16 de abril de 2019

needy

Hellow everyone Marianarashi heeeereeee~
Lo prometido es deuda, llegó tarde pero seguro (?), después de 1 año y un par de meses sin terminar esto... LO LOGRÉ!! ya esta finalizado! y como mencioné anteriormente es de esos fics que algunas de ustedes mencionó que les gustaría leer y pueeees como acaba de pasar el cumpleaños del baby face daichan (la verdad quería actualizar el mero día pero no se pudo 😭) les traigo un inooari bien cute y sucio, desde casi que lo empece a escribir ya le tenia un titulo pero ahorita que lo termine se lo cambie... no le encontraba forma del titulo anterior xD.
Este es el fanfic más largo que he hecho en la historia de mi vida (eso creo xd)
Espero y les guste y me dejen sus comments sobre que les pareció, que le faltó, que quieren que agregue para la próxima, etc etc etc.
Como siempre las actualizo de mi día a día tengo que decir que ya voy a empezar mi último cuatrimestre de la universidad *se aplaude sola* espero tener más chacesito para terminar el otro que ese si lo quiero hacer aca bien pro pero quiero que quede bien padriuris así que tomará tiempo(?).
Bueno, ya siempre me emociono al escribir, sorry ya les dejo el fic.
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Titulo: needy
Pareja: InooAri
Genero: Shounen-ai, lemon,un poco de angst
Extencion: One-Shot?, Mega One-Shot?
Autor: Marianarashi




Comenzando el día en la escuela, Arioka veía el reloj que estaba pegado en la pared, deseando que llegara su hora de descanso, estaba muy cansado de hacer tareas todo el día y todavía ir a la escuela sin haber dormido el día anterior. 
Arioka Daiki, un estudiante de Universidad cansado de estudiar y arrepentido por haber empezado una carrera universitaria; 21 años de edad, no ha tenido ninguna novia y su primer beso fue un accidente con su amiga de la primaria, no está interesado en los romances, le encanta ver videos en internet y salir de vez en cuando a fiestas, su sueño es convertirse en un DJ.
“Oye, daiki” habló su compañero de clases que se sentaba a un lado de él, “que te parece si saliendo de la escuela vamos todos al karaoke”.
“Paso” la respuesta de Arioka fue inmediata, estaba muy cansado como para salir a algún lado que no fuera a su casa. 
“Eeehh~ ¿¡porque!? ¡Vamos a ir todos!” Le comentó su amigo.
“Estoy muy cansado, quiero llegar a mi casa a dormir”
La campana que anunciaba el descanso sonó, guardó sus cosas y se fue fuera del salón.
“¿Te vas a ir ya?” Preguntó una chica de pelo largo y castaño 
“No, solo estaré en la azotea, regreso en un rato”.
Con eso siguió su camino para la azotea de la escuela, solo quería dormir y descansar de todas las cargas que le daba la escuela.
Subió las escaleras y en el camino se encontró a su mejor amigo.
“Dai-chan! ¿A dónde vas? ¿A la azotea?, ¿A la biblioteca?, o acaso ¿¡iras con la enfermera!?” Hizo las preguntas seguidas sin dejar contestar al menor. 

Inoo Kei, amigo de infancia de Arioka Daiki. Estudiante de arquitectura y le encanta su carrera universitaria; 22 años de edad, ha tenido más novias que metas en la vida, su primer beso fue con su compañera de mesa en el jardín de niños, le encantan las chicas pero no ha encontrado a la indicada, le gusta leer y salir de vez en cuando a fiestas, su sueño del futuro es convertirse en el arquitecto más famoso de Japón. 

“¿No crees que es muy temprano para que estés así de energético?” Preguntó daiki sacando una leve risa, su amigo siempre lo animaba
“Voy a ir a la cafetería a comer con Momo-chan, ¿vienes?” Ofreció el mayor
“Iré a la azotea, ayer no pude dormir nada y quiero dormir”.
“Okeiii, entonces te veré más al rato” agitó su mano y se fue hacia la cafetería ya que su novia lo estaba esperando. 

Una vez en la azotea se acostó en una banca que estaba ahí, agradeciendo que no había tanta gente que hiciera ruido para que lo molestaran se quedó dormido.
El tiempo pasó llevándose consigo las horas de clases, ya habían pasado 4 horas desde que daiki se fue a dormir a la azotea, las clases ya habían terminado para ese entonces y Arioka no daba señales de despertar.
“Oooooiii Dai-chaaaan despiértateee” habló en susurro fuerte su amigo Inoo. “Dai-chaaaan” movió un poco a daiki para que despertara
“Inoo-Chan? ¿Qué pasó?” Preguntó incrédulo el menor al ver a su amigo ahí con él.
“Pues pasa que ya es hora de irnos y te dormiste todo el día”
“¿¡QUE!?” Gritó Arioka al escuchar las palabras de su amigo, “¿¡ES ENSERIO!?” Tomó su celular y vio la hora, en realidad Inoo no estaba mintiendo.
“Vámonos a casa” El mayor tomo la mochila de su amigo y se adelantó para que este lo siguiera. En el camino daiki todavía estaba adormilado así que Inoo le hizo plática para que despertara. 
“Sabes, hoy momo-chan me dijo que saldría de viaje por 2 semanas a partir de pasado mañana, no sé porque hasta ahorita me está diciendo”
“Eeeh~ ¿enserio? Y ¿a dónde va?”
“A Los Ángeles, aaaahh me voy a sentir muy solooo” dijo un poco cabizbajo.
“Puedes decirle que te traiga mucho souvenirs... ¡y para mí también!” Trató de animar ahora a su amigo.
Siguieron platicando en su camino a casa, eran casi vecinos así que no necesitaban tomar diferentes direcciones. 
“Yo me quedo aquí, hasta mañana dai-chan” se despidió Inoo agitando su mano de un lado a otro
“Hasta mañana, Inoo-chan” Arioka camino unos cuantos pasos más y llegó a su casa.

