27 de enero de 2013

Just for you©


Just for you©

Lo sé la imagen no es muy sana xD

Capitulo 1

Welcome pain


Sus ojos se abrieron pesadamente, la luz le lastimaba, su cabeza dolía aunque, no tenía muchas sensaciones en su espalda baja, estaba entumecido.
-al fin despiertas- escuchó una voz pero no podía reconocerla, aun estaba mareado- ¿Estas bien?, te duele algo de seguro-
-n-no- contestó a la mancha enfrente de él.
-no podrás volver solo a casa, puedo pedirte un taxi- solo pudo negar levemente, su cabeza parecía pesar kilos.
De pronto recordó un poco, recordó como miles de sensaciones se produjeron en su cuerpo, como sentía este arder y voces, la suya y labios, labios sobre los suyos. Y manos, manos que lo acariciaban como justo ahora, esas manos tocaron sus rostro, acuñando su mejilla en la fría palma, asustado empujó al chico, Inoo Kei si no mal recordaba, le sonrió de manera amable, pero no correspondió, levantó las sábanas que lo cubrían, mirando su cuerpo desnudo lleno de marcas y en su estomago se hizo un vacío.


¿Qué es lo que acababa de hacer?
¿Por qué?


Pero lo recordó, recordó a ese pequeño y débil chico muriéndose de hambre postrado en ese sucio y descosido futón, y no pudo hacer más que tomarse los cabellos y gritar de rabia, causando una mirada de tristeza al chico que le acompañaba.
-Ryosuke…-murmuró con dolor mientras se apretaba el pecho, enterrando las uñas en el.
-Oye ¡no hagas eso, te lastimas!- el pelinegro le tomó las muñecas impidiendo que se hiriera
-Ryosuke…-murmuró con pena, ¿Cómo vería ahora a su amado hermano?; sus manos se aferraron a la espalda del chico desconocido, hundiendo la cabeza en su torso, mientras este le acariciaba la cabeza, tratando de calmarlo.        
-tranquilo, todo está bien, tranquilo- le besó el pelo, causando que el llanto se agudizara.


Miseria, maldita pobreza, maldita vida


-¿Dónde estabas?- sonrió de lado al escuchar la voz de su hermano, no recordaba en donde había estado, ni cómo fue que llegó a su casa, sano y vestido, solo recordaba el haber llorado en brazos de un chico, mientras su desnudo cuerpo era reconfortado por esos brazos ajenos
-Ryosuke…- lo abrazo con fuerza, sintiendo la culpa llenarle el alma- Ryosuke- repitió besándole la frente- te amo- le besó la nariz, confesando el cariño hacia su hermano, dándose el valor para seguir y no echarse a llorar de rabia.

-Daiki ¿estas bien?- le tocó el rostro- estas muy frío, ¿te sientes bien?- Arioka le tomó la mano llevándola hasta su pequeño y viejo abrigo para que el menor sacará lo que había dentro.- ¿de dónde lo sacaste?- preguntó atónito al ver la cantidad dentro del sobre, jamás había visto tal cantidad junta, más que en los recibos de sus deudas
-mañana, pagaremos un poco, la próxima semana, la próxima semana, te juro Ryosuke, que saldremos de todo, te compraré una silla  e iras al colegio como los demás chicos- ambas miradas estaban brillosas de la emoción de solo imaginarlo.

“saldremos de todo”






-hola- un chico pelinegro de ojos exageradamente rasgados de sentó frente de el; era su primer día de grabación, estaba nervioso, cuando Inoo le llamó para confirmar la fecha su corazón se detuvo y su diafragma colisionó, estaba mas que nervioso, no quería, pero tenía que, Kei le había comentado sobre todo, estaba preparado en ese sentido, pero su voluntad se doblegaba. El chico al perecer era el camarógrafo y amante de uno de sus nuevos compañeros del trabajo.
-Okamoto Keito- se había presentado haciendo una reverencia y contándole el porque trabajaba ahí. Al parecer pagaba su matricula en la universidad, su novio también trabajaba en lo mismo para ayudarle con los gastos, Daiki pensó que ellos podrían haber buscado una solución distinta, pero habían elegido el camino fácil, mientras que el estaba desesperado, intentando pagar una deuda que día con día crecía.

