Capitulo 6, Mama to papa

Capitulo 6

Ryutaro dormía,

No le había preguntado nada porque si lo hacía no le permitiría quedarse esa noche. No quería separarse de él, incluso aun lo tenía abrazado, ciñéndolo con fuerza a su cuerpo, acarició sus brazos, sus largos y delgados brazos, besó su frente y el menor se movió un poco. Tener a Ryutaro así tan lindo junto a él, le hacían recordar tantos momentos buenos, sus primeros encuentros, cuando podía escuchar esos gloriosos “te amo”, cuando Ryutaro sonreía fácilmente.

“robé tu inocencia”

-Nunca te mentí, lo juro-

Y de ahí se basaba su búsqueda, necesitaba a Kei como testigo, lo necesitaba a él para recuperar totalmente a Ryutaro.

Necesitaba que Inoo desmintiera las suposiciones del menor, quizá fuese una búsqueda sin sentido y algo infantil, absurda, pero él la haría, si con escuchar un, “no paso nada”, Ryutaro lo volviese a querer haría a Kei decirlo 100 veces para que Morimoto lo quisiera 100 veces más.

A veces pensaba “maldito Inoo”, pero sabía que no era su culpa, si se enamoró de él no fue apropósito, él tampoco planeó enamorarse de Ryutaro, tampoco pensó siquiera que aquel niño se volvería su razón de vivir, era extremista pero así era él, haría lo que fuera por Ryutaro, lo que sea, solo porque éste se quedara a su lado, aun si el amor se acababa, él lo amarraría a su ser para que no se fuera.

 Y su conclusión era siempre la misma, a pesar de haber sido amigo de Inoo Kei no le iba a perdonar que por su culpa Ryutaro se fuera, el haber perdido momentos tan valiosos con su niño definitivamente nunca se lo perdonaría.

¿Que qué fue lo que paso?  

Las vidas de Morimoto y de Yabu eran de alguna forma pacíficas, convivían como si fuesen una pareja de enamorados.

“Y lo eran”       

Dormían juntos, se bañaban juntos, comían juntos, todo lo hacían juntos, pero no pasaban de besos y caricias.

“Ryutaro aun era un niño”

Kota lo cuidaba celosamente, aun cuando en el clan existían personas que muchas veces intentaron seducir al menor, Yabu no tenía razones más que su cariño hacia él para tomarlo

“Pero no lo haría” 

No mancharía la inocencia de Ryutaro, aun no, ni él estaba listo. Hasta ese día…

El día que por primera vez alguien intentó abusar de su cuerpo, forzarlo y quitarle lo que a él le pertenecía, cual fue la respuesta de su padre:

“Si no lo has tomado es porque no has querido, entonces deja a alguien más hacerlo”

En ese momento Kota sintió gran desprecio hacia su progenitor, Ryutaro no era un objeto sexual, el era SU NIÑO, lo que él quería por sobre todo, si él lo había cuidado ¿por qué los demás, las personas que ajenas a su relación debían aprovecharse de ello? Se arrepentiría, quizá no, tal vez sí, pero no lo pensó tanto al sentir como el menor se movía sobre su cuerpo.

“Si Kota no lo tomaba entonces, el se entregaría”    

Morimoto no lo pensó tampoco, bastó con imaginarse su vida sin su señor, porque aunque lo amara para el Yabu Kota era su señor, su amo. Estaba destinado a servirle toda la vida, después de todo el era lo único que tenía en la vida y aun si el amor se acabara, el seguiría a su lado sirviéndole.

Esa noche, entre besos y caricias se dieron las buenas noches, como lo habían hecho muchas noches atrás, pero había algo distinto, aunque Yabu quisiera alejar a Ryutaro de sus labios no podía, sentía la necesidad de estar así y el menor tampoco ponía resistencia, solamente se aferró al cuerpo del alto.

-Ámame- 

Al escuchar la frase Kota se alarmó, no podía, aún no, no quería robar la inocencia de ese pequeño de 12 años.

-Ya lo hago- respondió hábilmente, sonriendo  viendo como el menor se desprendía la ropa, no le importaba nada ahora, si no se entregaba sería alejado de esa persona. Mientras Yabu miraba asombrado la determinación del pequeño. Cuando estaba por sacarse el pantalón detuvo sus traviesas manos.

