29 de marzo de 2013

Mama to Papa Capitulo 8

Mama to papa.
Capítulo 8
Paoo Inoue ♥


De nuevo se lo dedico a Yuuki y a las que leen este fanfic, gracias chicas!
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-¡Felicidades!- Tegoshi se sorprendió cuando una elegante caja fue colocada frente su cara. Miró al cartero que feliz hacía su labor- Firme aquí por favor -una tabla le fue entregada y aún confundido firmó el papel donde su nombre estaba escrito como destinatario.

¿Un regalo? ¿Para él? 


Después de cerrar la puerta caminó hacia la cocina colocando el regalo en la mesa, observándolo por un rato. Aun no era su cumpleaños, san Valentín ya había pasado, para navidad aun faltaba y ni se diga de su aniversario con Masuda.
¡Masuda! De seguro el mandaba el regalo, o quizá Daiki o alguno de sus alumnos; ahora miraba la caja negra con un lazo rojo, el entusiasmo corría por su cuerpo, aunque la caja, ahora que la miraba tenía cierto aire femenino. ¿Qué estaba mal? Porque era lógico que había algo mal. Decidido abrió la tapa apartando el papel que cubría la tela
¡Que no sea un vestido de novia por favor!



-¡MASUDA TAKAHISA! -Daiki y su papá comenzaron a reír al escuchar el grito en la planta baja, escucharon algunos pisotones por la escalera antes de que la puerta de la habitación se abriera y un muy enojado Tegoshi entrara en ella- ¿ME PUEDES EXPLICAR QUÉ CARAJOS ES ESTO? -la risa de ambos se hizo más fuerte a ver a Yuya sosteniendo un Baby doll frente a él, la prenda era sexy como el infierno, y excesivamente diminuta, llena de encajes y telas que dejaban poco a la imaginación.
-Quizá has perdido la razón, ¿no sabes qué es? -Daiki se tapó la boca para evitar que la carcajada que retenía saliera, y la apretó más cuando de la prenda cayó una tanga.
-Es obvio que sé que es -Tegoshi estaba rojo de coraje– quiero saber qué rayos significa -cada palabra era dicha entre dientes.
-Ya sabes, fue día de la mujer ¿qué no? -Takahisa pasó por su lado naturalmente, acariciándole la cintura para después correr por el pasillo con un furioso Tegoshi corriendo detrás suyo. Las carcajadas de Daiki se hicieron notar saliendo de su boca, él y su papá habían comprado el “regalo” con tal de molestar a su “mamá”.

Su carcajada murió cuando Inoo entró a la habitación, las cosas entre ellos no andaban bien, estaban un poco tensos desde la pelea de Ryutaro y Ryosuke; Daiki aun estaba muy molesto, pero no le gustaba el hecho que Kei estuviera distante, a penas y se hablaban y Daiki sospechaba que con la llegada de sus padres Inoo volvería a su departamento; muchas ideas vagaban por su mente:

¿Y si Kei lo abandonaba?
Al principio se veía feliz por la llegada del bebé, pero incluso Daiki que era el “embarazado” tenía miedo, tanto del nacimiento como del desarrollo del
¿Kei estaba con él solo por compromiso? ¿Por eso no lo había tocado? Daiki casi caminaba desnudo por la habitación, y aun cuando se bañaban juntos Kei no lo tocaba de manera sexual.

-Voy a bañarme -se veía cansado, después de todo estaba demasiado estresado con los preparativos de su titulación, estaba demasiado cerca y Kei apenas dormía para terminar su tesis a tiempo.