Era su primer video, su debut, y estaba casi siendo obligado a grabar, cuando Takaki Yuya, uno de sus compañeros, se encontró con el en la sala de grabación, una recámara, Daiki intentó evadirlo y se negaba a ser tocado, algo en la mirada fría de este chico le causaba miedo, otro chico, Hikaru Yaotome, el novio de camarógrafo fue el segundo en intentarlo, pero lo miraba de una manera tan sugestiva que de nuevo Daiki sintió temor, esperaba que fuese despedido
 ¡Por Dios, era un prostituto y le tenía miedo al sexo!
Cuando las manos de los chicos se habían posado en el,
Arioka sintió repulsión, si sabía que el toque debería ser con malas intenciones, pero no esperaba que se sintiera tan mal.
Yabu Kota, encargado de la dirección de los videos y de los cuidados que se les daban a los chicos, suspendió la toma mientras Daiki estaba en un rincón de la cama, solamente con un boxer y una camisa blanca a medio desabrochar, realmente temblando de miedo, el no quería estar ahí grabando y vendiéndose, nadie se acercaba y el video esta a punto de ser cancelado. Sutiles pasos se escucharon antes de que su mentón fuera tomado suavemente
-Arioka-chan, ¿me dejaras cogerte?- las palabras pronunciadas en casi un susurro hicieron a su corazón pararse un instante, la mirada profunda de Inoo no le intimidaba como la de Takaki o Hikaru, más bien le revolvía el estomago de pudor, solo atinó a, mover la cabeza y en sus labios fue depositado un beso instantáneo antes de escuchar como las cámaras y las luces se prendían de nuevo,
Inoo lo recostó un poco comenzando a besarlo suave, demasiado suave, un beso lento sin prisas los labios cerrados su tercer beso oficial le era dado por la misma persona, el mayor movió la cabeza un poco haciendo que sus labios encajaran mejor y el ángulo de la cámara fuera perfecto para la grabación.
-abre la boca un poco- todo pasaba tan rápido pareciera que el pelinegro no quisiera separarse de sus labios, solo obedeció apretando un poco las sabanas que tenia abajo, su cuerpo tembló al sentir la lengua de Kei buscando la suya, pero él era inexperto solo se dejaba  hacer.
-solo muévela -cada palabra…esa voz
Sus manos las llevó al pecho del mayor intentando apartarlo un poco para respirar, lográndolo pero siendo atrapado de nuevo, Kei tomó las manos de este llevándolas detrás de su cuello
-tienes mi cabello, ropa y piel, sujétate de lo que puedas-
Sus piernas también fueron levantadas haciéndolo abrazarse a las caderas del alto, y su cuerpo dio un giro junto con el de su acompañante quedando ahora el arriba, pero él no se soltaba se encontraba prendido a Kei disfrutando ahora inconscientemente de ese beso, olvidándose de toda la gente que estaba alrededor, Inoo le beso las mejillas después la barbilla bajando a su cuello, desabrochándole lentamente cada botón, el miedo estaba de lado ahora
Y antes de darse cuenta ya estaba siendo embestido gentilmente por el pelinegro
-¿te duele?- le preguntó antes de empujar hacia adentro, alcanzando a gemir bajo
-hmn…no~-
No dolía, en lo absoluto, se sentía bien, las manos, las grandes y frías manos de Inoo se sentían bien sobre él, no marcaban la piel como las de Takaki, ni le herían como las de Hikaru, su entrada no punzaba, y las lagrimas que le salían eran de placer, su primera vez oficial no dolía, incluso hubiese gemido más alto si no fuese por el grito que les pedía que cortaran la escena, pero esa voz fue ignorada, hundió el rostro en el colchón y sintió como el pecho de Kei se pegaba a su espalda
-no ocultes la cara…ellos… necesitan esa toma más que nada, vamos~ mira  a adelante y dime como se siente- el aliento caliente en su oreja era algo que se sentía bien, y ahí estaba ese punto que odiaba, que había comenzado a odiar desde ese momento, el punto en el cual quería gritar y pedir por mas, mas fuerte más rápido, más duro, odiaba el hecho de sentir placer por algo tan sucio, tan depravado, tan bajo…
La toma terminó cuando él se corrió y el mayor se corrió en su rostro
Asco
El final fue tan asqueroso, se preguntaba por qué en las películas pornográficas tenía que ser así
-¡Bienvenido!-
La frase fue pronunciada por los presentes, pero su cuerpo no se movía, se quedo estático en el colchón los ojos se le llenaron de agua y sus mejillas se empaparon arrugo las sabanas envolviéndose en ellas, y así fue cada una de las veces siguientes; cuando las luces se apagaban indicando el fin de las grabaciones el solo podía envolverse en las sabanas y llorar…llorar porque no podía abandonarlo, no ahora, lloraba solo, o eso creía





