando así su cadera a un nivel que las cosas se le hicieran más fáciles.

Y entre caricias, besos y puntos G el más bajo se sintió llegar a su límite, haciéndole inevitable subir el tono de la voz, sintiendo como el calor se acumulaba en su vientre abajo. Yabu sintiendo como esas paredes se iban apretando cada vez más, previniendo lo que sabía que haría Ryutaro, tomó la mano que justo se dirigía a esa boca para ser cubierta, pero optó por besarle y así dejar que gimiera cada que se separaban para tomar aire que perdían con cada estocada por muy suave o fuerte que fuera. Pero les era tan incómodo a ambos en ese momento que terminaron solo rozándose, dejando al descubierto sus jadeos y gemidos.

Ryutaro intentó hasta morder sus labios para evitarlo, pero no fue de mucha ayuda. Kota gimiendo fuertemente al terminar en su interior, apretando su agarre en sus delgadas caderas, uniéndolos más. Acallando los siguientes jadeos en un beso que el menor definitivamente no negó, sintiendo sus cabellos ser presos de esas manos. Ryutaro sintiendo ese caliente líquido en su vientre indicándole que también se había venido, aun así los movimientos no cesaban; sus cuerpos aun sudorosos seguían unidos, al igual que sus labios.

El mayor, cuando creyó prudente salió lentamente de su interior, recostándose a un lado. Ryutaro aun agitado se acomodó sobre ese pecho que subía y bajaba cansadamente.

- Kota -habló después de tranquilizarse

- ¿Uhm? -acarició gentilmente con la mano izquierda su espalda.

- Te corriste dentro -inmediatamente sintió besos ascendentes hasta sus labios- ahora, tendré que bañarme nuevamente –y sonriéndole fue saliendo de la cama para tomarlo del brazo, halando y llevándole a encerrándose juntos para tomar un baño.

O más que eso…



Como era de esperarse la campana sonó justo a las 7 todos los chicos comenzaban a levantarse perezosamente debían comenzar las actividades referentes al día. Yuya se había levantado muy temprano ya que él debía comenzar a organizar a los chicos lo haría solo sabía que Yabu no se levantaría pronto después de todo debía estar muy cansado por su “activa noche”, no había esperado a que Yuri se levantara ni siquiera lo movió al despertar, los chicos desayunarían al acabar las primeras actividades pero no podía dejar a Yuri hambriento ya se imaginaba los gritos del menor maldiciendo por tener hambre. Para su sorpresa Yabu bajo muy animado y bastante despierto ayudándolo a acomodar unas cuantas cosas la primera actividad era solo de calentamiento debían estirar bien el cuerpo para luego desayunar y dividirse en grupos y de ahí se repartirían otras actividades a unos grupos les tocaba jugar soccer a otros nadar, practicar básquet, ping pong, atletismo, remo, entre otros deportes cuando acabaran las actividades tendrían el resto de la mañana libre hasta el almuerzo y por la tarde se debía ir a los respectivos clubes los cuales se practicaban tres días a la semana y al acabar de nueva cuenta estarían libres hasta la cena. Era realmente algo cómodo no se les exigía demasiado pues los chicos estaban ahí para disfrutar


Ryo abrió la puerta del gimnasio se sentía muy nervioso pero para su suerte takaki se ofreció a acompañarlo

-Nishikido-san-yuya le hablo a un joven un tanto mayor el cual al verlo se acerco e hizo una reverencia-él es el entrenador de kendo
- Nishikido Ryo-sensei mucho gusto ¿Qué te trae por aquí yuya?-
-el es Yamada Ryosuke es nuevo en el club de kendo solo esta de prueba por favor cuida bien de él-dijo reverenciando un poco
-¿eh? Takaki-san no se quedara a el entrenamiento-Ryosuke no quería quedarse solo estaba muy nervioso

- lo siento Yama-chan, pero si no asisto a el club de pintura Koyama-sensei me reprenderá, pero te pasare a ver luego para ver cómo te fue-dijo yuya saliendo del gimnasio

-Vamos Yamada-kun, ve a cambiarte para empezar-
Ahí estaban los chicos en su práctica de kendo se vistió como debía y de igual forma se puso a practicar.

“¡Kendo no!, ¡definitivamente no!” era muy cansado, el solo quería disfrutar si se agotaba practicando kendo ya no disfrutaría el verano y se lo pasaría cansado. El siguiente día lo tenía libre así que después decidió tomar una ducha y pesadamente salió del gimnasio para dirigirse a las duchas.

Yuri estaba tirado sobre el suelo de la sala de baile solo quedaban él y Ryutaro se miraban profundamente hasta que el menor hablo
-dime que es lo pretendes chinen-kun-

-¿yo?, yo no pretendo nada no se dé que me hablas y si me disculpas debo irme tengo que ver a alguien-dijo levantándose del piso y caminando hacia la salida se detuvo en la puerta pero antes de salir miro a Ryutaro

-por cierto no te metas en mi camino no tengo tiempo para jugar contigo así que mantén distancia ya tengo demasiada diversión por ahora “cara de hámster” -sonrió y salió dejando pensativo a Ryutaro

-solo no te metas con Kota ardilla-dijo Ryutaro entre dientes
-¿pasa algo Ryutaro-kun?-dijo una voz muy dulce detrás de el
-no nada Tegoshi-sensei. No se preocupe no es nada que no tenga solución-



Yuto estaba bastante cansado pero feliz el club de música era el mejor no podía creer la cantidad de instrumentos que había en el salón de música, lo mejor era que ahí seguía el chico que antes tocaba la batería ya no asistía al campamento, su maestro era bastante divertido y se acoplo rápidamente a los chicos nuevos que se encontraban ahí. El tocaba la batería Inoo el teclado y Yabu la guitarra mientras los tres cantaban se podría decir que habían formado su propia banda otros chicos se acercaron a ellos uno de cabello negro con ojos de tigre bastante tímido pero tocaba la guitarra eléctrica como todo un profesional, y un chico moreno de cabello rubio que los acompaño con el bajo cantaban clásicos del rock unos lentos y otros más pesados; la practica acabo estaba por irse cuando Yuri entro corriendo y se abalanzo sobre el

-yu-chan ¿A dónde vas?-
-voy a las regadera necesito un baño-
-si quieres yo te lo doy -pensó el menor poniendo una mirada pervertida- te acompaño justamente voy para ahí-
-¿ que tú no te bañas en la cabaña principal?-
-si, pero takaki lo debe tener ocupando justo ahora. Bueno me vas a cuestionar o que mejor vamos a tomar un baño ¿si?- no espero respuesta tomo a yuto de la muñeca sacándolo del lugar llevándolo hasta las regaderas.

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