29 de marzo de 2013

Mama to Papa Capitulo 8

Mama to papa.
Capítulo 8
Paoo Inoue ♥


De nuevo se lo dedico a Yuuki y a las que leen este fanfic, gracias chicas!
-----

-¡Felicidades!- Tegoshi se sorprendió cuando una elegante caja fue colocada frente su cara. Miró al cartero que feliz hacía su labor- Firme aquí por favor -una tabla le fue entregada y aún confundido firmó el papel donde su nombre estaba escrito como destinatario.

¿Un regalo? ¿Para él? 


Después de cerrar la puerta caminó hacia la cocina colocando el regalo en la mesa, observándolo por un rato. Aun no era su cumpleaños, san Valentín ya había pasado, para navidad aun faltaba y ni se diga de su aniversario con Masuda.
¡Masuda! De seguro el mandaba el regalo, o quizá Daiki o alguno de sus alumnos; ahora miraba la caja negra con un lazo rojo, el entusiasmo corría por su cuerpo, aunque la caja, ahora que la miraba tenía cierto aire femenino. ¿Qué estaba mal? Porque era lógico que había algo mal. Decidido abrió la tapa apartando el papel que cubría la tela
¡Que no sea un vestido de novia por favor!



-¡MASUDA TAKAHISA! -Daiki y su papá comenzaron a reír al escuchar el grito en la planta baja, escucharon algunos pisotones por la escalera antes de que la puerta de la habitación se abriera y un muy enojado Tegoshi entrara en ella- ¿ME PUEDES EXPLICAR QUÉ CARAJOS ES ESTO? -la risa de ambos se hizo más fuerte a ver a Yuya sosteniendo un Baby doll frente a él, la prenda era sexy como el infierno, y excesivamente diminuta, llena de encajes y telas que dejaban poco a la imaginación.
-Quizá has perdido la razón, ¿no sabes qué es? -Daiki se tapó la boca para evitar que la carcajada que retenía saliera, y la apretó más cuando de la prenda cayó una tanga.
-Es obvio que sé que es -Tegoshi estaba rojo de coraje– quiero saber qué rayos significa -cada palabra era dicha entre dientes.
-Ya sabes, fue día de la mujer ¿qué no? -Takahisa pasó por su lado naturalmente, acariciándole la cintura para después correr por el pasillo con un furioso Tegoshi corriendo detrás suyo. Las carcajadas de Daiki se hicieron notar saliendo de su boca, él y su papá habían comprado el “regalo” con tal de molestar a su “mamá”.

Su carcajada murió cuando Inoo entró a la habitación, las cosas entre ellos no andaban bien, estaban un poco tensos desde la pelea de Ryutaro y Ryosuke; Daiki aun estaba muy molesto, pero no le gustaba el hecho que Kei estuviera distante, a penas y se hablaban y Daiki sospechaba que con la llegada de sus padres Inoo volvería a su departamento; muchas ideas vagaban por su mente:

¿Y si Kei lo abandonaba?
Al principio se veía feliz por la llegada del bebé, pero incluso Daiki que era el “embarazado” tenía miedo, tanto del nacimiento como del desarrollo del
¿Kei estaba con él solo por compromiso? ¿Por eso no lo había tocado? Daiki casi caminaba desnudo por la habitación, y aun cuando se bañaban juntos Kei no lo tocaba de manera sexual.

-Voy a bañarme -se veía cansado, después de todo estaba demasiado estresado con los preparativos de su titulación, estaba demasiado cerca y Kei apenas dormía para terminar su tesis a tiempo.

Para cuando Daiki entró al baño Kei estaba en la bañera, con los ojos cerrados y respirando tranquilo, parecía dormido, Daiki se aproximó a él deshaciéndose de su ropa, cuando estuvo sentado delante de Inoo este abrió los ojos, estaban frente a frente, en silencio, pero quizá no necesitaban decirse nada. Daiki sumergió las manos en el agua rozando el fondo de la tina mientras su mirada estaba baja, cuando miró a Kei de nuevo, este parecía dormir otra vez. Encogió las piernas y tomó un poco del gel de baño, las burbujas flotaban alrededor, rozándole el pecho. Él siempre se preguntaba ¿cómo es que los senos no le crecían? ¿Cómo iba a alimentar a su bebé? Su pecho aun estaba plano, lo único que crecía en él era su barriga, la cuál acarició, le gustaba tocarla, más cuando el bebé se movía. Sintió la mirada de Inoo sobre él y de nueva cuenta sus miradas se encontraron. Daiki no pudo evitar aproximarse a Kei sentándose entre sus piernas, con la espalda apoyada en el pecho del pelinegro y el que cerró los ojos en esta ocasión fue él. Después de unos minutos las manos de Inoo se enredaron en su cintura y un beso fue depositado en su cuello, Daiki quería llorar, no entendía qué era lo que pasaba, hace un rato él estaba feliz riendo con las tonterías de sus padres, hace unas horas el estaba enviándose correos con Ryutaro y hace unos días el tenía una vida feliz y utópica con Inoo, no sabía el por qué de tanta tensión; puso sus manos sobre las de Kei y una lágrima rodó por su mejilla. Era inútil, el silencio reinó en el espacio y la hora de salir de ahí llegó cuando Daiki notó sus dedos arrugarse. Una toalla fue envuelta a su alrededor y permaneció sentado sobre la tapa del inodoro mientras Inoo vaciaba la tina.

Sentado en la cama veía al chico revisar en el closet, buscando algo de ropa para los dos, un pantalón de algodón y una playera con estampado para ambos. Esta noche no saldrían, lo mas seguro era que Kei se sentara en la mesa de la cocina a escribir mientras “cenaban juntos” o en el escritorio, mientras Daiki se enviaba correos con Ryutaro  en su rato de aburrimiento,  ¡o aun peor! En la cama ignorando a Daiki, adormeciéndolo con el silencio y el sonido de las teclas del portátil mientras escribía.

-Daiki, papá y yo saldremos a cenar, la comida está sobre la estufa, coman y duerman bien chicos -la voz de Tegoshi sonó detrás de la puerta y Daiki hizo un puchero inconcientemente, estaba solo, solo con Kei, relativamente solo, porque era seguro que no hablarían.

Cansado se levantó para salir a despedir a sus padres, ellos al contrario de él se veían mas felices de lo normal, cuando regresaron hace unos días se veían cambiados, eran de la misma estatura, su cabello seguía siendo rojo y rubio sí, pero había algo distinto en ellos, una esencia de felicidad que no lograba contagiar a Daiki. Tegoshi incluso iba a cumplir su promesa e ir con él al médico, Ryutaro también se había ofrecido.

Como predijo la cena era silenciosa, Kei estaba frente a su Tablet escribiendo, mientras Daiki intentaba que algo de la deliciosa comida de mamá entrara a su boca, estaba rica pero él no tenía hambre, quería llamarle a Ryutaro pero de seguro estaba ocupado con alguna de sus reuniones y sus cosas de “Yakuzas”. A Daiki le daba miedo ese asunto, pero después de todo Morimoto no tenía mala pinta, a excepción de algunos tatuajes ocultos nada más hablaba sobre que era un Yakuza. Apartó su plato levantándose de la mesa, quizá iría a ver televisión o sus tutoriales sobre cuidados a recién nacidos.
Lanzó la comida restante a la basura, bebiendo rápidamente el jugo que le quedaba en el vaso, causando que se atragantara y una ligera tos se hiciera presente.