-Déjame hacerlo- tenía miedo, no quería lastimarlo, Ryutaro no sabía cómo hacerlo, aunque él tampoco estaba muy seguro.

Lo recostó de nuevo sobre el colchón y suavemente tomó sus labios. Esta vez irían más allá de simples besos y caricias. 

De nuevo se acercó hacia a él, besándole torpemente

Kota estaba nervioso

Ryutaro cruzó las manos por su cuello tocando su nuca, haciendo círculos con sus dígitos

Y su piel se erizó

Sus manos acariciaban los pequeños brazos del más bajo, se posicionó sobre el cuerpo del pequeño, cruzando un brazo por su cintura, atrayéndolo hasta el.

Sus respiraciones se aceleraron

-¿Tienes miedo?-

Lo miró a los ojos y sus manos temblaron, sintió su corazón estallar, por primera vez Ryutaro lo besó profundamente, comenzando a desabotonar su pijama de seda, fue tumbado a la cama, invirtiendo posiciones, el menor se inclinó para besar su pecho descubierto, un suspiro se escapó de su boca, los mojados labios de Ryutaro se paseaban por su torso, subiendo a besar su clavícula, pasando la lengua por sobre ella.

“había erotismo e inocencia”

Cada movimiento, roce, beso cualquier tacto sobre su cuerpo, lo hacían perderse.

“y la duda salió a flote”

Ryutaro no parecía tener miedo, por lo contrario parecía saber hacer las cosas correctamente

-Ryu~…- fue lo único que salió de su boca si intentaba hablar terminaría gritando de placer. Una corriente viajó por su cuerpo al sentir la lengua del pequeño sobre su ombligo, paseándose por su vientre.

Lo alejó de la zona, quedando de frente, y el beso continuó, largo y pasional.   

De nueva cuenta el menor quedo debajo de su cuerpo, lo miró esas expresiones, sus ojos entrecerrados, su boca entreabierta soltando dulces suspiros, el flequillo pegado a su frente por el sudor y sus mejillas sonrojadas, era un Ryutaro a su total disposición, su autocontrol falló y sus hormonas comenzaron a despertar, al igual que otras partes de su cuerpo, pero ese “problema” podía ignorarlo, no como el que Ryu tenía debajo de los pantalones. Aun así iría lento, no quería asustar al pequeño y quería desfrutar al máximo ese momento.

Acariciaba la cintura del menor bajando de a poco el pantalón del pijama, cuando Ryutaro estuvo sin ellos comenzó a sudar frio, lentamente le quito el bóxer dejándolo desnudo

Ryutaro no tenía miedo

Ni vergüenza ni pudor

Habían sido muchas veces las que Kota lo vio desnudo quizá, ninguna como esta pero si lo había hecho.

Tomó el miembro de Ryutaro comenzando a masturbarle lento, la respiración del pequeño se hizo entrecortada.

Yabu se llevó la mano a la boca para lamerse los dedos, necesitaba preparar a Ryutaro, después de lamerlos, los paso por el orificio, haciéndole temblar

-están fríos- traviesamente comentó el pequeño

Humedeció la zona

Pero no lo suficiente, de nueva cuenta dirigió su mano a la boca siendo está detenida en su trayecto por la pequeña mano de Ryutaro, quien se metió los dedos a  la boca, pasando la lengua entre estos, haciendo que con solo ese movimiento, Kota se excitara.

Bajó aquella mano hasta su propia entrada, mordiéndose los labios al sentir la humedad de sus dedos, mostrándole a Kota una expresión totalmente sexy

-mételos- suplicó susurrando

Desde el primer intento la entrada de Morimoto presionaba fuerte, por lo que Yabu hacia penetraciones simuladas con los dedos

