Camps love.

Yamada caminaba descalzo por toda la cabaña sintiendo el frio en sus pies, pero eso no le importaba, se sentía sentimentalmente raro, así que el cosquilleo en sus pies no le molestaba tanto como el de su corazón al pensar en esa persona.

¿Acaso estaba enamorado de Chinen?

NO, algo así ¡Nunca! Jamás congeniaron bien, pero cómo hacerlo, aquel chico lo detestaba y era su primo. Los padres de Ryosuke murieron en un accidente cuando él era pequeño y sus tíos se encargaron de él desde entonces. Ryosuke quería a su tía como si fuera su madre y ella lo quería de la misma forma, era obvio, pero su primito no. Ese chico soberbio tenía buena actitud ante su madre y su tío, era el hijo perfecto, atento, educado, inteligente, obediente y eso sí, muy guapo. Ryo también lo era pero él era un poco más abierto, más infantil y fácil de predecir.


**Hace unos días atrás**

-Chinen-kun la cena está servida -dijo Ryosuke- madre ha dicho que... -pero aquel chico no lo dejó terminar

-¿Madre?, ahh quieres decir mi mamá. Tonto.

Ryosuke sólo bajó la cabeza, ese chico realmente sabía cómo herirlo.

-Recuerda Yamada, es mi madre... No la tuya. Mejor hazte la idea de que nunca serás mi hermano…jamás te tratare como uno, sólo eres un estorbo…-se acercó a la oreja de Ryosuke y le susurró-arrimado...

“Estorbo” esa palabra resonó en la cabeza de Ryosuke. Ya no sabía qué hacer para que él lo viera siquiera como su primo. Cuando Ryosuke bajó todos ya estaban en la mesa.

-Ryo-chan, ¿por qué tardaste? Yuri bajó hace mucho-dijo la madre de Chinen

-Gomene Mika-sama, me entretuve…

-Ryo, ¿hasta cuando me dirás Mika? Dime mama ¿ok? -Ryosuke miró en dirección en donde Chinen se encontraba, el cual lo miró asesinamente como diciendo “ni se te ocurra cachetón”

La cena pasó igual que todas, con un silencio horrible.
El padre de Chinen llegaría tarde como siempre.

Cuando el tío de Ryosuke llegó pidió hablar con sus “hijos”, los cuales acudieron al momento.

-Kombawa- dijeron a coro

-Chicos, su madre y yo nos iremos de viaje unos días

-Wow ¿y adonde iremos?- dijo Ryosuke entusiasmado

-Ustedes a un campamento de verano. Su madre y yo de vacaciones a Hawái

-¿Nani?.. ¿Pretendes que me quede en un campamento aburrido mientras tú te vas a Hawái? ¡Eso es injusto! -refunfuñó Ryosuke

-Acepto, ¿puedo volver a mi recamara? Necesito terminar los deberes -dijo Chinen

El padre de Chii asintió la cabeza, se levantó de la mesa y dio un pequeño golpe a la cabeza de Ryosuke

-¡¡Baka!! Te quedarás en el campamento, punto y final, se irán la próxima semana

-Ok, Gomene tío, no fue mi intención…-un golpe en la cabeza lo hizo callarse luego un abrazo cálido

-Ryo-chan no te disculpes... no importa…Vaya que eres igual que tu padre…*nostalgia*…vale vete a empacar que el campamento empieza el lunes.

Todo esto presenciado por Yuri quien obviamente sentía celos ¿Por qué? ¿Por qué a él nunca lo trataba así?
Ambos chicos se retiraron de la cocina yendo a sus respectivas recamaras, al doblar el pasillo Chinen tomó a Ryosuke de las muñecas, lo pegó al pared y se le acercó lentamente. Ryosuke no sabía qué hacer, estaba nervioso. Se quedó estático. Ya estando demasiado cerca, Chinen se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:

-En el campamento no me hables, no me mires. Te prohíbo acercarte a un radio de 20 metros de mi (o-o algo drástico no?), comentarles a tus amigos que me conoces o algo parecido, espero que te haya quedado claro, y recuerda tú y yo no somos nada -lo soltó y entró a su habitación. Ryosuke se quedó atónito.

-¡¿Qué le pasa a este loco?! –gritó. Chinen se había comportado de lo más extraño hacia 6 meses cuando entraron al instituto, ya no hablaba con casi nadie, sólo con uno de sus viejos amigos el cual iba en su mismo grado y era también amigo de Ryosuke. ¿Su nombre? Nakajima Yuto, pero eso era lo de menos.

6 meses antes

-¡Chii-chan! -gritaba Yuto al bajarse del auto- ¡mate Chii-chan!