-¿Porqué tiras la comida? –La voz de Kei se escuchaba molesta- debes beber con cuidado, Daiki -se acercó dándole golpecitos en la espalda.
-Ya no tengo hambre -contestó entre la tos- estoy bien, solo fue un descuido.
-Últimamente has sido muy descuidado ¿no es así? -Daiki rodó los ojos cansado, todos los días escuchaba la misma cantaleta sobre lo descuidado que era.
-¡Sí! ¡Ya sé, lo siento! -Elevó la voz un tanto alterado, estaba cansándose de lo mismo, Kei solo le hablaba para recordarle lo descuidado que era.
-¡Pues si lo sabes deberías evitar hacer mal las cosas! -Inoo se alejó unos pasos de él.
-¿Qué…te refieres a la pelea? ¿A eso? ¡Kei no fue mi culpa! -Su voz más que ofensiva era suplicante, Daiki no quería pelear.
-Si, ya sé que no fue tu culpa, pero estabas ahí, imagina que te hubiesen golpeado ¡Y lo hicieron! Te rompiste el maldito dedo! Y qué si fuese algo peor, ¡¿EH?! ¡¿Y qué si el golpe se dirigía a tu estómago?!
-¡Pero no lo hizo! -se defendió. La ira y el dolor comenzando a surgir de él.
-¡¿Pero no lo hizo?! ¡Por Dios eso es tan estúpido! No te importa ¿no es así? -Las lágrimas ya estaban cayendo por los ojos de Daiki, empapando sus mejillas, “el no era estúpido”- ¡Eres tan egoísta! ¡Solo piensas en ti! ¡Claro! ¡Entra a las peleas! ¡Claro, no comas como se debe! ¡No te cuides! ¡Total lo que te pase no te importa! ¡¿Pero qué con el bebé?! ¡¿Qué CON EL?! ¡No seas insensato y solo pienses en  ti!.
-¡Cállate! -el vaso de Daiki voló por la cocina hasta la mesa, cayendo justo sobre el aparato donde Kei escribía, ambos objetos hicieron un sonido al romperse- ¡Cállate! –Se apoyó sobre la meseta mientras sentía como una parte de su corazón se quebraba- No digas que no me importa ¡Es mi hijo también! ¡Yo sé cuidarme! ¡No digas que no me importa cuando soy YO quien lo lleva dentro! -Su propio dedo se hundió en su pecho al señalarse- ¡No digas que no me importa cuando eres tú quien nunca ha ido a una maldita revisión conmigo! No… no digas… -Un sollozo se hizo presente mientras más lágrimas caían; Inoo no decía nada, solo estaba parado en medio de la cocina, ni siquiera hacía el intento por acercarse. El celular de Daiki sonó y el chico ignoró la llamada.
-Dai…-
-¡Cállate!... Cállate y déjame solo -Daiki hipaba mientras salía de la cocina, subiendo las escaleras con cuidado de no caerse por las lágrimas que obstruían su visión.

Se dejó caer de lado sobre la cama mientras enterraba su cara en una almohada y apretaba los dientes para no gritar de rabia; su celular sonó de nuevo y contestó al ver el nombre Morimoto en la pantalla.
-¿Qué te pasa? -La voz de Ryutaro sonaba alarmada.
-Na-nada -El hipo se hizo presente de nuevo.
-Daiki-mentiroso dime la verdad o iré por ella -Daiki aun entre lágrimas sonrió.
-No es nada, ya sabes que mis hormonas están sensibles, mejor cuéntame los planes que el Señor Yabu te tiene para esta noche -Daiki sonrió, según el “novio” de Ryutaro estaba en una campaña de “reconquista” y todos los días tenía planes distintos para ellos, desde una pequeña cita hasta la velada mas romántica que se pudiera pensar.
-Daiki… dime qué fue esta vez -habló evitando el tema.

La puerta de la habitación sonó cuando Kei entró a ella, Daiki no se fijó en lo que hizo, solo escuchó al chico salir de nuevo.

-…Dai, debo irme estoy en una reunión, solo no olvides que la feria escolar se ha cambiado para mañana, lleva un lindo kimono y llega temprano -Los pensamientos de Daiki viajaban a otra parte menos a la voz de Ryutaro.
-Sí… suerte con tu asunto, Ryu… Gracias por ser mi amigo -Morimoto sintió un tipo de nervios recorrerle el cuerpo, “amigos” le encantaba como esa palabra sonaba, al fin tenía un amigo, uno de verdad.
-Hasta mañana Daiki, y ya no llores por favor, no quiero que estés triste -Daiki escuchó como alguien llamaba a Ryutaro antes de que este colgara, la voz se escuchaba tan suave, tan llena de afecto. Su llanto iba a comenzar de nuevo siendo interrumpido por la entrada de Kei a la habitación.
-¿Dai? -el chico no respondió, se mantuvo estático en la cama, con las piernas encogidas-  Daiki… - el colchón se hundió del lado opuesto de la cama y Daiki se mordió los labios, la habitación quedó en silencio, ninguno sabía que decir, Daiki sabía que se había convertido en un llorón pero no podía evitarlo y menos cuando Kei se pegó a el abrazándolo en forma de cucharita pasando una mano por su cintura y otra debajo de su cabeza
-Te amo
-Yo también -contestó el pequeño pegándose al cuerpo de Inoo.
-Perdona lo que te dije… -ambos suspiraron resignados– es solo que no puedo imaginarme… yo… no sé lo qué haría si algo te pasa, o al bebé -Kei le besó un costado de la cabeza y después el cuello- incluso estoy celoso de ese chico, Morimoto roba tu atención.
-¡Es mentira! -Daiki intentó virar el cuerpo pero Kei lo apretó a él para que no lo hiciera.
-Tú estás distante Kei, no sé qué te pasa, si quiero tocarte me evitas, apenas y me besas, algunas compañeras dijeron que era porque ahora estoy gordo –una risita se le escapó al chico y la oreja de Daiki fue tomada entre los labios de Inoo– ¡No te burles!
-No me burlo Daiki, pero he estado muy cansado, tanto que sé que te dejaré a mitad del acto -la risa esta vez escapó de los labios de Daiki- ¡Ey! Tu tampoco te burles -ambos rieron nerviosos, estaban apenados por la discusión anterior, sabían que fueron egoístas pero disculparse en ese momento iba a sonar un poco torpe.
-¿Y ahora?
-¿Ahora qué? –los gruesos labios de Kei se instalaron en el cuello de Daiki dando algunos besos suaves, demasiado provocadores.
-¿Estás cansado ahora? -Daiki cogió la mano de Kei jalándola hacia debajo de su vientre
-Estoy… nervioso -Daiki miró al chico extrañado, su cuerpo se acomodó boca arriba, y su mirada preguntaba el por qué del nerviosismo- ¿Y qué si lastimo al bebé mientras estoy dentro?

El rostro de Daiki parecía aun más confundido.

-¿Crees que tú? ¿Tú… tú qué? -de repente Daiki comenzó a reír y las pocas lágrimas que le quedaban en los ojos cayeron por la risa, era absurdo.
-¡Oye! ¡Solo estoy preocupado! -Inoo hizo un puchero con los labios y después secundó la risa de Daiki quedando los dos abrazados mientras reían por la situación.
-Bien –Kei se levantó de la cama y mordió el labio inferior– si nada va a pasar entonces podemos hacerlo ahora –su camisa cayó al suelo mientras bajaba sus pantalones de algodón. A Daiki se le iluminaron los ojos y no lo pensó dos veces, haciendo lo mismo y quedando desnudo mucho antes que Inoo. Él también estaba nervioso, casi 3 meses sin tocarse, quizá aun veía a Kei desnudo pero no se entusiasmaba, pero ahora ¡ellos tendrían sexo!

Se sentó a la orilla de la cama y Kei se hincó ante el tomando su tobillo y aproximando sus labios. Le besó el tobillo retirando la ropa interior de Daiki que se había quedado atrapada por las prisas. Inoo subió los besos del tobillo a la pantorrilla de Daiki. Besó su rodilla y detrás de esta. Los dedos de Daiki se doblaban y su miembro comenzaba a hincharse solo con ese tacto. Kei acarició sus piernas, abriéndolas; sabía que no habían pasado mas de cinco minutos y que ambos estaban más que excitados, podía sentirlo en su cuerpo y verlo en el de su amante, quería hacerlo suave pero rápido, necesitaba urgentemente estar dentro de Daiki.
Lamió alrededor del miembro de Daiki, este no levantaba las caderas solo estaba sentado, con los ojos fuertemente cerrados mientras hacía sonidos de placer, su pecho se hinchaba cada que la lengua o labios de Inoo tocaba su piel y después soltaba todo el aire acumulado. Chupó un poco más abajo y después subió besando la pelvis del castaño, después su vientre y sorpresivamente sintió como el bebé se movió.