Para cuando Daiki entró al baño Kei estaba en la bañera, con los ojos cerrados y respirando tranquilo, parecía dormido, Daiki se aproximó a él deshaciéndose de su ropa, cuando estuvo sentado delante de Inoo este abrió los ojos, estaban frente a frente, en silencio, pero quizá no necesitaban decirse nada. Daiki sumergió las manos en el agua rozando el fondo de la tina mientras su mirada estaba baja, cuando miró a Kei de nuevo, este parecía dormir otra vez. Encogió las piernas y tomó un poco del gel de baño, las burbujas flotaban alrededor, rozándole el pecho. Él siempre se preguntaba ¿cómo es que los senos no le crecían? ¿Cómo iba a alimentar a su bebé? Su pecho aun estaba plano, lo único que crecía en él era su barriga, la cuál acarició, le gustaba tocarla, más cuando el bebé se movía. Sintió la mirada de Inoo sobre él y de nueva cuenta sus miradas se encontraron. Daiki no pudo evitar aproximarse a Kei sentándose entre sus piernas, con la espalda apoyada en el pecho del pelinegro y el que cerró los ojos en esta ocasión fue él. Después de unos minutos las manos de Inoo se enredaron en su cintura y un beso fue depositado en su cuello, Daiki quería llorar, no entendía qué era lo que pasaba, hace un rato él estaba feliz riendo con las tonterías de sus padres, hace unas horas el estaba enviándose correos con Ryutaro y hace unos días el tenía una vida feliz y utópica con Inoo, no sabía el por qué de tanta tensión; puso sus manos sobre las de Kei y una lágrima rodó por su mejilla. Era inútil, el silencio reinó en el espacio y la hora de salir de ahí llegó cuando Daiki notó sus dedos arrugarse. Una toalla fue envuelta a su alrededor y permaneció sentado sobre la tapa del inodoro mientras Inoo vaciaba la tina.

Sentado en la cama veía al chico revisar en el closet, buscando algo de ropa para los dos, un pantalón de algodón y una playera con estampado para ambos. Esta noche no saldrían, lo mas seguro era que Kei se sentara en la mesa de la cocina a escribir mientras “cenaban juntos” o en el escritorio, mientras Daiki se enviaba correos con Ryutaro  en su rato de aburrimiento,  ¡o aun peor! En la cama ignorando a Daiki, adormeciéndolo con el silencio y el sonido de las teclas del portátil mientras escribía.

-Daiki, papá y yo saldremos a cenar, la comida está sobre la estufa, coman y duerman bien chicos -la voz de Tegoshi sonó detrás de la puerta y Daiki hizo un puchero inconcientemente, estaba solo, solo con Kei, relativamente solo, porque era seguro que no hablarían.

Cansado se levantó para salir a despedir a sus padres, ellos al contrario de él se veían mas felices de lo normal, cuando regresaron hace unos días se veían cambiados, eran de la misma estatura, su cabello seguía siendo rojo y rubio sí, pero había algo distinto en ellos, una esencia de felicidad que no lograba contagiar a Daiki. Tegoshi incluso iba a cumplir su promesa e ir con él al médico, Ryutaro también se había ofrecido.

Como predijo la cena era silenciosa, Kei estaba frente a su Tablet escribiendo, mientras Daiki intentaba que algo de la deliciosa comida de mamá entrara a su boca, estaba rica pero él no tenía hambre, quería llamarle a Ryutaro pero de seguro estaba ocupado con alguna de sus reuniones y sus cosas de “Yakuzas”. A Daiki le daba miedo ese asunto, pero después de todo Morimoto no tenía mala pinta, a excepción de algunos tatuajes ocultos nada más hablaba sobre que era un Yakuza. Apartó su plato levantándose de la mesa, quizá iría a ver televisión o sus tutoriales sobre cuidados a recién nacidos.
Lanzó la comida restante a la basura, bebiendo rápidamente el jugo que le quedaba en el vaso, causando que se atragantara y una ligera tos se hiciera presente.