Pasaron 2 días y era el primer día de Inoo sin su novia, Momo.
“aaaahhh~ necesito amoooor~” exhalo Inoo esas palabras con su cabeza totalmente recargada en la mesa de la cafetería.
“Inoo-chan, ¡es apenas el primer día! ¡No seas así de berrinchudo!” Contesto frustrado Daiki mientras mordía un pedazo de su sándwich.
“Es queeee” reprochó frotando su cara sobre la mesa, El menor solo soltó una pequeña risa mientras veía a su amigo todo desesperado.
“Oye te enteraste de lo de Konomi-chan!?” Preguntó Inoo con tono de sorpresa mientras levantaba rápido su cabeza de la mesa
“Que cambio de humor tan repentino” contestó serio pero burlón 
“¡Escuche que está embarazada! ¿Crees que sea cierto?”
“¿¡Que!?, ¿cómo te enteraste?
Continuaron hablado de cualquier cosa que estaba a su alcance y así siguieron los días sin Momo-chan.
————————

Ya era la hora de irse a casa pero tenían proyectos que hacer y la información que necesitaban se encontraba en la biblioteca de su escuela así que ambos se dirigieron hacia allá. 
Una vez ya en la biblioteca se separaron para buscar sus respectivos libros, cada quien en la sección de su carrera en específico.
“Dai-chan, ¿traes tu computadora contigo?” Se acercó el mayor con un par de libros en brazos.
“Si, ¿porque?, ¿La vas a usar?” Preguntó sin despegar sus ojos del estante de libros
“Si, es que no quiero tomar las computadoras de aquí” Inoo contestó y chocó sus manos en forma de petición, “¿sí?, porfavooor”.
“¡Aquí está!” Dijo en voz bajita el menor tomando un libro del estante para después voltear a ver a Inoo
“¡Claro que si Inoo-chan!” Respondió con una leve risa al ver la cara de su amigo detrás de sus manos.

Se fueron a sentar a una de las mesas, acomodaron sus cosas y se sentaron uno a lado del otro
“¡No puedo creer que quieran que saquemos todo de las bibliografías que nos dieron sabiendo qué hay demasiada información en internet!” Refunfuñó daiki al ver sus libros
“Les gusta las cosas a la antigua” Contestó Inoo bromeando
“Arrgh me molesta!”.

Pasaron unos minutos e Inoo ya estaba escribiendo en la laptop de Arioka y este ojeaba un libro mientras bostezaba, el tiempo siguió corriendo de la misma manera hasta que daiki cayó por completo arriba del libro, haciendo girar al mayor.
“Dai-chaaan, ¿ya te dormiste?” habló en susurro para no molestar a daiki, al no recibir respuesta rio levemente, “dai-chan ¿¡cómo puedes dormirte en cualquier lugar!?” Seguía hablando bajo para no despertarlo, acomodo un par de cabellos que tenía en su rostro y volvió a reír por ver los cachetes aplanados de su amigo, “si haces esa boca no me voy a poder contener, dai-chan” dijo mientras se acercaba al menor. Sentía su respiración a centímetros, ya no podía detenerse ya era muy tarde; sus labios se encontraron en un simple apretón, Kei ya lo estaba besando, este cerró los ojos y junto más su boca con la de Arioka para sentirlo más cerca. Pasaron unos cuantos segundos y se separó del menor, apretando sus mismos labios para seguir sintiendo esa sensación.
“Inoo-chan?” Al escuchar la voz de daiki se sorprendió 
“No estabas dormido, dai-chan?” No volteo a verlo y comenzó a escribir en la computadora
“Si, pero algo me hizo despertar pero cuando lo hice estabas pegado a mi boca” no hablaba enojado, se estaba expresando en un tono burlón
“Ahhh eso!, es que extraño besar a alguien, espero y no te moleste”  Daiki solo rio con lo que dijo pero a la vez se sentía extraño.
Al menor no le sorprendería el hecho de que su amigo en algún momento hiciera eso pero no pensó que cuando llegara se sentiría así de extraño y diferente.

“Oye viste el capítulo de ayer de esa caricatura!?” 
“Si lo vi!! ¡Estuvo genial!”
Inoo cambió el tema totalmente para no hacer las cosas un poco extrañas y eso funcionó para continuar trabajando como estaban antes. 

