20 de octubre de 2011

Mama to papa aishiteru capitulo 3



Daiki, deja de llorar- estaban recostados en la cama del más pequeño mientras Kei le acariciaba el cabello suavemente- sabes que eso no le hace bien al bebe- escucho como se calmaba y se sentaba en la cama, Inoo también se sentó pero no tardo mucho en esa posición Daiki se le había lanzado encima recostando su cabeza en el pecho de este y dándole algunos besos en la barbilla.

-gracias Kei, te amo- sus pequeños y gatunos ojos lucían realmente tristes, aun mantenían un brillito, pero esa mirada de tristeza seguía ahí- ¿que crees que piense mama cuando se entere del embarazo?- dijo mientras se tocaba el vientre
-yo…-
-pienso que 5 contra uno no es muy justo…-los ojos de Daiki se abrieron llenos de miedo, Tegoshi sabia de su relación con Inoo pero no del embarazo; sin embargo, ahí estaba parado en el marco de la puerta mostrando esa gran sonrisa- no creo que pueda con tantos, así que, si no pues con el enemigo únete a él, ¿no?-
-¿cinco?-murmuró Kei que ahora estaba recargado sobre una pared de la habitación-

-si Inoo-kun, tu padre… Takahisa… ustedes dos…- fue acercándose a la cama donde el menor estaba sentado con la cabeza baja, tomándolo la barbilla le alzo la cara para que sus miradas se encontraran- y ese bebe, porque estoy seguro que desea nacer- Daiki en ese momento sintió confort, y no pudiendo evitarlo se lanzo sobre su padre comenzando a llorar de emoción. Kei sabía que era momento de marcharse y salió lentamente dejando a los otros dos solos, tenían mucho de qué hablar, al salir se topo con Masuda que al verlo le sonrió y ambos se dirigieron hacia abajo ellos también tenían de que hablar.

***
-Daiki, siempre has querido que cuente sobre mi embarazo ¿verdad?, ahora te lo diré todo, es un buen momento-este lo miraba atentamente ahora vendría una de las mayores confesiones por parte de su progenitor
- bien pues mi embarazo fue…se podría decir que no fue lo más fácil que me ha pasado:

Yo era un chico de familia bastante acomodada, un día una prima cercana me invito a salir, caminamos por algunas plazas, hasta que llegamos a las puertas de un gimnasio, ella entro entusiasmada sabia que abrían chicos guapos ahí, pero yo estaba aburrido, de repente, un tipo tonto me golpeo con una de sus pesas y yo caí al suelo, en realidad me había lastimado bastante me había golpeado la cabeza, levante el rostro para verlo y el tipo me miraba embobado, me ayudo a levantarme.

“Masuda Takahisa” dijo reverenciándose, sin embargo yo no le dije mi nombre solo tome la mano de mi prima y aún con sus berrinches la saque del lugar; me había cabreado bastante, ella ligando y yo adolorido en el suelo, eso no era justo.
Cuando volvíamos para mi casa note que no traía conmigo mi billetera, supuse que se me cayó en el gimnasio. No le tome importancia, ya que el dinero no me preocupaba en lo absoluto.

Días después, saliendo de la escuela, alguien me hablo cuando mire, me di cuenta que era el chico del gimnasio, me quede estático, ¿Cómo sabia mi nombre y donde estudiaba? Además de que cuando me fije bien, antes no lo había mirado era bastante atractivo, demasiado-me brinco la parte donde te explico que a mí me gustaban los chicos- su sonrisa era como decirlo, era un chico bastante guapo.

Me invito a salir y me explico que había dejado mi cartera el día del gimnasio, que me había visto varias veces pero le daba vergüenza hablarme, me pareció lindo.
Comenzamos a salir más seguido y nos volvimos más que amigos, ya teníamos varios meses saliendo, a veces me quedaba en su casa a…dormir… para mí era fácil salir de casa. Mis padres estaban siempre peleando, o si no, mama en el spa y papa trabajando, Takahisa fue un gran apoyo para mi, el no tenia familia así que trabaja como ayudante en el gimnasio para mantenerse, agradezco eso ya que tenía un cuerpo…, un día de tantos, después de haberme quedado en su casa a dormir, volvíamos a mi hogar, al llegar note mucho movimiento.

Mi padre estaba grave en el hospital, al parecer en la oficina le dio un ataque al corazón y lo habían llevado al hospital así que me dirigí ahí junto con Taka.
Cuando llegue mi madre estaba ahí llorando, me hizo pasar a la sala donde se encontraba mi padre conectado a muchas maquinas…sabía que era la última vez que veía a mi padre, me tomó de la mano y me hizo una gran confesión una que me sorprendió haberla escuchado

“yuya” me dijo en un suspiro, las fuerzas se le iban-“ahora te diré el secreto de la familia”-
Era algo insignificante, sabía que era algo “indebido”, aunque no sabía con exactitud lo que era

“en nuestra familia así como en otras, los hombres al nacer obtienen una propiedad”-
¿propiedad? Sonaba como una piedra o algo así
“pueden procrear”-eso era obvio todos los hombres pueden ¿Qué no?, lo mire raro y el supo que debía ser mas especifico
“pu…eden que…dar em…emba…ra…dsadg…ods”- su cuerpo comenzó a colapsar de nuevo y un ruido agudo lo hizo cerrar los ojos, sabía que no los volvería a abrir jamás.