-No pasa nada, solo va a dormir -Daiki respiraba con dificultad como si hubiera corrido demasiado. Kei le acarició la barriga subiendo para darle un beso mientras su mano apretaba el miembro de Daiki- Ngh -El chico se mordió los labio mientras Inoo le besaba el cuello, su mano no dejaba de moverse sobre Daiki– Kei~ -Sus hombros fueron apretados, sus manos viajaron hacia las tetillas de Daiki sobándolas, presionando y luego halando un poco– Kei~ -El chico sonrió al escuchar los suspiros de Daiki, disfrutando del masaje que le daban sobre sus hombros.

Su lengua salió para probar un poco de la piel del pecho de Daiki, apretando con los labios sus pezones, succionando mientras su lengua no dejaba de moverse dentro de su boca. Las manos de Daiki apretaban su cabello pegándolo más a él, mientras los jadeos y ronroneos no dejaban de salir de sus labios.

-Kei… -La mano de Inoo aceleró los movimientos sobre su miembro para después parar.

-Súbete a la cama, apóyate sobre la cabecera -murmuró en su oído, dejando un beso para que Daiki hiciera lo ordenado, quedando inclinado hacia la pared. Sus uñas se clavaban ligeramente sobre la madera, su frente sobre la pared sintiéndose nervioso mientras las manos de Kei se posaban en su cintura y sentía su duro miembro pegándose a su espalda, y besos repartidos por su cuello. Daiki lloriqueó cuando Inoo pasó un dedo por su entrada, erizándose al escuchar un “plop” cuando el lubricante fue abierto y un dedo, ahora mojado, entraba en él, moviéndose lentamente hasta estar en el fondo y los besos seguían siendo repartidos en espalda y cuello, moviéndose hacia delante y atrás.
-Ah~ -Daiki se quejó un poco cuando Kei metió los dedos dentro de él.
-¿Quieres que pare?
-¡NO! -una risita se escapó de Inoo al escuchar la desesperada negación.
-¿No? No quieres, dime que quieres, mi amor -Daiki pegó la frente al respaldo de la cama abriendo más las piernas.
-A ti, te quiero a ti Kei, juro que estoy listo, no vas a lastimarme lo prometo -Kei le besó detrás del cuello, apartando el cabello que se había pegado por el sudor.

Bañó su propio miembro con lubricante, quizá excediéndose un poco, sus dedos salieron de Daiki separándole los glúteos. Su cuerpo se sacudió de placer cuando el cuerpo de Daiki atrapó su miembro, casi  succionándolo y Kei empujó hacia delante sacándole un gemido nada inocente al chico. Sus manos se posaron en las caderas de Daiki empujando con fuerza y el cuerpo de Daiki se estremeció mientras sus caderas se hacían para atrás, sus movimientos acompasados y los quejidos saliendo de Daiki, Kei salió de él sentándose sobre el colchón, quería que Daiki se subiese dándole la espalda, pero el chico se colgó de su cuello besándole con hambre mientras se empalaba, moviendo sus caderas, sus labios mordidos y los ojos cerrados y una pequeña sonrisa en su boca.

-Kei -gimió por enésima vez en la noche, Inoo lo abrazó de las caderas, levantando las propias repetida y rápidamente y el chico se aferró más a su cuerpo.
-Ke-i… pa…para…mis pap…papás- Daiki se asustó al escuchar la puerta principal cerrarse, escuchándose luego las voces de sus padres.
-No vendrán -La voz de Inoo sonaba calmada, mientras sus caderas seguían un rápido ritmo, entrando y saliendo de Daiki, y este aferraba las manos más fuerte al cuello del mayor, mordiéndose la muñeca y tratando de jalarlo hacia atrás, hasta que ambos estuvieron recostados sobre el colchón, Inoo arriba de él.

La puerta de la habitación sonó cuando Yuya golpeó llamando a los chicos, Kei sonrió de una manera que asustó a Daiki un poco, tomó las caderas del chico haciendo presión y Daiki sintió como su cuerpo se hundía un poco en el colchón, era una sensación extraña, pero placentera, el miembro de Inoo se ajustaba mas su cuerpo y las embestidas eran más lentas.

-¿Daiki? Chicos ¿están despiertos? -el pomo de la puerta giró y a Daiki se le escapó un chillido  demasiado bajo, Kei lo besó con fuerza, soltando un “shh” sobre sus labios, un rayo de luz exterior iluminó un parte de la habitación cuando Tegoshi abrió la puerta, pero no fue lo suficiente porque Masuda le tomó la mano.
- Déjalos dormir, nosotros tenemos cosas importantes de qué hablar –y así la puerta fue cerrada.
- Ves… no pasó nada –Kei pasó la mano detrás de la cabeza de Daiki para aproximar su rostro al suyo dejando un suave beso sobre sus labios.
- E-eres un… i-diota –Daiki le golpeó el hombro mientras soltaba un gemido, recordando que la habitación de sus padres colindaba con la suya volvió a morderse los labios, estaba nervioso.

¿Y si sus papás escuchaban sus grititos de placer, o los golpes de la cama contra la pared? No quería que después lo miraran en forma reprobatoria. Inoo salió de el y justo cuando Daiki iba a preguntar el por qué, sus piernas fueron jaladas, dejando la mitad inferior de su cuerpo a fuera de la cama con el trasero justo a la orilla, Kei tomó sus piernas abriéndolas de par en par, agachando la cabeza hasta su entrada para darle una lamida antes de volver a acomodarse y hundirse en él de un golpe; los dedos de los pies de Daiki se curvaron por el placer y sus puños se cerraron apretando las desalineadas sábanas que quedaban sobre la cama. Unas cuantas embestidas más y escuchó un gruñido antes de sentir que Kei se corría dentro de él. Sus piernas fueron colocadas a los hombros de Inoo y los gruesos y rojos labios del pelinegro tomaron su miembro entre los labios, succionando hasta que Daiki se corrió, manchando con el líquido nacarado, su cara. Kei subió a la cama halándolo hasta que ambos estuvieron en el centro, abrazados. Daiki cerró los ojos y se sonrojó cuando Inoo le limpió el trasero con una sábana antes de arrojarla al suelo y taparlos con una limpia.

- ¿Te gustó? –Preguntó el pelinegro besándole la cabeza, los hombros, entrelazando los dedos de sus manos y sus desnudas piernas. El castaño solamente asintió dándose la vuelta para que lo abrazara por la espalda. El cuerpo de Inoo se acomodó perfectamente al de él.
- Te amo Daiki, no lo dudes –no hubo respuesta alguna, Daiki ya estaba dormido.
………………………………………………………………………

Tegoshi apoyó la cabeza en el hombro de su esposo, era una posición demasiado cómoda al ser de casi la misma altura, sus desnudas  piernas se enredaban con las de Masuda y su mano acariciaba el pecho lampiño de este, recordó lo bien que se sintió estar libremente  con él, la forma en la que el pelirrojo aceptó su decisión, la manera de hacer el amor con Masuda fue tan indescriptiblemente plena, sublime, magnífica, perfecta. No había nada más importante para Tegoshi que estar con Takahisa, bueno a excepción de Daiki, era lo único que se comparaba al estar con su marido.

-Teshi- Yuya sintió como un beso fue depositado en su frente y después su cabeza se alzó para recibir un dulce beso de buenos días, habían tantas cosas que Masuda quería decirle –Teshi, si esto no funciona…
- Funcionará –interrumpió Tegoshi- debemos tener fe Taka… sabes que aún soy joven y el doctor nos ha dicho que sí, ¿No estás seguro?, si no quieres lo entenderé… –su mano acarició la mejilla de  su esposo mientras sentía su corazón herido- te entenderé, ha pasado tanto, no pensé que quizá sería muy tarde para tener un bebé –se levantó de la cama caminando  hacia el baño, cerrando la puerta detrás de él, dio un salto cuando Masuda golpeteó y desganado abrió la puerta.
- Un  hijo contigo es lo que mas quiero Yuya –Masuda lo abrazó- no quiero que pienses lo contrario, solo quiero que estés preparado por si las cosas no resultan según el plan
- Lo estoy –respondió bajito, aunque sabía que también tenía dudas, quizá tampoco estaba preparado.