Los 3 días siguientes después de ese incidente pasaron tranquilos, ninguno de los dos había mencionado nada sobre el tema, hasta que iban caminando por los pasillos platicando normalmente, al momento de pasar por fuera de los baños Kei empujó al menor dentro de él y lo acorraló contra la pared del baño.
“Inoo-chan, ¿qué sucede?” La voz de daiki era baja pero desesperada. Inoo solo lo vio a los ojos y ladeó su cabeza para comenzar a besarlo de una forma hambrienta.
“Inoo-chan detente, alguien va a entrar”
“Nadie entra en este baño” respondió entre besos.
Y si, nadie entraba a ese baño, normalmente tenía ahí sus escapadas con cualquier chica sutil que se encontrara, por eso tenía conocimiento de los hechos. 
Su mano se escondió por detrás del cuello de Arioka, guiándolo para hacer más placentero aquel beso que poco a poco daiki iba respondiendo de la misma manera, sus lenguas comenzaron a entrelazarse convirtiéndolo en un beso más profundo, sacando cortos suspiros del menor. Se separaron por la falta de aire, Inoo se alejó un paso atrás y acomodó el cuello de su camisa. 
“Perdón por eso, es que necesito atención de alguien ya que momo no está” dijo un poco deprimido para después salir del baño, “¿no vienes?” Preguntó antes de salir totalmente
“Ahorita salgo, quiero hacer pipí” 
“Umm bueno, te veo afuera”

Daiki no podía controlar su respiración, no sabía qué demonios estaba pasando, ni porque su corazón estaba tan acelerado y tampoco porque su cara se había convertido en un rojo tomate, pero para ser honestos a Arioka siempre le ha gustado su amigo Inoo pero reprime esos sentimientos con amistad. Volteo para ver su reflejo en el espejo y estaba totalmente rojo y con un gesto sorprendido, se acercó al lavabo, abrió la llave del agua y comenzó a llenar sus manos para después mojar su cara. “¿¡Qué demonios está pasando!?” Se preguntó para sí mismo en un grito en susurro; Tomó papel y seco su cara, necesita aparentar que nada había pasado, “¿Porque a mí? Habiendo demasiadas mujeres en la Universidad, ¿porque a mí?” Se preguntaba mientras hacía su camino para la salida del baño.
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Arioka no sabía que estaba pasando, se sentía tan confundido que solo daba vueltas en su cama con miles de preguntas en la mente
“¿Porque me besó en la biblioteca? ¿¡porque me hizo eso en el baño? ¿¡Porque no pongo resistencia!?” La última pregunta se la preguntó en voz alta con tono desesperado, giro en su posición y ocultó su cabeza contra la almohada
“Solo lo hace porque no está Momo-chan aquí... él no me ve como algo especial.... solo su entretenimiento...”

—Día siguiente—
Arioka estaba platicando con su grupo de amigos en los pasillos de la escuela haciendo bulla por todos lados, a lo lejos el menor alcanzó a ver la figura de Inoo y comenzó a ponerse nervioso por lo que había pasado ayer
“Hey! Dai-chan puedes acompañarme al 4to piso necesito ir por mis útiles en el salón y no quiero ir solo” se acercó Keii a daiki pidiéndole ese favor con un puchero en su cara
“No tienes remedio, Inoo-chan” soltó una leve risa, “ahorita regreso” les dijo a sus amigos y acompañó al mayor a su salón por sus útiles.
“¿¡Que no puedes ir tu solo!?”

Uno, dos pisos y la necesidad de tocar a Arioka se hacía cada vez mayor y no podía soportar un minuto más sin poder tocar su piel; lo tomó del brazo y se lo llevó al salón más cercano que tenían, inspeccionó que no hubiera nadie, cerró la puerta con seguro y comenzó a besarlo más hambriento que antes.
“Inoo-chan” solo pudo decir su nombre entre susurros, se dejó llevar por el momento. Las manos del mayor viajaban por el cuerpo de este, comenzando por la cintura para después meter su mano por debajo de la camisa de Arioka; la fría mano de Kei hizo sacar un gemido al menor hundiéndolo en el profundo beso que se estaban dando. Pasó de estar en sus labios a esconder su cabeza en el cuello de daiki, besando, lamiendo y succionando, dejando marcas en su camino.
“Inoo...” dijo en un susurro ahogado, el pequeño se sentó en la mesa más cercana y atrajo al pelinegro con sus piernas, haciéndolo sentir que tan despierto estaba, comenzó a besarlo de igual forma que antes.
“Apenas estamos con los besos y ¿ya está así de duro?” Preguntó bajo Inoo en el oído de este a lo que arioka solo gimió una vez más su nombre. 
El mayor de los dos comenzó a frotar perezosamente por encima del pantalón de daiki, desabrochó el pantalón del menor y metió su mano dentro de su ropa interior, tomando completamente el miembro del castaño, haciendo que sacara un gemido más fuerte que los anteriores.
“Shh, cállate, nos van a descubrir” dijo Kei tapando la boca del menor con su mano libre, “muérdete la camisa o tápate tu solo la boca porque voy a utilizar esta mano” siguió hablando con voz lasciva
“¿Y si mejor me besas?” Contesto daiki con voz agitada. Inoo obedientemente hizo lo que le pidió, con una mano tocaba el miembro del mayor y con la otra pellizcaba uno de los pezones de este;
Cada vez la velocidad de su mano iba aumentando, sabiendo que el climax del menor se acercaba.
“Dai-chan...”
“Inoo-chan... c-creo que y-ya me...” con esto dejo salir su líquido ensuciando su ropa interior al igual que sus pantalones, no dejando de lado la mano del mayor.
“P-perdón... te ensucie” habló agitado y avergonzado arioka, “creo que ahora es mi turno de hacerte sentir bien, ¿no crees?” Continuo hablando con una voz traviesa. 
Atrajo de la camisa a Inoo para besarlo una vez más pero algo lo detuvo, el celular de Inoo comenzó a sonar, el mayor sacó su móvil para ver el remitente y era Momo; los dos se quedaron viendo por un instante y la llamada termino.
“Con esta son 4 llamadas perdidas de Momo-chan, creo que le voy a regresar la llamada”, “te veo más tarde”. Con esas palabras se arregló un poco y salió del salón de donde estaba, dejando a daiki sentado viendo hacia la nada, pensando en lo que acababa de hacer. 