Mi mama me abrazo y comenzó a llorar, pero yo no pensaba en nada más que en lo que mi papa estuvo a punto de decir: ¿embarazagdsodg? Ahí caí en cuenta de la palabra, embarazados; yo podía…había estado tantas veces con Takahisa, para que negarlo como pasivo.
Días después de la tragedia hable bien con mi madre y ella me aclaro la situación, muchos hombres tenían la “oportunidad” de embarazarse, muchos lo aceptan y adquieren ese estado, ya que es la única manera de tener hijos para personas como, nosotros, porque al poder embarazarte te vuelves infértil en otro sentido.

Le conté a Takahisa sobre mi situación así que decidimos que lo mejor era hacerme una revisión. Inoo-sensei siempre ha sido el médico de la familia, cuando me dio los resultados de las pruebas sentí que el mundo se me venía abajo, no solo podía embarazarme si no que lo estaba, iba sobre los 3 meses.

Con Taka planee huir de casa, no podía mirar a mi madre, ni ocultarle mi situación mucho tiempo, así que un día mientras ella iba a sus cotidianas sesiones de belleza le llame a Takahisa, me ayudo a sacar un poco de mis cosas, lo básico, ropa, dinero y uno que otro artículo personal.
Comenzamos a vivir en su casa, era difícil para mí, aun no acababa la escuela y como hijo de familia rica no sabía hacer nada. Aprendí algunas cosas de la televisión como cocinar y cuidados para el bebe, otros los aprendí sobre la práctica, como el aseo de la casa y así.

Takahisa quería que por lo menos, terminara la secundaria, así que me cambie a una publica, por suerte me habían aceptado aun en mi estado, era mi último año y el curso estaba por terminar, así que, para pasar desapercibido me vestía de chica, no era un problema era demasiado lindo, además de que ¿embarazado?, y mi voz ayudaba bastante.

Cuando volvía de la escuela preparaba la cena y limpiaba un poco, Taka regresaba de trabajar muy cansado, aun así siempre después de la cena salíamos a caminar a algún parque; era feliz aunque mi vida dio un gran giro pude acoplarme rápidamente, gracias a la ayuda y apoyo de Takahisa.

Pero no todo era miel sobre hojuelas, yo ya tenía 6 meses de embarazo y una gran barriga, nunca me había hecho una revisión, lo último que supe del estado de mi bebe era que estaba en muy buenas condiciones, con algo del dinero que tenía guardado fui a algunas citas pero, no hubo necesidad de usar el dinero, al llegar al hospital, Inoo-sensei me reconoció, era obvio ó sea un hombre preñado no era muy común, me dijo que mi madre se había enterado de mi situación y me había pagado un seguro para mi tratamiento durante el embarazo, le pedí que no le dijera nada sobre mí, aun me daba vergüenza mirarla.

Seguí asistiendo a mis sesiones, ahora sabia el estado de mi bebé, y también que era varón, fue muy emocionante poder ver la ecografía, el ver cómo te movías, escuchar tu corazón, esa vez “papa” lloro Dai, lloro como un niño al verte en la pantalla- dijo con una sonrisa mientras le acariciaba la cabeza a Daiki que estaba apoyado en su regazo escuchando atentamente.-

Yo siempre soñé con darte lo mejor, pero no podía con el dinero que tenía guardado apenas y me alcanzo para comprarte algo de ropa, ya que aun debíamos ahorrar para tu nacimiento, al ser hombre este se daba por medio de una cirugía, bastante cara además de peligrosa; no pude comprarte una linda cuna ni otras cosas, eso fue triste, pensar que con el dinero que mi familia se cargaba te podía comprar hasta una casa, pero no, ahora estaba solo.

Cuando las clases al fin terminaron yo ya tenía 8 meses de embarazo. Estaba feliz ya había terminado la secundaria ahora podía encargarme de mi familia al 100%. Al tener más tiempo libre, pensé en trabajar a media jornada, pero tanto el doctor como Takahisa me lo prohibieron, ya que el alumbramiento estaba cerca.

Una tarde mientras estábamos sentados en el sofá viendo televisión y aprovechando que Massu descansaba de sus 3 trabajos, sentí como te movías más de lo normal, hasta el punto de ser incómodo y doloroso, comencé a hacer muecas a causa del dolor que no tardo en aumentar, yo no era chica así que no sabía que debía ocurrir conmigo, lo que si sabía era que pronto nacerías, no recuerdo nada después de eso solo recuerdo que cuando desperté, “papa” me tenia tomado de las manos al parecer había estado llorando, cuando notó que me movía, me miro sonriendo, salió rápido de la habitación y entro con el doctor y detrás de ellos estaba mi madre, no era lo que esperaba me sonrió con dulzura y me felicito por haber tenido a un hermoso varón.