…………………………………………………………………..

La primera imagen que Yabu tuvo frente a sus ojos al despertar, fue espectacular. La espalda desnuda de Ryutaro, mostrándole aquellos pequeños tatuajes con grande significados, y el dragón que atravesaba su espalda con la  cabeza descansando sobre el hombro del chico parecía tener vida propia cada que Ryutaro hacia algún movimiento.

- Ryu –le habló suavemente, aunque su voz le saliera gruesa por acabarse de despertar, Morimoto viró la cara y pudo notar que su cabello estaba húmedo- no me esperaste para bañarnos juntos –se sentó sobre el colchón con una sábana cubriéndole la cintura
- Es tarde, no puedo esperarle, así que por favor dese prisa –El chico cubrió su espalda al colocarse el Yukata, mientras Yabu refunfuñaba sobre lo grosero que era y entraba al baño. Unos minutos después Yabu lo vio rebuscando entre su armario, para luego meter algunas cosas en su mochila.
- ¿Qué llevas ahí? –le preguntó mientras se colocaba el saco y metía su celular a su bolsa.
- Un regalo
- ¿Para quién?
- No le importa
- ¿Qué es? –Morimoto mostró una sonrisa burlona.
- Los kimonos que me ha mandado hacer, Misuki-san los trajo ayer
- Pero son para bebés –la cara de Yabu mostró enojo al caer en cuenta para que eran- espero que tu amiga los disfrute, si su bebé es niño ten por seguro que tendrá ropa hermosa –burló.
- Daiki tendrá una niña –defendió el chico- y vestirá hermoso, claro que lo hará –se acercó delineando con los dedos el cuello en V de la camisa de Yabu, tirándole del saco para que sus rostros se acercaran- tendremos que agradecerle a su galante Tío Kota por los hermosos kimonos y zapatos que le ha mandado hacer, ¿No es así? –un beso fue todo lo que necesitó para calmar sus nervios.


-¡Ryu!- Daiki corrió a los brazos del chico apenas lo vio entrar al área que les fue asignada durante el festival- nos ha tocado el mejor lugar –Morimoto estaba siendo arrastrado hasta el pequeño puesto de comida- ah~ -un suspiró salió del chico al tomar asiento en la única silla disponible, mordiéndose los labios, mientras sus pies se sacudían de la emoción- ¡me dieron una silla!, a nadie más le dieron una –aseguró mientras sus ojos se le iluminaban al mirar como Kei aparecía entre algunas personas dirigiéndose a su puesto. Muy por el contrario el rostro de Ryutaro se desfiguró al observar a Yabu caminar hacia ellos, muy perdido mientras hurgaba entre los otros puestos- Dai… -intentó llamar la atención del chico pero este ya había corrido a los brazos de su novio, abrazándolo y dándole un beso frente a todos, al parecer los cuchicheos llamaron la atención de Kota, porque caminó, ahora sin distracciones, hasta él.

- Hola –tomó algunos dulces caseros, llevándoselos a la boca.
- Ah, lo siento señor pero debe pagar por ellos antes de consumirlos –Daiki tocó el hombro de Yabu haciendo que este se virara encarándolo, mirándolo de abajo para arriba, el gesto molestó a Ryutaro.
- Es verdad, debe pagar por ellos –la cara de Yabu se volvió a  Ryutaro.
-Puedo pagarte por todo el puesto –espetó.
- Pues no sé que espera para ello –retó el chico.
- Amm, ¿Ryu? –Daiki estaba detrás de ellos mirando la repentina discusión.
- ¿Cuánto quieres por el puesto? –
- No, no, no, no podemos vender el puesto, solo la comida en el, el puesto es rentado –una sonrisa se formó en los labios de Yabu al mirar al chico, su sonrisa se desvaneció al mirar a Kei detrás de el pequeño chico. Ambas miradas mostraron un poco de disgusto y sorpresa de encontrarse en tal sitio.
- ¿Daiki, qué pasa? –Inoo quedó más cerca del castaño entrelazando sus manos y la mirada de Yabu viajó hasta los dedos enredados, una punzada se formó en el pecho de Ryutaro al observar la reacción. Yabu se viró de nuevo mostrándole una sonrisa y dándole un guiño.

- Entonces solamente quiero uno de estos –tomó un dulce llevándolo de nuevo hasta sus labios- suponiendo que tampoco puedo comprar a uno de los dependientes –
- Ah, ¿Ryu es él? – Daiki se aproximó a Yabu mirándolo minuciosamente.
- Daiki te presento a  Yabu –el dulce que estaba atrapado entre los labios de Kota cayó al suelo, este mantenía la boca ligeramente abierta mostrando su clara sorpresa ¡Era un hombre! ¡Daiki era un maldito chico! ¡Oh, joder!

Continuará...

10 de marzo de 2013

Pussy




Título: Pussy
Parejas: Hikato
Género: Lime(¿)
Extensión: Amm, Drabble?
Autora: Paoo Inoue


-¡mira tengo una nueva mascota!- gritaba efusivo el chico mostrando una pequeña bola de pelos con dos lazos en las orejas.
- ¿ah si?- preguntó sin mucho interés, mirando a la “cosa” que Keito tenía entre sus manos – es un gato- se contestó a sí mismo con un poco de indiferencia al ver al pequeño animal.
-no, no es un gato es una gatita ¿a que es linda?- el animal fue puesto mas cerca de su cara causando que hiciera una mueca y echara la cabeza hacia atrás
 “¿tan feliz le hace ese animal?”
- Ahá si, si lo es, muy linda, nos vamos ya- preguntó malhumorado
-pero Hika. No puedo dejarla sola- se quejó Okamoto en tono desolado
-Keito, dijiste que tendríamos una cita hoy, no la voy ha cancelar por un… animal- reprochó haciendo notoria su inconformidad-
- …yo…- el brillo se fue de los ojos del ahora triste chico
-Kei…Keito- comenzó con una lágrima y al pasar de un minuto Okamoto estaba tirado en el sofá llorando amargamente, como los niños cuando los reprenden
-tsk- aun tronando los labios fue a calmar a su novio pero se olvido de aquel peludo animal que casi le suplicaba ser salvado, Keito lo tenía abrazado pegado a su pecho, increíblemente el animal se zafó entrando a la camisa de Keito.
“maldito gato”
-auch- se quejo el menor – me has rasguñado el pecho-
Eso enfureció más a Hikaru
“nadie que no sea yo rasguña a Keito”
Ahora se acerco amenazadoramente para sacar al animal, pero este asomo la cabeza lamiendo los labios del moreno.
-eso sí que no…-dijo al mirar como el pequeño gato se metía entre las piernas de Okamoto. Lo tomo fuertemente y lo encerró en el cajón del mueble más próximo.
-¡porque has hecho eso se ahogara!- preocupado se levantó para salvar a su adorable mascota, pero fue detenido por las manos en su cintura, que le obligaron a recostarse de nuevo en el gran sofá- ¿Hika? – Asustado miro como su novio se zafaba la camisa y se desabrochaba el pantalón- hi...- fue silenciado por un intenso beso.
-ese gato… te beso- la furia se reflejaba en su mirada
-fue solo u…-de nueva cuenta fue callado, esta vez correspondiendo al beso
-Hika ~-suspiro, cuando su cuello fue tomado- también...también durmió conmigo - algo dentro de Hikaru ardía sentía que si veía al animalito de nuevo lo mataría, le cortaría las orejas y haría caldo con él, mientras Keito reía internamente, Hikaru se ponía celoso hasta del sol que lo iluminaba por las mañanas.
Su camisa cayó al piso al serle desprendida del cuerpo, Yaotome observo la pequeña e irritada herida cerca de uno de sus pezones, mientras los ojos del menor se prendían por la lujuria que recorrió su cuerpo al ver como la lengua de su novio salía de su pequeña cavidad para rozar su piel limpiando aquella insignificante línea.
-Umm, Hika- una de sus tetillas fue pellizcada por las grandes manos del rubio, mientras la otra era lamida rápida y ágilmente, poniéndose duras al instante, hinchándose.
Paseó sus manos por la larga espalda de Hikaru sintiendo como su piel se erizaba, la acariciaba con las yemas de los dedos, subiéndolas hasta su nuca, enredando sus dedos en los cabellos del otro.
-bésame- pidió con una maravillosa sugestión que hacían al mayor excitarse, obedeciendo a la orden besándolo profundamente, enredando sus lenguas, sintiendo como su saliva se combinaba, tocando su paladar, le encantaba sentir tan suyo a el mayor.
De nuevo sus manos bajaron de su  nuca hasta su espalda adentrándose al apretado pantalón negro que llevaba su compañero, tocando por fuera y dentro de la tela aquel redondo trasero, apretándolo con morbo, sacándole más de un suspiro.
Hikaru movió las caderas sin romper el beso, sintiendo la dura erección de Keito debajo de él. Tomo las caderas del menor acercándolas a su cuerpo, dándole a conocer su misma situación.        
 -¿te excitó el gato?- preguntó Okamoto con burla.
-un gatito llamado Keito- susurró en su oído, abriendo los pantalones de ambos Hikaru se apresuró a dejarlos desnudos.
Un sonido ronco se escapó de la garganta de Keito, deslizándose como lo hace un felino dejó a Yaotome sentado en el sofá, deleitándose con su totalmente desnudo cuerpo, mostrando su bronceada piel, su marcado abdomen y su miembro goteante por la excitación. Pasó las manos por las tetillas presionándolas y luego pellizcando con sus uñas, Hikaru echó la cabeza hacía atrás mientras soltaba un suspiro, Keito acercó la cabeza a los pezones sorbiéndolos, tomó el pene del chico entre sus manos apretando y después masajeando de arriba hacia abajo. Su cuerpo cayó al suelo de forma resbaladiza, su cabeza entre las piernas de Yaotome y su lengua salió de su escondite para probar el líquido que se escurría por el estómago de su novio.
Hikaru apartó el cabello de Keito para tener una mejor viste de cómo su falo se perdía en la húmeda cavidad del chico, Okamoto estaba concentrado en su tarea chupando  hambrientamente. Cerró los ojos perdido en las sensaciones de la boca del chico sobre él. Cuando miró a Keito esta movía sus caderas como penetrándose con el aire, lo halo de los hombros haciéndolo quedar de pie, sujetándolo de las caderas y rebuscando en el cajón más cercano por una botella de lubricante, cuando abrió otro cajón el gatito, que ya habían olvidado, salió corriendo hacia su camita, por lo menos los dejaría terminar.