Después de ese día no volvieron a tocar el tema, una vez más, ni siquiera Inoo lo había vuelto a besar como lo había hecho días antes, era como si nada de eso hubiera pasado, lo borro de su memoria pero para daiki esos recuerdos estaban muy frescos y estaba muy confundido.
Caminaba rumbo a casa de su otro mejor amigo, necesitaba platicar con alguien del tema; llegó y su amigo lo recibió con hospitalidad.
“¿Te sucede algo?” Después de un rato de platicar Ryosuke, su amigo, preguntó.
“¿Se nota mucho?” Contestó con una leve risita
“¿Sigues con lo de Inoo?”
“Es que tuvimos nuestro escape en la escuela... y estoy muy confundido no sé qué pensar...”
“¿Como que escape?... ¿¡Lo hiciste con él en la escuela!?” Preguntó exaltado queriendo enterarse de todo.
Daiki le contó todo lo que había pasado, anteriormente ya le había platicado sobre que se habían besado en la biblioteca pero eso fue lo último que le contó y ahora lo ponía al tanto de su vida y lo confundido que estaba.
“Sé que estoy haciendo mal pero cuando llega el momento me olvidó de que tiene a alguien y me dejo llevar pero cuando termina... me siento pésimo conmigo mismo por lo que hice, me siento mal por Momo-chan” termino por contar con voz desesperada y cabizbajo 
“Umm eso si es un tema complicado” contestó con sus brazos cerrados mientras asentía con la cabeza, “pero hace cuanto fue lo de su “escapada” en la escuela?” 
“Hace casi 1 semana”
“Y dices que ya no te ha tocado el tema y ya no te ha acosado como anteriormente lo hacía, ¿verdad?”
“Yo no lo llamaría acoso...”
“entonces supongo que ¡también está arrepentido!”
“¿Que?”
“Sii!! Tal vez ya no quiere recordar lo que le hizo a momo-chan y por eso ya no habla del tema!”
Esas palabras hicieron un poco triste a daiki, por un momento pensó que había un sentimiento de tras de sus actos, gracias a eso se dio cuenta que él sí tenía sentimientos por el mayor y al escuchar que se arrepentía de lo que hizo lo entristeció de una manera muy grande.
“¿¡Si, verdad!? ¡Debe ser eso!” Contestó fingiendo una sonrisa.
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Cuando regresó a casa después de ir a platicar con su amigo, se encerró en su cuarto y se acostó en la cama bocabajo, sus ojos comenzaron a inundarse de aquella agua salada que salía de ellos. Estaba triste y lastimado, tenía sentimientos por una persona que ya tenía a alguien con quien estar, y a él simplemente lo tenía como su pañuelo de deseo.
Lo quería, pero no de ese modo.
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Pasaron 2 días desde que habló con Ryosuke y seguía con los ánimos en el suelo, su relación con Inoo era igual que al inicio de la historia, no había besos, no habían escapes y eso hacía sentir un poco solo a Arioka. 
“Oye dai-chan, ¿saliendo nos vamos juntos a casa?” Preguntó Kei haciendo reír al menor
“Si siempre nos vamos juntos! ¿¡Porque preguntas!?” Contestó aun riéndose
“¡Así está mejor! Una sonrisa le queda más a tu cara” dijo Inoo picándole una mejilla a daiki.
“¿¡Que con eso!?” Preguntó burlón pero con un sonrojo en su rostro.


Pasaron las horas en la escuela y llegó el momento para regresar a casa; Inoo y daiki se fueron juntos, como siempre lo hacían pero este día había una excepción.
“¿Quieres venir a mi casa?” Preguntó Inoo ya a unos pasos de su hogar
“¿Eh? ¿Porque o qué?” Contestó con una risa nerviosa
“Tengo la nueva consola que salió y el nuevo juego también, ¿vienes?” Los ojos de daiki brillaron al escuchar esas palabras
“¿¡Porque no me dijiste que te lo habías comprado!? ¡Vamos!” Contestó casi gritando dando pequeños saltos en su lugar.

Dieron unos cuantos pasos y ya estaban en la casa de Inoo, este sacó la llave y abrió la puerta, entrando él primero.
“¡Ya llegué!” Grito kei quitándose los zapatos
“Señora, yo también vine de visita” también grito e imitó el acto del mayor, “Eh? Creo que no hay nadie” comentó daiki viendo el lugar.
“¡Cierto! Me dijo mi mamá que iba a salir con unas amigas, mi papá está trabajando”
“Bueno... ¡Vamos a jugar!” Dijo lo último como niño chiquito, subiendo las escaleras rápidamente para llegar al cuarto del mayor. 