Ya llevaba  tres meses en ese trabajo, había grabado solamente tres videos en ese lapso, aunque él sentía que se había acostado con media ciudad, pero por video ganaba casi lo que en sus tres trabajos durante el mes, por el serian más videos pero su cuerpo no resistía, después de tener sexo le dolía todo y era obvio, el primer video lo grabó con Kei aunque  todo fue suave  su trasero dolió dos días por lo que no pudo salir a repartir el diario y fue despedido, los trabajos de mesero y lavaplatos no eran problema, no hasta el segundo video, Hikaru era un verdadero sádico sexual, que más que por el sadomasoquismo, prefería los golpes, cadenas, esposas y otros métodos de tortura,  así que después de la filmación sus muñecas tuvieron que ser vendadas y al tener un labio roto y una mejilla magulladas a causa de las mordidas y golpes fue despedido del segundo trabajo por pandillero, el tercer video fue el que terminó el problema, Takaki era violento y gustaba del sexo duro, además que en el video debían representar una violación, Daiki dudó que fuese una actuación por que literalmente fue violado, durante la filmación su espalda y brazos fueron tomados con demasiada fuerza y las llagas en sus muñecas aún no sanaban a causa del detergente, sus brazos se encontraban débiles y en una noche mientras transportaba platos para lavar estos flaquearon haciendo que la pila que cargaba cayera destrozada al suelo.
Aun con deudas, sin tiempo, fuerzas, ni trabajo, decidió dedicarse a la prostitución totalmente, por lo menos su equipo de trabajo era el mismo, el sexo un tanto placentero y la paga mejor, el método cambio, ahora no solo era sexo, también tenía que aprenderse un pequeño guión, los videos se hacían más extensos y descubrió que también podía dar “servicios especiales”, pero nunca lo hacía, apenas y podía hacer un trío con sus compañeros, y era más que vergonzoso, escuchar cómo se decían obscenidades como se tocaban sin pudor, se rehusaba a ser tocado por alguien que no fuera de su empresa, el mal hábito no era propio, cada que la pareja le era asignada Kei corría con el director a entrometerse en la planeación, la voz de Daiki no se escuchaba en el estudio no tenía ni voz ni voto, no se quejaba ni opinaba, solo hacia lo que le era ordenado.

Cuarto mes de trabajo

Habían acabado algo tarde a Yabu le había dado por hacer un “ensayo” decía que no todo era sexo y se había cerciorado de que todos supieran sus diálogos y las  partes de sexo que no eran tan improvisadas, Daiki caminaba detrás de todos sus pies temblaban por el frío, la única chaqueta que tenia se la había dejado a su hermano, caminaba a paso pausado incluso su cabello estaba cubierto de una delgada capa de nieve, su piel más que pálida incluso astillada por el frío, usando solo una camisa sencilla, sintió peso sobre sus hombros, miró a su costado encontrando la sonrisa de Inoo cerca de su cara y sus manos posarse en sus hombros colocándole una chaqueta negra.
-debes tener frío- comentó sonriente, Daiki solo le miraba… una mirada silenciosa, no había gestos en ella. Había algo en el chico que le intrigaba, Inoo siempre estaba muy cerca de él, sonriéndole y explicándole la mecánica de ese trabajo, pero Daiki aun no sabía el por qué el chico pertenecía a la empresa, para todos parecía ser demasiado normal acostarse unos con los otros.
-¡vamos a beber!- gritó eufórico Hikaru abrazando de la cintura a su camarógrafo, los demás le siguieron desviándose del camino.
-¿no irás?- le preguntó el pelinegro, el otro  solo negó con la cabeza
-lo siento, tengo que cuidar de mi hermano- se quitó la chaqueta devolviéndosela
-Oh no, puedes quedártela- Daiki se reverenció en forma de agradecimiento- si quieres puedo acompañarte- comentó ansioso
-no es necesario, hasta luego- algo desesperado el menor comenzó a caminar, pero la exposición a la baja temperatura comenzaba a hacer efecto, sumándole el hecho de que el chico estaba débil por lo que caminar un kilómetro a su casa en esa condiciones a altas horas de la noche no le hacía bien, antes de que su rostro fuera a dar contra el piso, su cintura fue sujetada, Inoo le ayudo a sostenerse.
-parece que hoy conoceré tu dulce hogar- fue un comentario sarcástico, pero el solo pensarlo coloco un vacío en el estomago del castaño   
¨”dulce hogar”
Su casa definitivamente no era un dulce hogar, aquel pequeño cuarto de 4 metros de largo por 4 de ancho con un pequeño baño y techo de cartón no era un dulce hogar, quizá algún día lo fue, antes de las deudas y del accidente de Ryosuke, pero ahora con su hermano tirado en un futón todo el día, sin poder moverse y él, ahora prostituyéndose, eso no era una dulce vida.
Pero eso cambiaría
Era lo que Arioka tenía contemplado, ya había pagado los intereses de la hipoteca, eso le quitaba un peso de encima con la paga de ese mes comenzaría el tratamiento de Ryosuke, y se pondría al corriente con las deudas, vaya error, un pequeño error de cálculo, más bien de perspectiva
¿Quién iba a pensar que ese día al llegar a su “dulce hogar” lo que encontraría era a su hermano en la calle con 2 pequeñas cajas de cartón donde estaban sus pertenencias?
En ese momento poco le importó el estar enfermo, poco le importó la compañía, lo único que pudo hacer fue correr a donde el pequeño estaba sentado llorando
-nos han embargado- susurró entre el llanto
¿Embargado?, sonaba como si les hubieran quitado una fortuna. Y así era, era su fortuna lo único que tenían    
Kei solo los miraba, dos inocentes ahora en la calle, como ratas mendigando, y de nuevo era espectador del llanto de Daiki, esas gotas que él no soportaba ver salir de esos puros ojos