 
Tada! Bueno pues les dejo esta cosa incompleta pero un poco mas completa(¿) primero que nada se lo debo a Yuuki com regalo de cumpleaños .-. estoy escribiendo mas~ te haré un YumaShin –algún día en mi vida- pero pues ya te reparé tus Hikato’s, te toca My Pet y  Hidden like a secret *-* Paoo quiere M-Preg Hikato ;w;
Les dejo!  Por cierto deséenme suerte para este miércoles y jueves e-é tengo visita a un Kinder! –estanerviosa- y comenten!

7 de marzo de 2013

Our World

Hola . . . PERDON POR ABANDONAR EL BLOG POR UN RATO TT-TT!! pero ya saben eOe la maldita escuela y esas cosas que se hacen llamar "examenes" asdsdada los odio! . . . bueno cambiando de tema y volviendo a empezar . . . Domooo!! Marianarashi desu!! |(^0^)/ despues de un laa~aargo timepo~  regreso. . . este fic ya lo teniapor ahi gusrdado pero no me daba tiempo de postearlo :I malditaescuela,  bueno~ es un yabutaro !! °(*0*)° algo triste pero. . . estabaenmismomentostristes:C creo que salio bien~ *esocreo*~ bueno! tambien estoy aqui para decirles tambien tengo por ahi (~owo)~  algunos otros fics~ solo me falta terminar unos cuantos y ya esta *--*! . . . okei ya me callo y pongo el fic. . . ESPRO QUE LES GUSTE *0*!!! comenten muchito! si les gusto o no o tal ves si me quieren matar, etc. (?) Las quieroo *--*!! <3



Titulo: Our World
Extensión: ¿Drabble?
Autora: marianarashi
Pair: YabuTaro
Género: Angst 





"Me hubiera gustado estar mas tiempo contigo y poder salir adelante juntos."

Era martes por la mañana, ryutaro se preparaba para salir de casa e irse a la escuela. Vio su reloj, este marcaba las 8.00; ryutaro preocupado salio corriendo hasta llegar a la parada del autobús, espero unos pocos minutos y el camión ya había llegado.
Corriendo entro a su salón de clases , miro su reloj eran 8.27, llego 3 minutos antes de que tocaran, saco un suspiro de su boca para demostrar que estaba aliviado de llegar antes que el maestro. Se dirijo a su lugar, saco su celular y le mando un mensaje a su querido novio " ya llegue a la escuela! como te sientes, mejor? " envió el mensaje y ni un minuto ya tenia la respuesta. "Estoy mejor... por favor esfuérzate", sonrió al ver la respuesta iba a contestar pero el maestro ya había llegado.
Pasaron las clases, faltaban 4 horas para irse y poder ir a ver a su novio enfermo; su teléfono comenzó a sonar, sin ver el remitente contesto, Sus ojos se abrieron de par, comenzando a llenarse de lagrimas, tomo sus cosas y a mitad de clase se fue del lugar.
Corría, corría para poder llegar a donde se supone que estaría su novio; llego a ese hospital, corrió a la habitación de yabu, abrió la puerta y fue recibido por un fuerte abrazo de la madre de kota, las lagrimas mojaban el pecho de ryutaro; el menor fijo su vista a la cama en donde estaba kota, separó a la señora de su pecho para poder ir a donde estaba su amado ángel, ahora ya se había convertido en uno de verdad. Ryutaro estaba en shock, sus lagrimas no paraban de salir, tomo una de las manos de yabu para poder apretarla con las suyas.
-Por favor no me hagas esto, me prometiste que estaríamos juntos por siempre! Me dijiste que saldríamos juntos de esta enfermedad! Porque no cumples tus promesas!!- la ultima frase se la dijo gritando en un hilo de voz, no podía soportar tanto,su gran amor se había ido, lo había dejado completamente solo; para ryu, yabu era su mundo. -Por favor regresa- sus lagrimas no paraban, el doctor lo separó del cuerpo de yabu, estaba histérico, no quería que nadie los separara
-NO!-exclamo- no me voy a ir de aquí!
-ryutaro-kun por favor haga caso, se lo suplico... yo creo que mi hijo no quiere verlo así- las lagrimas de ambos no paraban, sus rostros estaban inundados de esa agua salada; morimoto se puso de pie, removió los cabellos de la frente para después acariciarla, deposito un beso en sus pálidos labios. Aquel beso era frió, no podía sentir su dulce sabor como siempre habían sido, estos labios ahora no tenían ningún toque de dulzura, eran helados , era como darle un beso a una fría pared.

Pasaron días, ryutaro no encontraba lugar en donde estar, odiaba no tener a su kota junto a el; La condición física del menor estaba en problemas, no comía, tomaba pastillas y no podía estar en su casa, tampoco había ido a la escuela en esos días, había tenido llamadas de sus mejores amigos, que ignoraba totalmente, su vida había perdido el brillo, ahora todo lo veía con colores opacos.
Caminaba por las calles de Tokyo, ropa obscura, su vista perdida y sus ojos hinchados, había estado en la calle desde ese día, no quería estar con nadie, quería estar solo y tratar de sentir  la presencia de yabu; Mientras caminaba recordaba los lindos y malos momentos que habían tenido juntos.