Pasaron unas cuantas horas de ellos jugando, comiendo y bromeando y el cansancio ya había llegado al cuerpo de daiki, levantándose del sillón del que estaba se fue a acostar en la cama del pelinegro viendo fijamente el techo para después cerrar los ojos.
“Creo que dormiré un rato” comentó y no recibió respuesta; sintió como la cama tenía un peso extra y se movía, abrió los ojos y vio a Inoo arriba de él 
“Dai-chan... sabes... la última vez me dijiste que me ibas a hacer sentir bien, ¿lo recuerdas?” La cara de daiki se convirtió en un tomate al recordar lo sucedido en ese día, ¿que estaba a punto de suceder? Fue lo que pensó el menor.
Al no recibir respuesta del pequeño lo comenzó a besar sin apuros, haciendo que este correspondiera lentamente al beso, por fin, el beso que había anhelado los últimos días se cumplió. 
“Pensé que no hablarías del tema...” contestó casi en un suspiro;
Enredó sus brazos en el cuello del mayor para acercarlo más y poder hacer el beso más profundo, su cuerpo se empezó a estremecer al sentir una vez más la mano de Inoo bajo su camisa, haciéndolo sacar un leve gemido.
“Me dejaste muy duro el otro día, ¿sabías? No me he podido sacar tu cara en éxtasis de mi cabeza desde entonces” habló en el cuello del menor 
“Inoo-chan...” de alguna forma le encantaba el vocabulario que adaptaba Kei en estas situaciones
“¿Te importaría si te quito la camisa?” Daiki solo negó con su cabeza mientras mordía su labio inferior.
Al quitarle la camisa pudo ver como seguía aquella marca que le había hecho en su cuello el otro día, sonrió y prosiguió a bajar sus besos a los pezones del menor, lamiendo el izquierdo en lo que frotaba con su pulgar el derecho, sacando chillidos por parte del castaño; vio de reojo a daiki y quedó fascinado al ver su cara en excitación, mordiendo el nudillo de su índice, haciendo un puño con su otra mano y sus ojos apretados.
“¿Puedo quitarte los pantalones?”
“No preguntes, solo hazlo” contesto demandante el bajito;
Le quito los pantalones junto la ropa interior, los dos se sentaron en la cama y continuaron besándose, Inoo frotaba el miembro de daiki en lo que este desabrochaba la camisa de botones que Keii llevaba, tocando todo a su camino.
Cuantas veces lo había visto sin camisa y hasta ahora siente tanta satisfacción al verlo.
Alejó un poco a daiki para poder besar su pecho y masturbar más rápido su miembro, regresaba a su cuello y terminaba en sus labios, mordió el labio inferior del menor al sentir como se contraía de la excitación. Se vino en la mano del mayor soltando un fuerte gemido, Kei solo atinó a besarlo una vez más.
“Inoo...” soltó entre besos
“Tócame” exigió el mayor y Arioka obedeció, desabrocho los pantalones de Kei y comenzó a tocar con su mano temblorosa por encima de la ropa interior, tocaba su pecho y terminaba en su miembro, quería sentirlo más, necesitaba más. 
“¿Ya me vas a hacer sentir bien?” Recordó el mayor al pequeño a lo que este solo se le quedó viendo, después bajó su mirada y se le vino una forma de cumplir lo que tanto anhelaba.
“Acuéstate” lo empujó por los hombros y lo empezó a besar hambrientamente mientras tocaba el miembro del mayor; bajo sus besos por todo su torso y al llegar al elástico de su ropa interior se detuvo.
“¿Te importaría si te quito esto?” Imitó la forma de preguntar del mayor con una sonrisa traviesa
“Hazlo”
Bajo el bóxer de Kei para tener mejor visibilidad de la erección de este, lo tomo con su mano y lo comenzó a masturbar, colocó su cara frente al miembro y volteó a ver a Inoo que lo veía con cara deseosa, abrió su boca y probó solo la punta para después volver a ver al mayor con cara burlona y volverlo a hacer, llenando su cavidad con el pene del pelinegro; probando cada rincón, daba besos, lamidas, y jugaba en la punta con su lengua, pasaron los minutos y la mano de kei ya estaba en el cabello del menor
“Ahh, Daiki” gimió su nombre, la velocidad de sus succionadas iban aumentando hasta que Inoo terminó viniéndose en la boca y cara del menor, este solo limpio los restos que quedaron en el miembro del mayor haciendo que el pelinegro hiciera su cabeza para atrás y soltara un gemido.
Subió hasta llegar a la altura de Inoo y preguntó, “¿Te hice sentir bien?” El ver los restos de su semen en la cara de Arioka lo hizo excitarse una vez más, lo beso y contestó 
“Lo suficiente”
Continuaron besándose, excitándose ambos como el inicio, Inoo cambio posiciones ahora él estaba arriba, tocó sus laterales pausando sus toques solo en el trasero del menor. Una de sus mano se dirigió hacia la cara de Arioka acercando su pulgar a la boca de este, haciendo que lo lamiera y succionara
“Lame estos dedos” colocó dos dedos frente  la boca del menor y obedeció, humedeció ambos dedos para después hacer lo mismo con otro dedo. Una vez humedecidos bajó sus toques a la entrada del menor, introduciendo el primer dedo vio como este se quejaba del dolor
“Es tu primera vez, ¿cierto?, ¿Me detengo?” Preguntó aun moviendo de adentro hacia afuera su dedo.
“No... Sigue” contestó con gran esfuerzo, no sabía si sentía dolor o placer; el segundo dedo hizo aparición y se estaba acostumbrando más a la presencia de otro cuerpo en él, ahora comenzaba a mover sus caderas al ritmo de los dedos de Kei, para el tercer dedo se escapaban gemidos aún más fuertes, mezclados con el nombre del mayor.
“¿Podemos continuar contigo dentro de mí?” Preguntó extasiado el menor, el alto sacó sus dedos, se colocó entre las piernas de arioka, arregló el fleco despeinado del menor y comenzó a introducir su miembro de forma lenta, tratando de no lastimarlo; daiki al sentir la diferencia se escapó un chillido de dolor pero también de placer.
Una vez dentro se quedó quieto para que el bajito se acostumbre a su presencia.
“Muévete, por favor” dijo antes de lo que Inoo pensaba. 
Comenzó a mover su cadera lentamente pero fuerte, moviendo consigo la cama, beso a daiki para distraerlo un poco del dolor y así poder moverse más rápido, se separó de sus labios y aceleró sus embestidas, colocando sus dos brazos en los lados de la cabeza de daiki a lo que este solo agarraba uno de sus brazos en lo que gemía.
“Más... más rápido” Sus palabras fueron órdenes y eso hizo, al mismo tiempo que el menor bajaba una de sus manos para masturbar su propio miembro olvidado.
“Ahh, Kei” era la primera vez que lo llamaba por su nombre de esa manera, el corazón de Inoo se aceleró más al igual que sus embestidas.
Quitando la mano del menor de su propio miembro continuo masturbándolo
“Inoo-chan creo que m-me vo-“
“Yo también”
Pasaron unos cuantos minutos, siguiendo el compás de ambos hasta que Arioka se corrió por toda la mano del mayor a lo que este continuaba con sus embestidas. Tocando el punto sensible del castaño, gimiendo en cada estocada.
“Daiki” gimió el nombre de su amigo al venirse dentro de él, bajó la intensidad de sus movimientos para después salir de él, cayendo acostado a un lado del pequeño. 