-Daiki, se llevaron mi silla- las lagrimas caían más gruesas, ¡maldición él había estado vendiendo su culo por eso! Por sacarlos de todo
-¿dormiremos en la calle?- inocentemente preguntó Ryosuke
Daiki no sabía que decir, el dinero se le había ido en pagar los malditos intereses, dinero botado, ya no tenía nada ni el dinero ni su casa. El dormiría en la calle, lo hizo muchas veces, pero no Ryosuke, su querido hermanito jamás. Su llanto se agudizó cuando supo que hacer, se levantó y con el paso pausado ahora más que por el frío por vergüenza caminó hacia el mayor
-Inoo-san, yo…yo, tu, esta noche- Kei solo miraba el rostro de Daiki, su mirada que se dirigía a todas partes menos a él, sus mejillas mojadas, pasó una mano por ellas tratando de secarlas y cuando Daiki pronunció la frase en su oído su cuerpo se paralizó, sonrió con algo de amargura y antes de que pudiera pensarlo, tenía a Ryosuke en sus brazos, caminando hacia la parada de autobús más cercano
-¿te quedarás ahí toda la noche?- preguntó sin mirarlo- tu hermano tiene frío- su voz era golpeada, seria, fría
El menor tomó las cajas comenzando a caminar detrás de él, durante el camino Kei no habló con nadie, Daiki no preguntaba nada solo le obedecía
-¿Quién eres?-cuestionó Ryosuke a su transportista
-un amigo- el chico decidió no volver a preguntar nada, mientras miraba a su hermano caminar detrás de ellos con la cabeza hacia abajo. Pronto llegaron a una pequeña calle, casas sencillas formaban una fila en el vecindario.
-saca la llave qué está en mi bolsillo y abre la puerta- espetó Inoo, Daiki solo obedeció, y sus ojos se abrieron al ver a uno de sus compañeros de trabajo en el sofá de esa casa besando a aun chico más pequeño, alguien desconocido para el
-¡Yuri!- algo enfadado el mayor le reprendió
-¿Daiki?- el chico alto y rubio le miraba extrañado
-¿le conoces?-preguntó el pequeño de cabello negro
-si, él es...-
-mi novio- Kei interrumpió ganándose que todos le miraran extrañados- Yuri prepara un futón, el hermano de Daiki dormirá contigo hoy, Takaki lárgate de mi casa y Daiki ven conmigo- 
-¡¿Qué esperan?! ¡Muévanse!- irritado gritó, causando temor en los menores,
 Yuri solo abrió la puerta despidiendo al chico rubio, Daiki le sonrió a Ryosuke antes de darle un beso en la frente y seguir al pelinegro a su habitación, mirando como Yuri se acercaba sonriente a su pequeño hermano. Entró con miedo al cuarto de Kei, mirando a su alrededor, una cama, el closet, un escritorio, un televisor, un gran espejo, Inoo mirando por la ventana
-¿Qué se supone que fue eso?- dolido, Kei estaba dolido, se notaba en su mirada- Daiki, ¿te me ofreciste? 
Quizá sonaba un poco exagerando, tomando en cuenta que su trabajo, pero a Kei le dolía el hecho de que Daiki se acercara a él solo para venderse, ¿no confiaba en él?, ¿no había sido lo suficientemente claro? El quería ayudar a Daiki, pero no buscaba nada a cambio, cuando Daiki pronunció desesperado la frase “déjame dormir contigo esta noche” en su oído el no pudo aclararse la mente, Arioka también lo  había tocado, dejando más que en claro la insinuación, aunque su tono era bajo y vergonzoso Kei sabía a lo que Daiki se estaba refiriendo. Miró al chico que solo mantenía la  mirada baja, mientras las lágrimas salían de nuevo, cayó de rodillas al suelo pidiendo perdón. Inoo se acercó hasta el envolviéndole en sus brazos, intentando calmarlo, le dolía también, Daiki parecía tan miserable, lo apretó mas fuerte pero el llanto no cesaba, tomó del mentón a Daiki acercando sus rostro y antes de pensarlo ya lo estaba besando, el llanto se detuvo, y una sensación de calidez embriago su ser, era la primera vez que era besado fuera del estudio, la primera vez que no le pagaban por un beso. Un beso puro, limpio de lasciva, de lujuria

¿Un beso de amor?