-¿Porqué tiras la comida? –La voz de Kei se escuchaba molesta- debes beber con cuidado, Daiki -se acercó dándole golpecitos en la espalda.
-Ya no tengo hambre -contestó entre la tos- estoy bien, solo fue un descuido.
-Últimamente has sido muy descuidado ¿no es así? -Daiki rodó los ojos cansado, todos los días escuchaba la misma cantaleta sobre lo descuidado que era.
-¡Sí! ¡Ya sé, lo siento! -Elevó la voz un tanto alterado, estaba cansándose de lo mismo, Kei solo le hablaba para recordarle lo descuidado que era.
-¡Pues si lo sabes deberías evitar hacer mal las cosas! -Inoo se alejó unos pasos de él.
-¿Qué…te refieres a la pelea? ¿A eso? ¡Kei no fue mi culpa! -Su voz más que ofensiva era suplicante, Daiki no quería pelear.
-Si, ya sé que no fue tu culpa, pero estabas ahí, imagina que te hubiesen golpeado ¡Y lo hicieron! Te rompiste el maldito dedo! Y qué si fuese algo peor, ¡¿EH?! ¡¿Y qué si el golpe se dirigía a tu estómago?!
-¡Pero no lo hizo! -se defendió. La ira y el dolor comenzando a surgir de él.
-¡¿Pero no lo hizo?! ¡Por Dios eso es tan estúpido! No te importa ¿no es así? -Las lágrimas ya estaban cayendo por los ojos de Daiki, empapando sus mejillas, “el no era estúpido”- ¡Eres tan egoísta! ¡Solo piensas en ti! ¡Claro! ¡Entra a las peleas! ¡Claro, no comas como se debe! ¡No te cuides! ¡Total lo que te pase no te importa! ¡¿Pero qué con el bebé?! ¡¿Qué CON EL?! ¡No seas insensato y solo pienses en  ti!.
-¡Cállate! -el vaso de Daiki voló por la cocina hasta la mesa, cayendo justo sobre el aparato donde Kei escribía, ambos objetos hicieron un sonido al romperse- ¡Cállate! –Se apoyó sobre la meseta mientras sentía como una parte de su corazón se quebraba- No digas que no me importa ¡Es mi hijo también! ¡Yo sé cuidarme! ¡No digas que no me importa cuando soy YO quien lo lleva dentro! -Su propio dedo se hundió en su pecho al señalarse- ¡No digas que no me importa cuando eres tú quien nunca ha ido a una maldita revisión conmigo! No… no digas… -Un sollozo se hizo presente mientras más lágrimas caían; Inoo no decía nada, solo estaba parado en medio de la cocina, ni siquiera hacía el intento por acercarse. El celular de Daiki sonó y el chico ignoró la llamada.
-Dai…-
-¡Cállate!... Cállate y déjame solo -Daiki hipaba mientras salía de la cocina, subiendo las escaleras con cuidado de no caerse por las lágrimas que obstruían su visión.

Se dejó caer de lado sobre la cama mientras enterraba su cara en una almohada y apretaba los dientes para no gritar de rabia; su celular sonó de nuevo y contestó al ver el nombre Morimoto en la pantalla.
-¿Qué te pasa? -La voz de Ryutaro sonaba alarmada.
-Na-nada -El hipo se hizo presente de nuevo.
-Daiki-mentiroso dime la verdad o iré por ella -Daiki aun entre lágrimas sonrió.
-No es nada, ya sabes que mis hormonas están sensibles, mejor cuéntame los planes que el Señor Yabu te tiene para esta noche -Daiki sonrió, según el “novio” de Ryutaro estaba en una campaña de “reconquista” y todos los días tenía planes distintos para ellos, desde una pequeña cita hasta la velada mas romántica que se pudiera pensar.
-Daiki… dime qué fue esta vez -habló evitando el tema.

La puerta de la habitación sonó cuando Kei entró a ella, Daiki no se fijó en lo que hizo, solo escuchó al chico salir de nuevo.