-Yuya había comenzado a llorar levemente, recordar ese día era tan emotivo, recordó que a despertar notó que algo “faltaba” en su cuerpo, se asusto mucho, pero el oír a su madre felicitarlo por haber dado a luz le hizo relajarse-
Después te trajeron, puede verte, había esperado tanto por hacerlo y ahora te tenía en mis brazos, no podía ser más feliz, ya no estaba solo te tenia a ti a Takahisa y a oba-chan junto a mí.

Mi mama nos propuso irnos a vivir a su casa, lo dude un poco pero al final accedimos, ella estaba muy sola.

Cuando Salí del hospital me fui directo a casa de mi madre, al llegar me encontré con la sorpresa de que había mandado una de las habitaciones a decorar para ti, era una habitación muy amplia con muchos juguetes, una gran cuna y otras cosas; ella accedió a cuidarte y yo así pude seguir estudiando; Taka trabajaba estudiaba a la vez era tan emprendedor, al fin obtuvimos una carrera, ambos como profesores, yo de arquitectura en una universidad, y él como maestro de gimnasia.

Te vimos crecer y convertirte en lo que ahora eres, la abuela murió y nos dejo todo lo que tenia, eres su único nieto, yo su único hijo y ella cogió gran cariño hacia Masuda .


- Ahora Dai…te toca a ti hacer tu vida, pero tú no lo harás solo como nosotros, te apoyaremos bebe- decía Tegoshi mientras ahora sobaba el vientre de Daiki quien estaba profundamente dormido.


Un coche negro se estacionó en la entrada de aquel lujoso restaurant, esa persona iba un poco más tarde de lo acordado, bajo del auto acomodándose un poco la camisa, que le quedaba un poco ancha, y poniéndose el pequeño saco, que bien ocultaba su “pequeña sorpresa”.

-buenas noches señorito chinen- el encargado le saludó al verlo
- buenas noches ¿podría indicarme la sala?

-claro, sígame por favor- caminaron por un enorme pasillo, hasta estar frente de aquella gran puerta en donde seguramente estaba su futuro-
-gracias-dijo al encargado entrando en aquella sala-
-Yuri cariño-su madre sentada frente a otra señora y a su lado su amada pareja.
-buenas noches, siento la tardanza-se reverenció un poco

- Bien ya que estamos los 4, me gustaría disculparme mi esposo no podrá asistir por motivos de trabajo, pero envía sus bendiciones y acepta el compromiso- la madre de yuri había comenzado a hablar, cada palabra le hacía al pequeño sentir emocionado- ha dicho que está de acuerdo incluso a iniciado con el papeleo respectivo a la boda, pero si usted gusta podría programar otro encuentro -
-no se preocupe, estoy conforme con que por lo menos usted haya asistido, creo que con esto el compromiso es oficial ¿no?-

-totalmente, madre -tomando sus manos la miro-muchas gracias; señora takaki igualmente muchas gracias- dijo abrazando a la señora, quien solo sonrió.
-bienvenido a la familia chinen-kun-

-muchas gracias a ambas- ahora su pareja se había levantado de su lugar abrazando a ambas señoras y dándole un beso al pequeño- ahora debemos decirles- susurró en la oreja del menor , el otro solo asintió
- mama, señora takaki, hay algo más. Quiero que sepan que nosotros… pronto seremos tres- las señoras se inmutaron incluso una de ellas dejo caer su copa llena de vino manchando la alfombra.

-si no hay más que decir, nosotros nos vamos, con su permiso- cuando estuvieron fuera se dirigieron de nuevo a aquel coche negro indicándole al chofer que podía avanzar
- Nee Yuyan- el nombrado viró la cara esbozando una sonrisa- quiero helado, el bebé quiere helado- dijo señalando su pancita, que con ya cuatro meses cumplidos se escondía debajo de su ancha camisa

- Claro que sí, todo el helado que mi pequeña quiera -el alto le acariciaba la barriga. Le indicó al chofer a donde debían ir mientras se recostaba en las piernas del pequeño, besando y acariciando su vientre.

Tirado sobre la cama, extendió su mano hacia el buro, donde se encontraba sonando molestamente su celular, pero al ver quien llamaba descolgó rápidamente.

- Buenas tardes señor ¿se le ofrece algo?-
- Hola Ryutaro. ¿Ya has llegado a Japón?
- Si, mi avión llegó hoy en la mañana
- Que bien- la voz detrás del teléfono se tornó un tanto seca- comienza con el trabajo que te pedí y no demores. Llegaré pronto. - la llamada terminó y aunque el “pronto” fuera “en algunos meses”, el menor sabía que no podía distraerse, tenía una tarea pendiente: encontrar a Inoo Kei.

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