Tada! Babies, Yo no quería continuar esté fic por que ya lo había olvidado y había perdido los adelantos que tenía, sin embrago *-* los encontré así que se los dejo. Comenten muchito ©
Espero que les guste; Atto: Paoo Inoue ©


10 de enero de 2013

Mama to papa SP



Mama to papa aishiteru (Extra)
Extensión: Two-shot
Género: ._. lemon y obviamente no yo lo escribí además creo que es shonen-ai
Perejas: Yamajima, KamePi & Akame
Autora: Marianarashi & Paoo Inoue
Revisión y edición: Marianarashi & Paoo Inoue
Dedicatoria: Yo se lo dedico a Mariana, realmente ella hizo todo el trabajo de escritura yo solo revisión y edición, un gusto trabajar con ella
También se lo dedico a las amantes del Yamajima; esto no estaba contemplado, pero estamos a unos capítulos de terminar Mama to Papa y quiero hacer lo posible para posponer el final ;w;



Las piezas del jarrón volaron hacia todas direcciones, Kamenashi apenas y pudo cubrirse
¡¿Qué te pasa?!- gritó exasperado
¡Lo odio, te odio!- esta vez los cojines volaron hacia la cocina
-¡Ryosuke cálmate!- intentó acercarse en vano
-¡no! ¡Eres un defensor de fenómenos!-
-¡tú también eres gay!- le reprochó
-¡pero no soy un…un…eso!-
-Daiki solo esta embarazado- contestó Kazuya un poco más calmado- Ryosuke, pudiste lastimarlo, es algo inusual pero no es culpa de Daiki-
-¿inusual?- bufó el castaño- ¿sabes que es inusual? El hecho que lo defiendas, eso es inusual, papá- recriminó apretando los dientes-
- nadie te da derecho a lastimarlo- el semblante de Kamenashi era sombrío
-Tú también eres gay papá, dices que mamá se fue, pero nunca ha llamado, dices que me ama, pero nunca la he visto, no sé quien es ¿soy adoptado? ¿Soy un bastardo?-
-eso no tiene que ver con el tema, Ryosuke Yamada-
-Yamada…- el chico hizo una mueca rara antes de tirar una estatuilla hacia la pared- ni siquiera tengo tu apellido, dices que era el de ella,  pero no tengo ni un familiar con el mismo apellido-
-era huérfana- la mentira saló rápidamente de sus labios-
-¿huérfana? ¿No tienes una excusa mejor?-
-Ryo…- Kamenashi temblaba de miedo- yo…Ryosuke-
-¿Por qué no me dices la verdad? Dime que no hay una mujer en este mundo que sea mi madre- Los ojos de Kamenashi se abrieron de sorpresa y terror y justo cuando iba a justificarse con más mentiras Ryosuke tomó otro jarrón lanzándolo al suelo, gritando su frustración

>>Maldito fenómeno, no me eches la culpa cuando fuiste quien me provocó- Kame tenía la vista hacia abajo,  mientras lágrimas de dolor rodaban por sus rojas y magulladas mejillas, fue halado del cabello causando que gritara de sufrimiento
-me lastimas- sus manos trataban de apartar las que estaban en su cabello en consecuencia fue arrojado al suelo y después su Yukata fue levantado y unas manos se colocaron sobre su vientre, apretujando con fuerza-¡me lastimas!- repitió con fuerza. Momentos después un hombre adulto entró a la habitación, llevando unos papeles con él.
-Akanishi-sama- el hombre hizo una reverencia antes de continuar- el chico tiene razón, él está esperando un niño. Kazuya sintió como su cuerpo se volvía una bola de masa y la fuerza abandonaba su cuerpo.
-sácalo- ordenó el joven enfrente de el
-oh señor, no puedo hacerlo-
-¿me desobedeces?- Preguntó con una mirada asesina
-no señor, pero el chico moriría si así lo hiciera, además es su primer heredero, no puedo asesinarlo, piénselo-
La cabeza de Akanishi dio un giro, dirigiendo la vista hacia el tembloroso cuerpo de Kazuya, una mirada maliciosa bastó para que Kamenashi se arrepintiera de haberle dicho.
-Te quedarás encerrado aquí y cuando tu bastardo nazca yo seré el nuevo jefe del clan, ¡oh mi hermoso Kame! Tu estupidez me hace tan  malditamente feliz-
El chico  no decía palabra alguna, solo el miedo corría por sus venas, el solo era un sirviente en esa casa, necesitaba el trabajo para pagar la universidad, pero cuando el señorito se metió a su cama esa noche todo cambió, estúpidamente se había enamorado y sin tomar en cuenta las consecuencias de sus actos se había entregado a él.