-…Dai, debo irme estoy en una reunión, solo no olvides que la feria escolar se ha cambiado para mañana, lleva un lindo kimono y llega temprano -Los pensamientos de Daiki viajaban a otra parte menos a la voz de Ryutaro.
-Sí… suerte con tu asunto, Ryu… Gracias por ser mi amigo -Morimoto sintió un tipo de nervios recorrerle el cuerpo, “amigos” le encantaba como esa palabra sonaba, al fin tenía un amigo, uno de verdad.
-Hasta mañana Daiki, y ya no llores por favor, no quiero que estés triste -Daiki escuchó como alguien llamaba a Ryutaro antes de que este colgara, la voz se escuchaba tan suave, tan llena de afecto. Su llanto iba a comenzar de nuevo siendo interrumpido por la entrada de Kei a la habitación.
-¿Dai? -el chico no respondió, se mantuvo estático en la cama, con las piernas encogidas-  Daiki… - el colchón se hundió del lado opuesto de la cama y Daiki se mordió los labios, la habitación quedó en silencio, ninguno sabía que decir, Daiki sabía que se había convertido en un llorón pero no podía evitarlo y menos cuando Kei se pegó a el abrazándolo en forma de cucharita pasando una mano por su cintura y otra debajo de su cabeza
-Te amo
-Yo también -contestó el pequeño pegándose al cuerpo de Inoo.
-Perdona lo que te dije… -ambos suspiraron resignados– es solo que no puedo imaginarme… yo… no sé lo qué haría si algo te pasa, o al bebé -Kei le besó un costado de la cabeza y después el cuello- incluso estoy celoso de ese chico, Morimoto roba tu atención.
-¡Es mentira! -Daiki intentó virar el cuerpo pero Kei lo apretó a él para que no lo hiciera.
-Tú estás distante Kei, no sé qué te pasa, si quiero tocarte me evitas, apenas y me besas, algunas compañeras dijeron que era porque ahora estoy gordo –una risita se le escapó al chico y la oreja de Daiki fue tomada entre los labios de Inoo– ¡No te burles!
-No me burlo Daiki, pero he estado muy cansado, tanto que sé que te dejaré a mitad del acto -la risa esta vez escapó de los labios de Daiki- ¡Ey! Tu tampoco te burles -ambos rieron nerviosos, estaban apenados por la discusión anterior, sabían que fueron egoístas pero disculparse en ese momento iba a sonar un poco torpe.
-¿Y ahora?
-¿Ahora qué? –los gruesos labios de Kei se instalaron en el cuello de Daiki dando algunos besos suaves, demasiado provocadores.
-¿Estás cansado ahora? -Daiki cogió la mano de Kei jalándola hacia debajo de su vientre
-Estoy… nervioso -Daiki miró al chico extrañado, su cuerpo se acomodó boca arriba, y su mirada preguntaba el por qué del nerviosismo- ¿Y qué si lastimo al bebé mientras estoy dentro?

El rostro de Daiki parecía aun más confundido.

-¿Crees que tú? ¿Tú… tú qué? -de repente Daiki comenzó a reír y las pocas lágrimas que le quedaban en los ojos cayeron por la risa, era absurdo.
-¡Oye! ¡Solo estoy preocupado! -Inoo hizo un puchero con los labios y después secundó la risa de Daiki quedando los dos abrazados mientras reían por la situación.
-Bien –Kei se levantó de la cama y mordió el labio inferior– si nada va a pasar entonces podemos hacerlo ahora –su camisa cayó al suelo mientras bajaba sus pantalones de algodón. A Daiki se le iluminaron los ojos y no lo pensó dos veces, haciendo lo mismo y quedando desnudo mucho antes que Inoo. Él también estaba nervioso, casi 3 meses sin tocarse, quizá aun veía a Kei desnudo pero no se entusiasmaba, pero ahora ¡ellos tendrían sexo!