Chinen se detuvo al escuchar esa voz y una amplia sonrisa se formó en sus labios. Estaba enamorado de Yuto de hace mucho, lo quería demasiado pero no había sido capaz de confesárselo ya que Yuto amaba a alguien más.

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-Yuto-kun, te veo a la salida, debo decirte algo muy importante -Chinen miró el mensaje antes de enviarlo, estaba muy nervioso pero debía hacerlo, debía decirle a Yuto lo que sentía y ese era el día perfecto. Envió el mensaje y en menos de 2 minutos ya obtenía respuesta

-Ok, yo también debo decirle algo muy importante. A la salida nos vemos -cerró el móvil y miró hacia atrás. Ahí estaba Yuto y le sonrió. Chinen sintió su cara arder ¿Estaba sonrojado?, la vergüenza lo mataba.

Al fin tocaron el timbre de salida. Chinen esperó a Yuto el cual debía hacer limpieza. Cuando terminó salió corriendo.

-Chi-chan perdón por tardar ¿Quieres ir a tomar un helado? -preguntó Yuto entusiasmado

-Claro. Le diré a Ryo que me iré contigo -dijo Chinen. Se volteo a donde su “hermano” y le gritó que se fuera a casa, el iría con Yuto. El mayor asintió y comenzó a caminar.

Yuto y chinen iban felices platicando y se sentaron en un parque.

-Chi-chan quiero contarte algo pero tienes que jurar que después de decírtelo no lo dirás a nadie más ¿vale? También promete que no te alejaras de mí.

-Claro Yuto lo prometo. Sabes que puedes confiar en mí, dime -dijo Chinen desesperado

-Estoy...Enamorado creo… y… ya no aguanto todo este sentimiento, me está matando… el problema es que estoy enamorado de un ¡!CHICO!...! y… sobre todo él es …mi amigo -dijo Yuto avergonzado, mientras Chinen sentía que todo estaba saliendo perfecto- “yo también estoy enamorado de un chico y tampoco lo soporto mas “... -pero antes de que Chinen dijera algo Yuto rompió el silencio -me gusta Ryosuke… Chií estoy enamorado de él de hace mucho, pero sé que somos hombres y eso él no lo aceptará... -Chinen sentía que el corazón se le salía del pecho. Su vista se nubló. No sabía que decir así que se levantó y salió corriendo del lugar mientras Yuto gritaba su nombre.

Chinen corrió lo mas que pudo. No quería llegar a casa y ver a Ryosuke, pero para su desgracia Ryosuke estaba caminando por la calle y lo vio correr así que corrió hacia él.

“¿Estaba llorando?” se preguntó Ryosuke

-¡¡Chinen matee!! -lo alcanzó cogiéndolo de las manos. Chinen en un brusco movimiento miró a Ryosuke. Lo tomó de la camisa y le dijo:

-¡¡NO ME TOQUES. TE ODIO!! –Ryosuke se preguntó que le pasaba, siempre había sido reservado pero nunca tan frío y cruel con él- ¡¡Te odio¡¡… siempre eres tú. Me quitaste… a mi familia… me quitaste todo. Te detesto arrimado… -se volvió dejando estático a Ryosuke. Esa noche no comió y tampoco salió de su habitación. Ryosuke sólo pensaba porqué chinen le había hablado de esa manera. Quizá que en la mañana se le pasaría, siempre era igual. Pero esta vez no.

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El último día de clase había llegado ¡¡Por fin vacaciones!! Decían todos los chicos del colegio, pero menos dos de ellos, Ryosuke y Chinen no se hablaban, no querían que este momento llegara, al día siguiente deberían irse a ese bendito campamento. Se miraban furiosos. Era de esperarse. Ryosuke no pasaría por alto la indiferencia de Chinen, estaba a punto de tomarlo del brazo pero una vocecita un tanto familiar lo hizo detenerse.

-¡¡Ryo-kun, Chií-chan!! ¡¡Matte!! -Gritaba Yuto a unos cuantos metros.

-¡OHAYO! -dijo Chinen muy entusiasmado. Mientras Ryosuke se preguntaba por qué cambiaba tanto da actitud.

-¿Y qué harás en vacaciones? -preguntó Yuto a Ryosuke, cosa que molestó a chinen.

-Me iré de campamento -dijo desganado
-¡¿DE CAMPAMENTO?! -dijo asombrado Yuto

-Si a este -sacó un folleto que traía en la mochila y se lo entregó.

-¡¡Wow sugooii!! Yo también iré a ese campamento -dijo entusiasmado Yuto, mientras que a Chinen se le formaba una sonrisa en los labios. Sería la oportunidad perfecta para atrapar a Yuto…