Días pasaron y apenas comía, la habitación que un día fue el lugar más amado para él, ahora era su prisión, estaba tan resignado, su vientre crecía día con día, mientras el hombre que una vez amó lo repudiaba por su estado.
Una noche escuchó ruidos afuera de su habitación y después algunos disparos, tembló de miedo, no quería morir; en la mansión del clan muchas veces escuchó y presenció tiroteos, al parecer alguien violó la seguridad y había entrado en la casa.
-mi bebé- murmuró, tomando conciencia de que ahora no estaba solo y que nunca más lo estaría - ¡Ayuda!- gritó golpeando la puerta -¡Ayúdenme por favor!- sus lágrimas corrían por su rostro mientras rezaba porque alguien lo salvara; él quería tener a su bebé en brazos, no quería morir en el lugar y menos permanecer ahí, se arrepentía de no haber cuidado su cuerpo en todo el tiempo de su encierro, porque estaba tan débil.
Un disparo sonó justo al lado de su cabeza, la cerradura cayó hecha trizas mientras un joven entraba a la habitación. Kamenashi pudo observar la placa de policía antes de que el chico se presentara
-Soy el detective Yamashita, ahora salgamos de este podrido lugar-
Fue todo lo que pudo escuchar antes de desmayarse en brazos del guapo desconocido. <<

-¡Kazu! ¿Qué huracán pasó que ni lo sentí?- un grito sarcástico salió de su boca al mirar toda la porcelana regada por la sala.
-Ryosuke pasó- contestó lanzándose a los brazos de su pareja- bienvenido a casa Tomo-chan
-¿Cuándo le dirás, Kazu?- preguntó ágilmente, en algunas ocasiones odiaba esa pate tan perspicaz de Tomohisa- Es injusto y el necesita saber- murmuró a su oído
-El ya lo sabe Tomo, por eso tiene miedo, Ryosuke no es tonto, y se parece cada día más a él. ¿Cómo voy a explicarle que tiene un apellido extraño por protección?, Yo sé que EL está ahí, buscando a mi hijo, no quiero recordarlo pero, cuando miro a Ryosuke, no puedo evitarlo- apretó los dientes, hundiendo la cara en el cuello de Yamashita.
- no lo va a encontrar Kazu, aun si sabe de ti, nunca sabrá de Ryo- Yamashita lo tomó de las mejillas uniendo sus frentes y besando su nariz



Después de la conmoción Ryosuke se encontraba en su escritorio, estaba concentrado en hacer su tarea, dolorido por los hematomas en su rostro. Estar castigado y con dolores no era una excusa para no hacer sus deberes; de todos modos tenía que ir a su escuela y hacer las tareas en el hogar. Era lo malo de ser hijo de su profesor.
Días después estaba sentando en su mesa banco de la escuela ignorando a los de su salón, su mirada estaba fija en la ventana, viendo a los estudiantes caminar de un lado a otro, y no faltaban las parejas que estaban platicando y haciéndose cariñitos. Mientras Yamada estaba teniendo esa vista, no se dio cuenta que alguien más mantenía la mirada fija en algo, y ese algo era a él.
El tercer periodo de clases terminó, dando inicio al descanso; Ryosuke salió del aula de clases y se dispuso a ir a la azotea, quería razonar un poco lo que había pasado con su padre en días anteriores. Pasó por los pasillos viendo al chico Casanova del salón con una jovencita de un grupo mayor, le molestaba, le molestaba demasiado, no lo soportaba; lo pasó de largo pero este lo detuvo.
-¡Ryosuke! - Yamada rodó sus ojos y luego volteó a verlo, odiaba que le hablara por su nombre.
- ¿Qué quieres Nakajima-kun?- contestó de mala gana, el solo verlo lo ponía de mal humor.
-pequeña te veo después – habló el alto dirigiéndose a la chica que tenía enfrente, aquella se fue y Yuto caminó hasta donde estaba Ryosuke - ¿me prestas un poco de dinero?
-¿¡eh!? - *¡ha! Eso era absurdo ¡solo por eso me hablo!* pensó Yamada- no tengo, ahora si me disculpas me tengo que ir- y giró sobre sus talones para seguir con su camino; Yuto solo se quedó viendo la espalda del chico y el pasillo en donde desapareció.
Era lo mismo cada día, correr detrás de Ryosuke para recibir insultos y maneras poco sutiles de rechazarlo ¿Cuánto había estado tras sus pies?, quizá medio semestre, pero no podía evitarlo, Ryosuke tenía algo que le llamaba no sólo su cara bonita o su buen cuerpo, no, raramente eso no era lo que causaba la atracción, y no tenía que pensar mucho para averiguar lo que era, definitivamente lo sabía, lo que mas le gustaba de Ryosuke era su parte difícil, los coqueteos no funcionaban con el y cada vez que era rechazado por el mayor Yuto sentía mas ganas de poseerlo. Y sabía que pronto lo haría.