Se sentó a la orilla de la cama y Kei se hincó ante el tomando su tobillo y aproximando sus labios. Le besó el tobillo retirando la ropa interior de Daiki que se había quedado atrapada por las prisas. Inoo subió los besos del tobillo a la pantorrilla de Daiki. Besó su rodilla y detrás de esta. Los dedos de Daiki se doblaban y su miembro comenzaba a hincharse solo con ese tacto. Kei acarició sus piernas, abriéndolas; sabía que no habían pasado mas de cinco minutos y que ambos estaban más que excitados, podía sentirlo en su cuerpo y verlo en el de su amante, quería hacerlo suave pero rápido, necesitaba urgentemente estar dentro de Daiki.
Lamió alrededor del miembro de Daiki, este no levantaba las caderas solo estaba sentado, con los ojos fuertemente cerrados mientras hacía sonidos de placer, su pecho se hinchaba cada que la lengua o labios de Inoo tocaba su piel y después soltaba todo el aire acumulado. Chupó un poco más abajo y después subió besando la pelvis del castaño, después su vientre y sorpresivamente sintió como el bebé se movió.

-No pasa nada, solo va a dormir -Daiki respiraba con dificultad como si hubiera corrido demasiado. Kei le acarició la barriga subiendo para darle un beso mientras su mano apretaba el miembro de Daiki- Ngh -El chico se mordió los labio mientras Inoo le besaba el cuello, su mano no dejaba de moverse sobre Daiki– Kei~ -Sus hombros fueron apretados, sus manos viajaron hacia las tetillas de Daiki sobándolas, presionando y luego halando un poco– Kei~ -El chico sonrió al escuchar los suspiros de Daiki, disfrutando del masaje que le daban sobre sus hombros.

Su lengua salió para probar un poco de la piel del pecho de Daiki, apretando con los labios sus pezones, succionando mientras su lengua no dejaba de moverse dentro de su boca. Las manos de Daiki apretaban su cabello pegándolo más a él, mientras los jadeos y ronroneos no dejaban de salir de sus labios.

-Kei… -La mano de Inoo aceleró los movimientos sobre su miembro para después parar.

-Súbete a la cama, apóyate sobre la cabecera -murmuró en su oído, dejando un beso para que Daiki hiciera lo ordenado, quedando inclinado hacia la pared. Sus uñas se clavaban ligeramente sobre la madera, su frente sobre la pared sintiéndose nervioso mientras las manos de Kei se posaban en su cintura y sentía su duro miembro pegándose a su espalda, y besos repartidos por su cuello. Daiki lloriqueó cuando Inoo pasó un dedo por su entrada, erizándose al escuchar un “plop” cuando el lubricante fue abierto y un dedo, ahora mojado, entraba en él, moviéndose lentamente hasta estar en el fondo y los besos seguían siendo repartidos en espalda y cuello, moviéndose hacia delante y atrás.
-Ah~ -Daiki se quejó un poco cuando Kei metió los dedos dentro de él.
-¿Quieres que pare?
-¡NO! -una risita se escapó de Inoo al escuchar la desesperada negación.
-¿No? No quieres, dime que quieres, mi amor -Daiki pegó la frente al respaldo de la cama abriendo más las piernas.
-A ti, te quiero a ti Kei, juro que estoy listo, no vas a lastimarme lo prometo -Kei le besó detrás del cuello, apartando el cabello que se había pegado por el sudor.

Bañó su propio miembro con lubricante, quizá excediéndose un poco, sus dedos salieron de Daiki separándole los glúteos. Su cuerpo se sacudió de placer cuando el cuerpo de Daiki atrapó su miembro, casi  succionándolo y Kei empujó hacia delante sacándole un gemido nada inocente al chico. Sus manos se posaron en las caderas de Daiki empujando con fuerza y el cuerpo de Daiki se estremeció mientras sus caderas se hacían para atrás, sus movimientos acompasados y los quejidos saliendo de Daiki, Kei salió de él sentándose sobre el colchón, quería que Daiki se subiese dándole la espalda, pero el chico se colgó de su cuello besándole con hambre mientras se empalaba, moviendo sus caderas, sus labios mordidos y los ojos cerrados y una pequeña sonrisa en su boca.