*Flashback
-Ryu-chan -dijo con una voz muy infantil
-Que paso? - contesto pinchando una de las mejillas del otro 
-Si estuviéramos en mundos diferentes... que harías? -comento con la voz un poco mas seria
-No digas tonterías! -comenzó a reír- me prometes que estaremos juntos por siempre? -sonrió-
-siempre- contesto sonriendo un poco mas y después darle un beso en la mejilla.*

Extrañaba tanto su sonrisa, si solo hubiera estado mas tiempo con el, si tan solo hubiera estado en su ultimo día, si tan solo le hubiera dicho un te amo antes de que el se fuera, pero... el hubiera no existe.
Pasaba por aquel gran puente en donde hace 3 años se habían declarado su amor. -seria algo loco si este puente sea el culpable para volvernos a encontrar no? - sonrió de lado, puso sus manos en el barandal, luego su pierna , estaba decidido en volverse a encontrar con su gran ángel.
-Ryu!!! Que estas haciendo!!? - la voz chillona resonó por las calles y sus pisadas eran mas rápidas, el pelinegro solo se apoyo mas para lanzarse pero fue detenido por los brazos de su mejor amigo
-Ryu-chan!! no lo hagas!!
-Como no hacerlo! Esta es la única manera de volverlo a ver!!
-Ryu por favor hazme caso, esta no es la manera, por favor!!
-Chinen tu no me entiendes!!! -dijo llorando
-No entiendo!-grito-  pero este no es bueno! - después de media hora ryutaro se fue a algún sitio en el que yuri no pudo ver.
Al día siguiente ya no había rastros del pelinegro, solo su chaqueta flotando en el frió mar;  Tal vez esta sea la manera de volverlo a ver.
-Porque ryu-chan?- vio a su novio con una mirada un poco triste
-porque te amo y una vida sin ti no es vida - contesto serio
-Bienvenido -sonrió y extendió su mano-

-Fin-

----------------------------------------------------------------
Les gusto? bueno gracias a la canción de Jump "Futari kake no basho" salio este fic!  ↑ ↑    y si también se preguntan ¿¡porque en la imagen puso el titulo en francés!? es porque... todavía no supero el J'J de chinen y yuya y asdasdas OTP!!*losamo*--*!* ok me voy diablos ya extrañaba escribir tonterias aqui C:  Ja nee!!!!! :* <3

3 de marzo de 2013

Wanted


Capítulo 2

Daiki miró fascinado a las personas de la pequeña feria, le gustaba este lugar lleno de gente, olores diversos flotando en el aire y todo tan lleno de colores, la música de algunos instrumentos sonaba y se perdía entre las voces de las personas, miro a Keito y a Hikaru, ellos lo habían traído para que los mirara en su tocada, el había estado muy aburrido  solo en casa por lo que los chicos lo sacaron para que se distrajera, le habían dado dinero y estaban pendientes de el, pero no era tan necesario, el estaba muy pendiente de la música y de los chicos, ambos se veían felices tocando la guitarra y el bajo respectivamente, le gustaba la relación de su hermano con Yaotome, además Hikaru era agradable y lo trataba bien, ellos eran mas que solo cuñados, eran amigos casi hermanos, Keito era muy afortunado, había conocido a Hikaru en una cena de negocios que su padre había organizado, ellos se habían embriagado ese noche y a la mañana siguiente Daiki los había encontrado en la cama de Keito, obviamente desnudos, pero las cosas no quedaron en una sola noche, los padres de Yaotome manejaban una cadena de restaurante mientras que el papá de ellos una de hoteles así que la oportunidad de unir a las empresas era milagrosa y conveniente, por lo que el compromiso quedó arreglado tácitamente, no es que los chicos se opusieran, al contrario, básicamente habían estado juntos todos los días desde ese día, solo esperaban que Keito cumpliera los 21 años para que el enlace se llevara a cabo. Los chicos eran muy unidos y Daiki deseó conocer a alguien con quien casarse, alguien a quien su padre aceptara y el quisiera, alguien que no lo tratara como un tonto y lo aceptara tal y como era.
-Ey chico, ¿quiere una pulsera?- un muchacho unos centímetros mas alto que el, de cabello negro, que le caía en cortas ondas hasta los hombros, con un pequeño bigote y barba le habló sacándolo de su ensoñación, miró las pulseras que el chico llevaba en su mano, tratando de observar la forma en que estas estaban tejidas
-son muy bonitas- tomo algunas de las pulseras en sus manos. Una sonrisa iluminó su rostro, mientras examinaba minuciosamente los hilos de colores
-si quieres puedo hacer una con tu nombre ¿Cómo te llamas?-
-Daiki- el chico repitió su nombre mientras le pedía acercarse a una pequeña mesa donde varios chicos estaban reunidos, lo vio tomar algunos hilos y una tira de plástico y lo vio cubrirla con una capa de hilos, después hacer unas cosas raras con los dedos e hilo y tejer Daiki realmente se quedó ahí observando todo, y como su nombre iba apareciendo en el trozo de plástico, letra por letra, no supo cuanto tiempo le llevó pero cuando levantó la vista su hermano y su cuñado estaban parados a su lado
-¡Mira Keito es mi nombre!- el chico trenzó los hilos de los lados entregándole la pulsera
-¿Inoo? ¿Inoo Kei eres tú? – Yaotome se acercó al chico dándole un masculino abrazo y os escuchó hablar, Yaotome preguntándole qué se había hecho y el otro contándole de su vida, después Keito fue presentado, como su orgulloso prometido y al final Daiki conoció al chico que le hizo la pulsera, Inoo Kei, pudo mirarlo más de cerca, sus ojos cafés oscuros, su ropa se veía desgastada y sus pies, Daiki no podía observarlos muy bien por las botas que el chico usaba, su brazo tenia alguno hilos y pulseras y en su cuello colgaba un trozo de cuero trenzado con una semilla de forma rara como colgante. Una sonrisa se cruzó por ambos rostros y la mano de Daiki se encontró con la del chico, que serenamente, se la llevó a la boca, depositándole un beso sobre su mano, el vello de Daiki se erizó y no pudo evitar apartar a mano.
-Keito quiero un helado- Haló a su hermano hasta el toro extremo del lugar, buscando por todos lados un heladero

-No creo que les hagas a todos tus clientes una pulsera con su nombre ¿o si?- La amable mirada de Yaotome había desaparecido – eres mi amigo Kei, pero está prohibido acercarte e intentar jugar con Daiki. El chico sonrió poniendo las manos al frente como en defensa
-Vamos Hikaru, el chico era bonito, pero estoy fuera de los juegos desde hace tiempo- un suspiro se escapó de el, sonando totalmente dramático- Mi mamá aun esta esperando que regrese junto a ella llorando y diciéndole que la vida en la calle es demasiado dura, no puedo jugar ahora, si regreso ella va a casarme con quien sabe quien, definitivamente no quiero eso, pero tampoco quiero quedarme solo y la vida nómada no ayuda con eso-
-solamente has estado algunos meses fuera de casa, no deberías precipitarte, apuesto que aun recibes algo de dinero de ella, o al menos de lo que reuniste trabajando-
-¿tu cuñado es soltero?- era una notoria broma, pero Hikaru se sintió ofendido, maldiciendo y recordándole que el no jugaba y menos cuando se trataba de su familia -Ey ¡Tranquilo!  Solo era curiosidad- el chico de defendió y Yaotome iba a protestar, pero Keito se acercó diciéndole que debían regresar al escenario por lo que la conversación se truncó y de nuevo Daiki se quedó por ahí rondando por los puestos comprando lo que le llamaba la atención, después de todo el no salía todos los días a una feria de artesanías y cosas como esa,  sus pasos le llevaron de nuevo al pequeño puesto donde varios chicos se amontonaban vendiendo accesorios hechos con conchas, hilos, cuentas y semillas, pero donde estaba Inoo Kei.
El momento de tocar otra canción llegó demasiado pronto y los prometidos se retiraron dejando a Daiki de nueva cuenta solo.
-no me gusta-  Keito miró interrogativamente a Yaotome. – Kei, no me agrada que esté cerca de Daiki.
Una pequeña risita se escapó de Keito, haciendo que su novio lo viera mal. – lo siento Hika, pero estás exagerando un poco, Daiki sabe cuidarse- Y agradecían que el chico supiera como, hace unos días Daiki se había escapado, todo por su culpa, ellos habían apagado las alarmas para poder salir, no tenían planeado tardar y después de llamarle a Daiki asegurándose de que aun estuviese en casa habían regresado, encontrándolo algunas calles adelante, caminando tranquilamente “ellos quieren buscarme” fue el argumento del chico y Keito le regaló un celular algunas horas después, no querían que se perdiera de nuevo.
-Aún así no confió en Inoo- fue lo último que dijo antes de subir al escenario y encontrar a Daiki con la mirada, muy cerca de Inoo.