Ryosuke se sentía con mucha adrenalina, con solo que le ese dirigiera la palabra tenía ganas de golpearlo; se recargó en la reja que había en la azotea, cerró sus ojos y comenzó a analizar lo que había pasado con su padre y las razones por las cuales actuó de esa manera, era demasiada presión.
-Te odio - dijo aun con los ojos cerrados
-¿a quién, a mi? - escuchó tan cerca esas palabras, sabia de quién venían, así que solo atinó a abrirlos y se encontró con el rostro de Yuto viéndolo directamente a los ojos, Ryosuke, incapaz de siquiera moverse sólo volteó su cabeza para no verlo.
-¿Qué quieres? -contesto frió, aun evitando la mirada.
-¿me odias, a mi? - Yuto usaba su tono de berrinche con él, mostrando un puchero de labios demasiado exagerado, moviendo su cabeza para quedar frente a la de Yamada otra vez, este solo lo retó con la mirada, pero Yuto se acerco a él y le plantó un rápido beso en sus labios, Ryosuke solo abrió mas sus ojos en par para luego tomarlo de los hombros y empujarlo.
-¡¡eres un idiota!! - el mayor tomó sus cosas y se fue de ahí, quería irse lejos, no lo toleraba, le odiaba. Estando por los pasillos comenzó a correr hasta llegar a su salón de clases, guardo sus cosas y salió de ahí, quería alejarse totalmente de ese lugar.
Los días pasaron, y las acosadoras palabras de Nakajima lo están confundiendo, ya no soportaba mas, no sabía lo que realmente sentía por Yuto, lo odiaba o... le gustaba? Se dirigía a la oficina de maestros a entregar unos papeles que su maestro-papá de ciencias le había pedido, camino por los pasillos, cuidando a que los papeles no se le cayeran.
Nakajima estaba sentando en una banca con uno de sus amigos, halaban normal hasta que la figura de Ryosuke paso por esos pasillos, se veía pensativo.
-¿a donde ira?- susurró para si mismo, viendo el gracioso caminar del chico.
-¿me estas escuchando!? -comentó su amigo
-eh? ah! perdón ... decías?- contestó volviendo la cabeza hacia su compañero
-¿Yuto que te está pasando? últimamente estás en tu mundo... no me digas que te enamoraste de unas de tus muchas "presas"  - la última palabra la dijo poniendo sus dedos como diciendo "entre comillas"
- . . . eso creo - siguió viendo a Ryosuke que acaba de tropezar con alguien haciendo caer las hojas que llevaba
-¡te lo dije! -exclamó- este juego te terminaría enamorando de una
-creo que... Tenías razón - volteó a ver a su amigo y le dio una sonrisa.

Después de haber entregado el papeleo y recibir un regaño por no fijarse por donde caminaba, decidió ir a su lugar favorito, la azotea, subió las escaleras, llegando ahí se fue a recostar en una banquita , recordó que hace días había pasado con Nakajima, eso lo hizo sonrojar y apretar más sus ojos, puso sus dos manos en su rostro, una en cada ojo, quería estar seguro de lo que sentía, ¿Cómo en tan poco tiempo puedo enamorarlo?, si antes lo odiaba, le repugnaba saber que había estaba con tantas mujeres, nunca quiso caer en su juego, pero fue débil. Siguió pensando de todo un poco pero algo hizo abrir sus ojos, ya no sentía la fría brisa en sus labios, ahora solo era... calidez. Abrió sus ojos y se encontró con el rostro de Yuto,  demasiado cerca, el…lo estaba besando, de nuevo…. se sentía tan bien, ahora si, definitivamente quería probar un poco mas de esos labios, correspondió al beso, haciendo que Yuto abriera los ojos, pero al momento de verse los cerraron con lentitud, disfrutando de ese beso que poco a poco iba subiendo de nivel, abriendo la boca, permitiendo que sus lenguas se rozaran en  una sublime y sensual danza; Nakajima se subió al cuerpo de Ryosuke sobre la pequeña banca de concreto, eso hizo razonar al castaño, cortó el beso y abrió sus ojos, los dos estaban completamente sonrojados, era la primera vez que se veían así. Tan de cerca de una manera demasiado transparente, la verdad fluía por sus miradas.
-e-esto no está bien- dijo Yamada moviendo a Yuto para poder sentarse en la banca.
-no, no está bien querer hacerte eso en este lugar- acordó el chico
-¿eh? - *acaso está jugando conmigo*- Yamada abrió los ojos con sorpresa
-saliendo de la escuela ven a mi casa- susurró Nakajima sobre sus labios, viéndolo de una manera que solo se traducía como sincera y sin vacile; el corazón de Ryosuke estaba al mil ¿acaso el quería...?
- te espero en la salida - dijo Yuto para después pararse e irse del lugar, Ryosuke seguí en shock, se había besado con el Casanova de toda la escuela, ahora era uno más en su lista. Aunque dentro deseaba que no fuese así y tenía una leve esperanza de que fuera así. Tomó su celular enviando un mensaje de texto.
>>Papá, vete sin mi, quedé con alguien después de clase. Ryosuke<<