Sus respiraciones seguían agitadas y ninguno de los dos decía nada, Kei giró de su lugar para tomar su celular y prenderlo, daiki al notar esa acción le entró la curiosidad
“¿Apagaste tu celular? Preguntó ingenuo 
“Sí, no quería otra vez molestias”
No sabía que contestar, estaba feliz pero a la vez confundido. En realidad, no sabía nada de lo que estaba pasando.
Llegó la hora de marcharse, tomó su mochila y comenzó a ponerse los zapatos.
“Inoo-chan, ya me voy” giró para ver hacia donde se encontraba inoo
“Hasta mañana” kei estaba relativamente cerca de Daiki, sorprendiéndolo presionó sus labios con los del menor, queriendo profundizar pero este corto el beso con una sonrisa.
“Hasta mañana”, dio media vuelta y salió de la casa de su amigo; tenía el corazón acelerado y sus mejillas ardían de lo avergonzado que estaba. “¿que estoy haciendo?” se preguntó a si mismo de camino a su casa.

El día siguiente arioka se encontraba en la biblioteca buscando sus libros para hacer aquel trabajo que tanto le costaba hacer. Pasaba por cada pasillo buscando la sección indicada y cuando encontraba algo interesante se detenía a buscar esos libros que tenía anotados en una hoja.
“¡Aquí estas!” dijo con voz victoriosa pero baja, por más que brincara y se pusiera de puntillas no lo alcanzaba; miró a sus alrededores para buscar la escalera pero no la veía por ningún lado.
“¿Te ayudo?” la presencia de un cuerpo apretando sobre la espalda de él y la voz completamente seductora en su oído lo hizo sacar un brinco de sorpresa.
“¡Kei!, me espantaste” giro su cuerpo para quedar frente a él, aún apretado.
“Al fin me dices por mi nombre” Daiki al razonar lo que dijo abrió sus ojos y se sonrojó. Al ver la acción del menor, inoo ladeo su cabeza y comenzó a besarlo, sin perder el tiempo metió su mano dentro de los pantalones arioka.
“Inoo, ¡nos van a ver!” habló Daiki desesperado empujando suavemente de los hombros al mayor.
Siendo ignorado, el pelinegro bajó sus besos al cuello, succionando para dejar otra marca en el blanco cuello del menor.
“Inoo…” Kei volteó a ver la cara excitada de su amigo, sintiendo sus hombros siendo apretados. Sonrió y lo volvió a besar, metiendo la lengua desde un inicio,
el castaño comenzó a gemir más fuerte cosa que hizo que el mayor se separara.
“Si sigues gimiendo así de fuerte nos van a escuchar” dijo viendo directamente a sus ojos. Volvió a besarlo de una forma más hambrienta, metiendo su otra mano por debajo de la camiseta para poder jugar con sus botones.
“Kei… quiero más” era la primera vez que inoo escuchaba a su amigo tan dócil, su corazón empezó a dar vuelcos de la emoción.
“¿Has visto a Daiki?, dijo que él buscaría los libros pero no lo encuentro por ningún lado” una tercera voz se escuchó acercándose, arioka empujo fuertemente de los hombros a kei, haciendo que este se cayera al tropezarse con sus propios pies. Se colocó en cuclillas, fingiendo estar buscando ese libro que ya había encontrado hace minutos.
“¡Aquí estas! ¿Dónde habías estado? ¡Te estábamos buscando por toda la biblioteca!”
“Eh? He estado aquí desde hace tiempo” se paró de su lugar y fingió haber encontrado el libro que con anterioridad no alcanzaba. Una mano externa tomo el libro que tanto le costaba agarrar.
“Ten, nos vemos más tarde” Era inoo, actuaba completamente serio, muy diferente a lo habitual. Arioka tomó el libro en sus manos y vio como el pelinegro se alejaba cada vez más.