-Kei -gimió por enésima vez en la noche, Inoo lo abrazó de las caderas, levantando las propias repetida y rápidamente y el chico se aferró más a su cuerpo.
-Ke-i… pa…para…mis pap…papás- Daiki se asustó al escuchar la puerta principal cerrarse, escuchándose luego las voces de sus padres.
-No vendrán -La voz de Inoo sonaba calmada, mientras sus caderas seguían un rápido ritmo, entrando y saliendo de Daiki, y este aferraba las manos más fuerte al cuello del mayor, mordiéndose la muñeca y tratando de jalarlo hacia atrás, hasta que ambos estuvieron recostados sobre el colchón, Inoo arriba de él.

La puerta de la habitación sonó cuando Yuya golpeó llamando a los chicos, Kei sonrió de una manera que asustó a Daiki un poco, tomó las caderas del chico haciendo presión y Daiki sintió como su cuerpo se hundía un poco en el colchón, era una sensación extraña, pero placentera, el miembro de Inoo se ajustaba mas su cuerpo y las embestidas eran más lentas.

-¿Daiki? Chicos ¿están despiertos? -el pomo de la puerta giró y a Daiki se le escapó un chillido  demasiado bajo, Kei lo besó con fuerza, soltando un “shh” sobre sus labios, un rayo de luz exterior iluminó un parte de la habitación cuando Tegoshi abrió la puerta, pero no fue lo suficiente porque Masuda le tomó la mano.
- Déjalos dormir, nosotros tenemos cosas importantes de qué hablar –y así la puerta fue cerrada.
- Ves… no pasó nada –Kei pasó la mano detrás de la cabeza de Daiki para aproximar su rostro al suyo dejando un suave beso sobre sus labios.
- E-eres un… i-diota –Daiki le golpeó el hombro mientras soltaba un gemido, recordando que la habitación de sus padres colindaba con la suya volvió a morderse los labios, estaba nervioso.

¿Y si sus papás escuchaban sus grititos de placer, o los golpes de la cama contra la pared? No quería que después lo miraran en forma reprobatoria. Inoo salió de el y justo cuando Daiki iba a preguntar el por qué, sus piernas fueron jaladas, dejando la mitad inferior de su cuerpo a fuera de la cama con el trasero justo a la orilla, Kei tomó sus piernas abriéndolas de par en par, agachando la cabeza hasta su entrada para darle una lamida antes de volver a acomodarse y hundirse en él de un golpe; los dedos de los pies de Daiki se curvaron por el placer y sus puños se cerraron apretando las desalineadas sábanas que quedaban sobre la cama. Unas cuantas embestidas más y escuchó un gruñido antes de sentir que Kei se corría dentro de él. Sus piernas fueron colocadas a los hombros de Inoo y los gruesos y rojos labios del pelinegro tomaron su miembro entre los labios, succionando hasta que Daiki se corrió, manchando con el líquido nacarado, su cara. Kei subió a la cama halándolo hasta que ambos estuvieron en el centro, abrazados. Daiki cerró los ojos y se sonrojó cuando Inoo le limpió el trasero con una sábana antes de arrojarla al suelo y taparlos con una limpia.

- ¿Te gustó? –Preguntó el pelinegro besándole la cabeza, los hombros, entrelazando los dedos de sus manos y sus desnudas piernas. El castaño solamente asintió dándose la vuelta para que lo abrazara por la espalda. El cuerpo de Inoo se acomodó perfectamente al de él.
- Te amo Daiki, no lo dudes –no hubo respuesta alguna, Daiki ya estaba dormido.
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Tegoshi apoyó la cabeza en el hombro de su esposo, era una posición demasiado cómoda al ser de casi la misma altura, sus desnudas  piernas se enredaban con las de Masuda y su mano acariciaba el pecho lampiño de este, recordó lo bien que se sintió estar libremente  con él, la forma en la que el pelirrojo aceptó su decisión, la manera de hacer el amor con Masuda fue tan indescriptiblemente plena, sublime, magnífica, perfecta. No había nada más importante para Tegoshi que estar con Takahisa, bueno a excepción de Daiki, era lo único que se comparaba al estar con su marido.