-Como ves no es difícil, ¿Quieres aprender?- Daiki estaba fascinado mirando los dedos del chico moverse ágilmente mientras trenzaba algunas pulseras o uniendo cuentas en los hilos, eran muchos colores muchas pequeñas piezas coloridas. Daiki no respondió, solamente tomó entre manos unas cuentas y un poco de hilo, sentándose junto a chico comenzando a enhilar algunas piedras coloridas, sintiéndose nervioso al darse cuenta de lo cerca que estaban, sus brazos chocaban al moverse y sus manos se tocaron al querer agarrar la misma piedra, los dedos de Inoo sujetaron la mano del chico y Daiki lo miró un tanto temeroso, sentía nervios y como si algo revoloteara dentro de su estómago, su cuerpo estaba erizado, bajó la cabeza sintiendo como el cuerpo del chico se acercaba
-Daiki- murmuró en su oído – eres muy hermoso. La mano de Inoo acarició su muñeca y Daiki sintió de nuevo esa corriente eléctrica viajar por su cuerpo. El chico miró hacia el escenario pero tanto Keito como Hikaru estaban demasiado entretenidos tocando para su público. Sintió una mano deslizarse por su muslo, esto estaba mal, mal
-mal...-susurró – esto está mal. Sus ojos estaban llorosos, y sus manos temblaban -  tu no debes tocarme, solo el puede.
La cara de Inoo mostró sorpresa ante la frase
-solo la persona con la que compartiré mi vida, mi persona especial, Inoo-chan, soy un besador de chicos, se que es raro porque los chicos no deben besar a otros chicos, pero…-
-yo también soy un besador de chicos- la mano de Inoo acarició su mejilla y su pulgar rozó los labios de Daiki – Y soy un chico, como tu – Daiki se hundió en su asiento mientras el chico se aproximaba.
-¡No!- El castaño lo empujó tirándolo de su silla- no…- repitió un poco más bajo mientras daba algunos pasos hacia atrás, Kei miró a su alrededor, algunas personas los veían mientras murmuraban, y agradeció que Hikaru estuviese entretenido, tomó al chico de la muñeca llevándolo detrás de unos árboles.
-no llores por favor, juro que no iba a hacerte nada malo, ¿Me crees?, solo estaba jugando – limpió las lágrimas del pequeño apoyándolo contra un tronco, Daiki también se limpió sus lágrimas
-Se que es exagerado pero…mi primer beso…no quiero que sea así, es algo especial ¿entiendes?, yo quiero que sea…-sus manos apretaban la ropa del chico. Todo en Daiki llamaba a besarlo, su comportamiento, sus lágrimas, sus argumentos sobre su primer beso; la apartó el flequillo besándole la frente y después la nariz y sintió las manos del chico apretando mas fuerte sobre su ropa, su mano pasó por detrás del cuello de Daiki acercando su rostro, los ojos del chico se cerraron  e Inoo sonrió por lo tierno que se veía, sus labios chocaron muy despacio, apenas unos segundos, se separaron y los ojos de Daiki aun estaban cerrados, de nueva cuenta sus rostros se aproximaron y Kei sobó sus labios con los de Daiki y la mano del chico se enredó sobre su delgada cintura. Era tan excitante tener el primer beso del pequeño, era tan torpe, se separaron y los ojos de Daiki se abrieron de sorpresa mientras Inoo sentía que era jalado de la camisa, el rostro de Hikaru estaba rojo de furia mientras su puño se estrellaba contra el rostro de Kei
-¡Te dije que no te le acercaras!- otro golpe fue lanzado y aterrizó sobre el estómago de Inoo. Daiki estaba ahí parado, no sabiendo que hacer, desesperado por la pelea- No te quiero volver a ver cerca de el de nuevo, me entendiste? – El chico no respondió, solo se quedó tirado en el suelo, mirando como Daiki era llevado por su hermano y cuñado, mirando sus lágrimas que caían por sus mejillas mientras le decía adiós



-Daiki, hijo, ¿podemos hablar?- el papá de Daiki estaba realmente preocupado, nunca había visto a Daiki tan… raro. Quizá Daiki era despistado y todo eso, pero nunca había estado tan distraído y apagado, sus empleados y también Keito le habían dicho que Daiki casi no comía y no hablaba con nadie, quería encontrar a ese maldito chico y encerrarlo para siempre ¿Cómo se atrevió a robarle su preciado primer beso a Daiki?  Su hijo había desarrollado pensamientos un poco abstractos al no convivir con nadie y vivir de sus novelas románticas… un beso, su maldito primer beso, el beso que Daiki quería dar hasta el día de su boda. Llegó junto a el, sentado frente a la ventada con su violín entre sus brazos.
-Daiki, te tengo una buena noticia-le apartó el cabello de su frente y Daiki lo miró, con sus ojitos cafés opacos y llenos de preocupación – vas a casarte- Daiki abrió los ojos sorprendido, abriendo y cerrando la boca, buscando las palabras para expresar algo
-Pero... ¿el va a quererme? Papá…- su rostro estaba tan afligido, abrazó su violín con más fuerza y se apoyó en su padre
-no le diremos lo del beso, dejaremos que el crea que nunca has besado a nadie- atrajo su atención – el será bueno, ya veras que no le va a importar que hayas besado a otra persona, quizá el también haya besado a otro ¿quieres saber mas de el?- el interés se notaba escaso en el chico, Daiki en ocasiones actuaba de manera demasiado femenina, su pensamiento era como el de una doncella, incluso tenia las cualidades de una, sumado al pequeño retraso que presentaba, todo esto lo hacia una persona sumamente bella, adicionando que el ya era bonito.
-¿Cómo se llama?-
-No te lo diré, tu seguro le contarás a Keito y se pondrán a buscar al chico- Daiki sonrió y el corazón de su padre se hizo pequeño, el no quería casar a Daiki con alguien  que jamás había visto, solo había averiguado el nombre del chico y la empresa a la que pertenecía, sonaba cruel, pero el debía encontrar alguna forma de formar lazos o por lo menos obtener un convenio con otra cadena de empresas.
-papá, ¿Cuándo y donde voy a casarme?- la idea del matrimonio para Daiki era genial, aun si no conocía al chico por lo menos sabia que iba a disfrutar su boda.
-obviamente aquí no será, tendrá que ser en el extranjero, quizá Bélgica, California, México, España, Argentina.-
-¡Argentina!- la emoción llegó al chico al pronunciar el nombre del país- porque comienza con A de amor- su padre le acaricio la nuca dándole un abrazo, por lo menos Daiki estaba feliz.