Solo recordar esos momentos, el cómo Ryutaro se entregaba el le traían una gran nostalgia, deseaba en realidad el poder abrazar a Ryutaro y que este no peleara para apartarse, besar a Ryutaro y ser correspondido con esa intención, que cuando fuese a darle las buenas noches el menor le pidiese quedarse con él; nada de eso era igual en el pasado… cuando Morimoto vio por primera vez a Inoo detrás de Yabu confesándosele, el corazón se le oprimió, quizá el mayor no lo sabía, pero cada  día al llegar juntos de la escuela Ryutaro no salía de la habitación para evitar las  miradas acusadoras de las demás personas del clan, los murmullos y ofensas

“solo es su juguete”, “el señorito Yabu merece algo mejor”, “míralo se aprovecha”

Esas palabras las creyó ciertas y el ver a ese niño rico ir detrás de Yabu siempre,  primero como su amigo después con otras intenciones lo alentaron a tomar su decisión, justo cuando pensaba irse fue cuando miró a Kota acercarse al chico, como hablaban y terminaban yéndose juntos, sus pies solo lo impulsaron a seguirlos aunque él se fuera lejos en unas horas quería ver qué era lo que pasaba,

Mala idea

Nunca pensó que Kota llevaría al muchacho a un hotel, era obvio a lo que iban, espero un rato pero ninguno de los dos salía, solo sonrió con amargura y se marchó, cuando Kota volvió a casa no quiso hablar con nadie ni siquiera preguntó por el pequeño, el era a quien menos deseaba ver, pensar que eso se hizo verdad, cuando salió en busca de Ryutaro el no encontrarlo por ninguna parte, su desesperación, la angustia al saberlo perdido, solo pudo correr a la oficina de su padre, pero él no estaba, se había marchado llevándose a Morimoto consigo

Llamadas jamás contestadas, visitas no recibidas, por más que pidiera al menor este se negaba a verlo, pero no podía huir para siempre, un año y diez meses, justo eso paso para volver a verle, mas alto ,más maduro, la voz más gruesa, menos tímido, “menos estúpido” opinaba el menor, habían tantas cosas que Ryutaro  había visto en su viaje, tantas crueldades lo hicieron ser una persona fría; cuando Kota lo vio de nuevo no pudo evitar el correr a abrazarlo y decirle lo mucho que lo extraño, pero Ryutaro no correspondió fue como hablarle a una piedra y cuando le beso, la cara de asco fingida, pero tan dolorosa, estrujaron el corazón de Yabu

¿Por qué?, ¿Por qué Ryutaro ya no le quería?

-no le basto conmigo, tuvo que buscarse a alguien mas…-Ryutaro ardía en fiebre y comenzaba a delirar, se había enfermado en un viaje de negocios el cambio de clima no le hacía bien

-¿Qué?- el mayor no cabía en la duda, Morimoto rara vez le hablaba; quizá el entrenamiento lo hizo con el jefe, pero desde el principio fue un sirviente del mayor así que su lugar aún era junto a el

-¿a él también le dijiste te amo?-

-Ryu…-

-no, no es necesario fingir Yabu, nadie me obligo a estar con usted, total…solo…solo debo obedecer-

-Ryutaro- intentó acercarse pero el menor se alejó pegándose a la pared, aun enfermo era muy hábil

-no...me to-toques- comenzaba a sentir los escalofríos recorrerle el cuerpo, cuando estaba a punto de hablar de nuevo, Kota lo sujeto de las muñecas pegándolo a su cuerpo, forcejeaban pero terminó accediendo a el beso y a algo mas, esa noche Kota tuvo de nuevo a su pequeño, llorando entre sus brazos, dándole y pidiéndole amor, el amor que habían perdido y que tendrían que recuperar, quizá Ryutaro fuese un chico testarudo, necio pero Yabu lo recuperaría, ese era su plan, si había logrado tenerlo a su lado de nuevo, porque no lograría que Ryutaro sonriera con él, que Ryutaro fuera feliz, que esas palabras  salieran de su boca con sentimiento que de nuevo se entregara a él, mas que por deber por amor.

Seee~~  este Cap. fue cortito y solo de Yabutaro  Lovee pero es que me encantan los adoro adfsfa son tan lindos

DD: por cierto va dedicado a mi madre querida y adorada Yuukinni~

Ahh también a Atzin, Amis Satommy( mi sempai del alma), mebelucome y todas las chicas que aman el Yabutaro >o<

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