-Teshi- Yuya sintió como un beso fue depositado en su frente y después su cabeza se alzó para recibir un dulce beso de buenos días, habían tantas cosas que Masuda quería decirle –Teshi, si esto no funciona…
- Funcionará –interrumpió Tegoshi- debemos tener fe Taka… sabes que aún soy joven y el doctor nos ha dicho que sí, ¿No estás seguro?, si no quieres lo entenderé… –su mano acarició la mejilla de  su esposo mientras sentía su corazón herido- te entenderé, ha pasado tanto, no pensé que quizá sería muy tarde para tener un bebé –se levantó de la cama caminando  hacia el baño, cerrando la puerta detrás de él, dio un salto cuando Masuda golpeteó y desganado abrió la puerta.
- Un  hijo contigo es lo que mas quiero Yuya –Masuda lo abrazó- no quiero que pienses lo contrario, solo quiero que estés preparado por si las cosas no resultan según el plan
- Lo estoy –respondió bajito, aunque sabía que también tenía dudas, quizá tampoco estaba preparado.

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La primera imagen que Yabu tuvo frente a sus ojos al despertar, fue espectacular. La espalda desnuda de Ryutaro, mostrándole aquellos pequeños tatuajes con grande significados, y el dragón que atravesaba su espalda con la  cabeza descansando sobre el hombro del chico parecía tener vida propia cada que Ryutaro hacia algún movimiento.

- Ryu –le habló suavemente, aunque su voz le saliera gruesa por acabarse de despertar, Morimoto viró la cara y pudo notar que su cabello estaba húmedo- no me esperaste para bañarnos juntos –se sentó sobre el colchón con una sábana cubriéndole la cintura
- Es tarde, no puedo esperarle, así que por favor dese prisa –El chico cubrió su espalda al colocarse el Yukata, mientras Yabu refunfuñaba sobre lo grosero que era y entraba al baño. Unos minutos después Yabu lo vio rebuscando entre su armario, para luego meter algunas cosas en su mochila.
- ¿Qué llevas ahí? –le preguntó mientras se colocaba el saco y metía su celular a su bolsa.
- Un regalo
- ¿Para quién?
- No le importa
- ¿Qué es? –Morimoto mostró una sonrisa burlona.
- Los kimonos que me ha mandado hacer, Misuki-san los trajo ayer
- Pero son para bebés –la cara de Yabu mostró enojo al caer en cuenta para que eran- espero que tu amiga los disfrute, si su bebé es niño ten por seguro que tendrá ropa hermosa –burló.
- Daiki tendrá una niña –defendió el chico- y vestirá hermoso, claro que lo hará –se acercó delineando con los dedos el cuello en V de la camisa de Yabu, tirándole del saco para que sus rostros se acercaran- tendremos que agradecerle a su galante Tío Kota por los hermosos kimonos y zapatos que le ha mandado hacer, ¿No es así? –un beso fue todo lo que necesitó para calmar sus nervios.


-¡Ryu!- Daiki corrió a los brazos del chico apenas lo vio entrar al área que les fue asignada durante el festival- nos ha tocado el mejor lugar –Morimoto estaba siendo arrastrado hasta el pequeño puesto de comida- ah~ -un suspiró salió del chico al tomar asiento en la única silla disponible, mordiéndose los labios, mientras sus pies se sacudían de la emoción- ¡me dieron una silla!, a nadie más le dieron una –aseguró mientras sus ojos se le iluminaban al mirar como Kei aparecía entre algunas personas dirigiéndose a su puesto. Muy por el contrario el rostro de Ryutaro se desfiguró al observar a Yabu caminar hacia ellos, muy perdido mientras hurgaba entre los otros puestos- Dai… -intentó llamar la atención del chico pero este ya había corrido a los brazos de su novio, abrazándolo y dándole un beso frente a todos, al parecer los cuchicheos llamaron la atención de Kota, porque caminó, ahora sin distracciones, hasta él.