Era la hora de la salida y Daiki se encontraba en la entrada de su escuela esperando a su amigo; pasaron unos minutos y lo vio caminando su ruta pero este se encontraba sumergido en su celular. Lo alcanzo y comenzó a caminar a su lado, siendo ignorado.
“Inoo-chan… ¿Estás enojado?” desde el momento que se despidió de él en la biblioteca tenía esa pregunta rondando en su cabeza.
“¿Um?, ¿Porque?” no volteo a verlo, simplemente seguía en su celular
“No es nada” comenzó a caminar más rápido para ir frente él y darle la espalda
“Dai-chan” al escuchar su nombre se detuvo y giró para ver al mayor. “Momo-chan regresa mañana” solo escuchar esas tres palabras su mundo comenzó a caerse, no quería recordarla, se había olvidado por completo de ella, él estaba feliz con lo que estaba pasando.
“¿¡Enserio!? Tardó mucho, ¿verdad?” fingió una sonrisa y comenzó a caminar, dando la espalda una vez más.
El camino de regreso a casa fue en silencio, inoo seguía caminando a tras de Daiki sin decir ni una palabra.
“Hasta mañana, inoo-chan” habló daiki sonriente al estar fuera de la casa de inoo. Lo conocía desde hace mucho tiempo, sabía que esa era una sonrisa falsa.
“Dai-chan…”
“Oye, inoo-chan, sé que todo lo que paso era por…”
“No hables, mañana nos vemos” las palabras de arioka fueron cortadas por el mayor, nunca lo había tratado tan frio como fue el día de hoy. Vio como inoo se dirigía hacia su casa, el castaño bajó la cabeza y comenzó a caminar para ir rumbo a su casa.
Cuando llegó a su casa se fue rumbo a su habitación, dejó su mochila al pie de la cama y se tiró en ella. Las lágrimas eran inevitables y comenzaron a salir una tras otra, el llanto del menor se hacía cada vez más fuerte, estaba triste y desolado; tenía demasiados sentimientos encontrados, tenía el sentimiento de culpa pero también de soledad. Estaba demasiado triste y confundido por todo lo que había hecho, para ser sincero, era la primera vez que se sentía tan necesitado por alguien y eso lo hacía sumamente feliz.

“¡Daiki, ya es tarde! ¿¡Porque no te despiertas!?” La voz de su madre hizo que cambiara de posición mientras se quejaba. “¿¡No irás a la escuela!? tu alarma tampoco sonó!” Comenzó a jalar de la cobija de su hijo para que saliera de la cama.
“No iré hoy, no me siento bien” contestó refunfuñando mientras se tallaba un ojo
“¿Tienes fiebre o que te sucede?” Se acercó su mamá para tocar su frente
“No, no es eso” movió su cabeza a un lado para zafarse de la mano de la señora, “solo que me siento mal, me duele la cabeza”, “como no me dolería la cabeza si estuve llorando toda la noche” pensó el castaño
“Está bien, te quedarás hoy” Contestó su mamá en un suspiro, “solo que hoy no te podré cuidar, hoy me toca quedarme en casa de tu abuela, así que te quedarás solo” continuo hablando la señora mientras acaricia el cabello de su hijo.
Su mamá salió del cuarto dejándolo solo, este simplemente se volvió a acostar para continuar con su descanso.
Ya era la una de la tarde y Arioka apenas volvía a abrir sus ojos, ya se sentía un poco mejor que la noche anterior, pero no lo suficiente para que no estuviera pensando en lo mismo todo el día.
Se paró de la cama y se dirigió a su baño para tomar una ducha. Al estar dentro comenzó a quitarse su ropa, viendo en el reflejo del espejo aquellas marcas que hace días su amigo le había hecho en su pecho, bajó la cabeza y las lágrimas regresaron a caer de sus ojos; aún no sabía cómo actuar de ahora en adelante.