El nuevo regalo de Daiki era raro, aunque el color le gustaba, era blanco, pero él no sabia como utilizar un teléfono celular, ¿Qué pensaba Keito al dárselo?
-para que pueda localizarte en cualquier lado y ya no te pierdas- le había dicho y después había colgado una correa con el pequeño celular en ella, era pequeño, con pocas teclas y sonaba gracioso, el sabia como contestar un teléfono aunque claro no sabia colgar ni mucho menos marcar algún numero
Keito le había enseñado que para responder solo debía abrir el teléfono, una música de flauta sonó desde el aparato y Daiki lo abrió pegándolo a su ahora sana oreja derecha
-amm… hola…. Daiki?- la voz no era reconocible para el, así que se quedó un momento en silencio esperando algo mas- Daiki, podrías abrir la ventana de tu habitación?- confiado Daiki corrió de la habitación de Keito a la suya, hacia días que no iba a su habitación, su blanca habitación, desde las paredes hasta la alfombra, a excepción de las cortinas que ahora eran de un color obscuro, se quitó los zapatos y suspiró al sentir la suave alfombra, ahora con las cortinas gruesas le gustaba su habitación. Recordó el aparato blanco en sus manos pegándolo de nueva su oreja
-¿Quién eres?- se le había olvidado preguntar el nombre de la persona y lo olvidó de nuevo cuando su ventana sonó y el no muy astutamente corrió la cortina para encontrar al chico-roba-besos detrás de ella, con un celular en la mano, abrió la ventana y el chico entro a su habitación, Daiki miró hacia el balcón por el cual el chico había entrado, tuvo que haber escaldo para llegar hasta ahí ¿no? Cuando entró de nuevo el chico estaba sentado sobre su cama, viéndose tan fuera de lugar, usaba el mismo pantalón corto que el día anterior, unas botas que se veían sucias y desgastadas, con una camisa azul rey, por lo menos no era la misma del día anterior, pero su corto cabello estaba en una pequeña  cola alta – aunque parecía de esas bolitas que los zumos hacían con su cabello, una sombra en su rostro hacia notar el crecimiento de la barba y bigote, Daiki pudo ver que el chico tenía un piercing en la oreja, como el! Y un moretón adornaba su mejilla, por el golpe de Hikaru 
-Tomé tu numero del teléfono de Hikaru, no sabia como encontrarte, ayer… lo siento por lo del beso, yo no sabía que tu nunca habías besado a alguien- Daiki se sentó junto a el escuchando, preguntándose el por qué este chico lo buscaba - no quería ser grosero, en serio discúlpame, es más para que me perdones te he traído un regalo – del bolsillo de su pantalón el chico sacó una pulsera de colores, era una pulsera de hilos tejidos, a Daiki le gustaba porque era colorida; estiró la mano y el chico la colocó en su muñeca, cuando la mano del chico rozó su piel Daiki sintió cosquillas por todo el cuerpo, los vellos de su piel se erizaron y supo que por primera vez se había enamorado, y no de cualquier chico si no del chico que le robó su primer beso. Daiki asustado alejó la mano moviendo la cabeza hacia un lado, su corazón comenzó a palpitar un poco más rápido.
-Inoo, voy a casarme- no sabia el porque le dijo al chico, después de todo no era como si le interesara, total ellos acababan de conocerse; pero el chico lo miró confundido y su mirada gritaba “sorpresa”
-¿con quien, cuando y donde?-  el chico se levantó del colchón acercándose peligrosamente a Daiki, el cual solo se movió hasta chocar con la pared- me haces preocuparme por haberte robado tu maldito primer beso y luego me sales con que vas a casarte con alguien mas ¿estas jugando o algo así?- Daiki estaba asustado
-Yo…aun no sé…mi papá, yo….- su respiración se hizo mas rápida, incluso estaba híper ventilando-
-Daiki, lo siento- el chico estaba demasiado cerca, Daiki podía mirar mas detalladamente sus gruesos labios, el quería besarlo de nuevo, pero el chico se alejó sentándose de nuevo sobre la cama poniendo las manos entre las piernas y después golpeando el colchón junto a el indicándole a Daiki que se sentara junto a el, sin dudarlo lo hizo poniendo las manos en su regazo y aun con la cabeza abajo, por algunos segundos el silencio reinó en la blanca habitación
-yo también voy a casarme, pero no se cuando, donde ni con quien- Daiki miro al chico con interés y después bajo la cabeza de nuevo- ¿quieres que me case?- la pregunta lo confundió – cuando me case, te voy a invitar a la boda, ¿iras verdad?- Daiki no sabia que responder, de pronto se imaginó a Inoo frente al juez con otro chico que no era el, dándole un beso, Daiki no quería eso, el quería casarse con el chico que l dio su primer beso, solo negó con la cabeza para que su rostro fuera girado en dirección a su acompañante
-no quiero que te cases- no sabia porque lo había dicho- tu me diste mi primer beso, mi sueño era casarme con la persona que me besara, aunque me hayas me robado el beso eso no quita que eres el primero que me ha besado en toda mi vida. ¡No iré a tu boda a mirar como lo que me debería pertenecer se casa con alguien mas,  tu deberías estar conmigo!- Daiki estaba a punto de las lágrimas, la noticia no lo había hecho feliz
-y tampoco quiero que te cases con nadie mas, no quiero que alguien tan…puro como tu este con alguien que no lo merece, Daiki tu eres muy virtuoso, ¿quieres casarte con alguien de quien ni siquiera sabes su nombre?, una persona que seguramente querrá tener sexo contigo en su primera noche juntos, y esposo o no quizá sea un viejo pervertido y dime Daiki ¿Dónde queda tu sueño?- Daiki alargó la mano, acariciando la mejilla y barbilla del chico, sintiendo los vellos que raspaban su tersa piel, unió su frente con la de el y su castaño cabello se fundió en el apretado cabello azabache, rozó su nariz con la otra. El iba a casarse e Inoo también, ellos no podían hacer nada, pero Daiki moría por darle un beso.

Estará bien




Título: Estará bien
Autora: Yuzu-nyan
Fandom: NEWS
Pareja: TegoMass
Advertencias: M-Preg
Tipo: Drabble

“¡Cállate!”

“Sabes que sólo busco ayudar”

“¿Y de verdad crees que puedes?”

“No te pongas así… Yuya yo…”

“¡Taka… tú no tienes idea de lo que es tener a tú hijo dentro!”

Y siempre con ese argumento Masuda callaba, la sorpresa del embarazo de Tegoshi los sorprendió mucho a ambos, y a Tegoshi lo alteraba cuando le recordaban que ya tenía ocho meses. Se sentía feliz, claro, pero tenía obviamente demasiado miedo y dudaba aún.

Cuando le dijo la noticia, Masuda se escapó. ¿Era lógico, verdad? Su relación con Tegoshi se supone al menos para el mayor que no iba a ir más allá de salidas, decirse unas cuantas frases y palabras típicas de enamorados, tener sexo de vez en cuando hasta que se cansaran de ese ritmo. Masuda no esperaba más y no es porque no le quisiera o amara lo suficiente, era porque según sus clases de biología nunca podría pasar lo que le pasó a su ahora prometido.

Tegoshi batalló los primeros cuatro meses del embarazo solo. Pues Masuda emprendió su huida sin dejar rastro, se apareció hasta ya tiempo después esperando a Tegoshi cuando este salía de su apartamento una tarde, pidiéndole perdón y le aseguró hacerse cargo de él y de su bebé, juró casarse con él para que no dudara. Ahora se daba cuenta de que no era tan fácil como pensaba. Pero sólo era el inicio.

Tegoshi por su parte no controlaba sus emociones, pero ¿Qué embarazada sí podía? Su rostro estaba pálido todo el tiempo, se le veía cansado y estresado. Se la vivía encerrado en su casa, bueno la casa que compartía con Masuda, el cual se iba a trabajar desde temprano, dejándolo solo. No podía tener muchas quejas de eso… Ni él ni Masuda querían que se expusiera al público en ese estado.

Después de esa discusión los dos suspiraron al unísono.

“Lo siento” Dijeron ambos y se sonrieron.

“Perdóname por ser un idiota que no te comprende lo suficiente, Yuya…”

“Perdóname tú por estar de mal humor, tú no tienes la culpa…”

Nuevamente una sonrisa se dibujó en el rostro de ambos, cambiada segundos después por una mueca en la cara de Yuya y un gesto de preocupación en Masuda.

“¿Qué pasa?” Preguntó bastante alterado el mayor.

“No es nada solo que… quizás este niño quiera ser futbolista” Masuda se emocionó y besó a Tegoshi dulcemente. Sería demasiado complicado, los medios serían un problema, su carrera también lo era, sin contar que ninguno de los dos está capacitado para cuidar a un bebé… Pero le hizo una promesa que no pensaba romper, aunque aún no sabía cuanta fuerza de voluntad requeriría para ello.

“Estará bien” Susurró Tegoshi, como si hubiese leído su pensamiento. Y en efecto de alguna manera así sería.


Chicas visiten el blog de Yuzu! Tiene buenísimos Fic, les dejo este drebble
Este es su link: Yuzu-Nyan