- Hola –tomó algunos dulces caseros, llevándoselos a la boca.
- Ah, lo siento señor pero debe pagar por ellos antes de consumirlos –Daiki tocó el hombro de Yabu haciendo que este se virara encarándolo, mirándolo de abajo para arriba, el gesto molestó a Ryutaro.
- Es verdad, debe pagar por ellos –la cara de Yabu se volvió a  Ryutaro.
-Puedo pagarte por todo el puesto –espetó.
- Pues no sé que espera para ello –retó el chico.
- Amm, ¿Ryu? –Daiki estaba detrás de ellos mirando la repentina discusión.
- ¿Cuánto quieres por el puesto? –
- No, no, no, no podemos vender el puesto, solo la comida en el, el puesto es rentado –una sonrisa se formó en los labios de Yabu al mirar al chico, su sonrisa se desvaneció al mirar a Kei detrás de el pequeño chico. Ambas miradas mostraron un poco de disgusto y sorpresa de encontrarse en tal sitio.
- ¿Daiki, qué pasa? –Inoo quedó más cerca del castaño entrelazando sus manos y la mirada de Yabu viajó hasta los dedos enredados, una punzada se formó en el pecho de Ryutaro al observar la reacción. Yabu se viró de nuevo mostrándole una sonrisa y dándole un guiño.

- Entonces solamente quiero uno de estos –tomó un dulce llevándolo de nuevo hasta sus labios- suponiendo que tampoco puedo comprar a uno de los dependientes –
- Ah, ¿Ryu es él? – Daiki se aproximó a Yabu mirándolo minuciosamente.
- Daiki te presento a  Yabu –el dulce que estaba atrapado entre los labios de Kota cayó al suelo, este mantenía la boca ligeramente abierta mostrando su clara sorpresa ¡Era un hombre! ¡Daiki era un maldito chico! ¡Oh, joder!

Continuará...

6 comentarios:

  1. asddasdasdasdasd por fin lo alcancé XD y me encanta, pero no quiero que hayan más problemas XD espero pronto la conti :3

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  2. Asfasdasdasdass malditos celos?!!!!!!!
    Que crean cosas tan asdasdasd *Q*____
    Digo celos porque estoy segura q Yabu los sentía!!!
    Ohojohojohohkjoh

    Me pasaste la parte previa al lemon aquella vez x face xD pero solo fue la punta del iceberg!!! Asdasddasd me gusto todo!!!

    Q tegomassu tenga un niñ@ xD no mejor niño Kento!!!! XD asi despues ese niño conoce a Fuma y asdaasdsad -ok ya me fui no se hasta x donde -

    Ahora los problemas(?) no creo! Espero q Ryu entienda!! ^^

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  3. asdasdasdasdasdasdasdas tegomassu me gusta asdasdasdas el Inoodai discutiendo dios 0.0 eso no crei verlo nunca ok no...¬¬.. todavia no temrino de leer es solo que aparto mi lugar para comentar ¿avel?

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  4. ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh nuuuuuuuuuuuu que pasara creo que ame este fic de verdad espere paciente por mas animo :3

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  5. Pude leerlo ya! Hahahaha
    Me dio cosita la pelea de Inoodai e3e hasta cólera
    me dio lo de Inoo D: y asdadsasd
    lo de Ryutaro con Yabu... me dejó algo tonta
    ¿Yabu no anda muy... templado? lol
    Ahora :'D quiero saber qué pasará~

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    1. Gracias por leer! ;w; me siento feliz de entrar y ver comentarios nuevos :D gracias, gracias a todas!

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