Su teléfono comenzó a sonar en el momento que salió de la ducha, sacudía con su toalla su cabello, tomo su celular para ver el remitente y contesto.
“¿Yama-chan? ¿Qué paso?”
“Umm… nada solo que no me has hablado en todo lo que va en la semana y pues me preocupe que te hubiera pasado algo” Era su mejor amigo, lo conocía demasiado como para saber que estaba pasando con su amigo.
“¿Tienes cámaras ocultas en mi cuarto, o algo así?” Preguntó riendo suavemente, se escuchaba un poco deprimido
“¿Estas bien? No te escuchas tan feliz como de costumbre”
“Oye yama-chan ¿te puedo llamar mañana? la verdad no me siento bien, pasaron muchas cosas entre inoo y yo, estoy muy confundido y hoy llega momo-chan y no sé qué hacer; tal vez mañana puedas ayudarme un poco.” Termino de hablar sacando una leve risa.
“Mañana sin falta iré a tu casa, si necesitas algo hoy no dudes en llamarme, ¿sí?” le ponía triste el hecho de que su amigo estuviera tan afectado por todo lo que paso en casi 2 semanas.
Corto la llamada y Daiki salió de su cuarto para bajar a la sala de estar y ver la televisión ahí, pasando el resto del día en el mismo lugar, a veces se paraba por comida o snacks que pudiera acompañar su soledad y tristeza.
Después de un par de horas tomó su celular y vio los mensajes de sus compañeros preocupados por la inasistencia del pequeño, ignorando los mensajes se dio cuenta que ya eran las cuatro cuarenta, a esa hora las clases ya había terminado, sacó un leve suspiro al haber logrado su cometido, ahora lo único que le preocupa es el día siguiente; no iba a estar huyendo todo el tiempo, tiene que enfrentar la realidad.
El timbre de su casa sonó haciendo que despegara la vista de su celular y viera fijamente a la puerta.
“¿No se supone que se quedaría con la abuela?” se preguntó en bajito dirigiéndose a la puerta, el timbre se volvió a escuchar. “¡Voy!” gritó ya más cerca, abrió la puerta y vio a la persona que menos quería ver en todo el día.
“Dai-chan… ¡tardas mucho en abrir!” Habló animado como siempre su amigo, Daiki solo lo vio con cara sorprendida y no contestó, “Compermisoooo voy a pasaaar” el Inoo del día anterior se había ido por algún hoyo, hoy estaba igual que todos los días.
Entró a la casa del menor empujándolo un poco para poder entrar e ir hasta el sofá de la sala.
“¿Por qué no fuiste hoy, dai-chan? ¡Todos me estaban preguntando por ti!”
“Ah, es que tenía migraña muy fuerte y me dio fiebre en la mañana” mentira, no sabía que contestar, obviamente no diría que por culpa del él estaría así.
“Me sentí muy soloooo” dijo en forma de puchero mientras se movía de un lado a otro.
Sus sentimientos estaban por todos lados, estaba triste, enojado pero a la vez emocionado, en poco tiempo esos sentimientos podrían salir de su escondite.
“Ahh… en verdad me sentí solo” esta vez hablo serio, viendo fijamente a los ojos del menor a lo que este solo sostuvo la mirada con ojos incrédulos. El mayor giró su cabeza para cortar aquella mirada que parecía que hablaba, sacó un fuerte suspiro; Daiki no soportó más, s
u mano derecha alcanzó la barbilla del mayor y lo hizo girar suavemente.
"Keii, quiero que solo me veas a mi" esa frase estuvo llena de todos los sentimientos que él tenía guardados, no era necesario una declaración directa su compañero entendió por completo lo que quería transmitir. Inoo giró totalmente su cuerpo y sonrió al escuchar esas palabras, comenzó a besarlo en una forma tranquila y duradera, se separó de él y aún agitado contesto, "de ahora en adelante así será". Esas palabras sorprendieron al menor, viendo esa expresión continuo con una sonrisa, “Terminé hoy con momo-chan, me di cuenta que lo que todo este tiempo estuve buscando lo tenía frente a mí y no me había dado cuenta” acarició el cabello del castaño y agrego, “Me gustas, Daiki. No lo digo porque seas mi amigo de toda la vida, sino…” bajó la mirada para agarrar el valor necesario para decirlo, era la primera vez que se sentía tan nervioso al hacer este tipo de cosas. Daiki sonrió, lo abrazo por el cuello, hundiendo su cara en el cuello del mayor, abrió la boca para seguir pero la voz de arioka hizo que se detuviera
“A mí también me gustas, inoo-chan. Desde hace mucho tiempo pero nunca estuve seguro de mis sentimientos” la voz en su cuello hacia que la piel se le pusiera de gallina, su corazón estaba latiendo al mil por hora. Lo tomó de los hombros y lo separó para darle un corto beso.
“¿Quieres intentarlo?” preguntó el mayor, “Ser algo más que amigos” agregó
Daiki sonrió y asintió con su cabeza abrazándolo una vez más por el cuello. El pelinegro se separó un poco para comenzar a besarlo pero ahora de una forma más profunda y deseosa, empujándolo para él quedar encima del menor.

“Te amo” menciono esas palabras que hace unos minutos no logró contratar

Arioka se había olvidado por completo de aquellos sentimientos que lo habían inundado la noche anterior y la mañana de hoy, estaba completamente sumergido en la atmosfera llena de amor que ellos dos habían creado. Ahora la felicidad era lo que lo inundaba en aquella cálida tarde, ya no estaba necesitado de ese amor que tanto lo dañó en su momento, sonaría egoísta pero solo quería que este romance fuera de los dos.


FIN
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¿Les gustó? espero que sí uwu, pido disculpas si hay algún horror ortográfico o de sintaxis ;;
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Procuraré estar más al pendiente de aquí! 
Muchas gracias por pasarse por el blog, love youuu💓
ps: me plagie el titulo de una canción de Ariana grande -w-
ps2: recuerden que esta mi index de fanfics aquí en el blog~  
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