Las clases terminaron, estaba tan nervioso que no había prestado atención a ninguna asignatura. Salió de la escuela,  casi corriendo deseando no ver ni a su padre ni ha Nakajima. Caminó tranquilamente después de salir del edificio, pero una voz le hizo poner su piel de gallina
-¿a dónde vas? - pregunto Yuto, mirándose un poco confundido - ¿no vendrás conmigo?- un poco de decepción se escuchaba en su voz
-ah~ lo había olvidado - rió tontamente, claro que no lo había olvidado, lo estaba evadiendo
- por aquí - Yuto caminó frente a Yamada para que este lo siguiera, cruzaron unas calles, pasaron por un puente, Ryosuke a penas notaba el camino, cuando salió de su ensoñación ya habían llegado al lugar en donde vivía una casa enorme, con un aspecto demasiado tradicional, entraron, estaba más que nervioso y eso se le veía en la cara, Yuto lo tomó de la mano y subieron las escaleras, y entraron al cuarto de la izquierda, el cuarto de Nakajima.
Yamada se había quedado parado ahí sin verlo a la cara, eso hizo reír al pelinegro, lo tomó por los hombros y le susurró al oído
- no te preocupes no hay nadie en casa- esos hizo poner más nervioso al bajito.
Después de decirle aquello lo comenzó a besar, Yamada estaba demasiado tensó correspondiendo retrasadamente al beso, Ryosuke dejó caer su maletín para poder enredar sus brazos en el cuello del más alto, parándose de puntillas comenzó a besar de forma más apasionada al menor, los nervios se habían ido ahora solo quería ser de él. Nakajima lo pegó contra la pared para comenzar a tocarlo, comenzó frotando su cintura, después su pecho y comenzó a mover sus dedos en los pezones, sobre la camisa del mayor, sacándole ligeros jadeos a Ryosuke, dejó de tocar esa parte para ir bajando, tomó una de sus piernas e hizo que la subiera para el poder tocar mejor su parte baja, frotó perezosamente por encima del pantalón, luego bajó el zipper para sacar el semi-despierto miembro de Yamada; Yuto dejó de besarle los labios  para bajar la boca en dirección al cuello.
-Na-Nakajima-kun -gimió el castaño, ese gemido despertó miles de emociones en Nakajima, dejó de hacer cualquier movimiento y lo  dirigió hacia la espaciosa cama acostándole sobre el colchón, para después posicionarse encima de él, regresando a besarlo y a desabotonar el chaleco de uniforme que llevaba, Ryosuke hizo lo mismo y también, sus manos temblando de anticipación, comenzando a desabotonar la camisa blanca para poder tocar un poco su pecho. Nakajima tomo la corbata de este con la boca viendo el rostro de Ryosuke desde abajo, quería ponerlo un poco mas despierto, terminó de jalar la corbata, se sentó en las caderas del bajito y con una mirada seductora se quito la de él, Ryosuke no soporto mas así que cambio posiciones comenzando a besarlo, pasó sus labios al cuello de este, lamiendo, mordiendo, y succionando dejándole marca a aquel suculento cuello, quizá eso significaría algo, si iba a ser usado que el mundo supiera que lo hizo bien. Pasó sus labios por el peso de este y comenzó a besarlo, con la mano que tenia libre bajó sus toques a la miembro del alto, sacándole un ronco gemido, imitando los movimientos del pelinegro le quitó el cinturón con su boca, pasando sus labios por el despierto miembro de Yuto.
-ahh Ryosuke- gimió el alto, para después volver a cambiar de posiciones, quedando como al principio, Yuto le quitó el cinto y lo arrojó por alguna parte de la habitación, escuchando el golpe de este a caer, desabotonó el pantalón para después bajárselo junto con su ropa interior, lamió toda la extensión del pene de Ryosuke, para después tomarlo entre sus labios, comenzando a succionar.
-Uhgm, ah… Y-Yuto- gemía una y otra vez, no podía reprimir su voz, era tan excitante tener a Yuto en su chupándole. Nakajima lamía el miembro de de Yamada, disfrutando de saborear el pre-semen de este, así que continuó.
-Yuto-kun ahh... tócame, ¡tócame más!- exigió el menor así que Yuto con una de sus manos comenzó a tocar uno de sus duros pezones.
-eres muy exigente- dijo Yuto con una ligera risita pero sin dejar de tocarlo, Ryosuke no dejaba de mover sus caderas al compás de las succionadas de Nakajima, así dejo que su semen se esparciera por toda la boca del más alto, sonrojándose al instante
-l-lo siento- Yuto no contestó, solo negó con su cabeza y tragó todo lo que aun tenía en su boca, para después  dirigirse a la boca de Yamada, besándose salvajemente, mordiéndose mientras se seguían tocando, se separaron por la falta de aire, en esos instantes Yuto se dirigió a su oído para poder susurrarle algunas palabras
-Eres el primer hombre con el que estoy... Y hasta ahora has sido el mejor de todas- Ryosuke no sabía si enojarse o estar feliz lo único que atinó a hacer fue decir su nombre en un jadeo, Yuto mordió su lóbulo para después dirigir sus dedos a la boca de bajito, los pasó por un costado de este, se encontró con su caliente y comprimida entrada, tuvo una mejor idea así que quitó sus dedos del lugar y su cara se fue bajando hasta quedar frete a esta.
-Yuto, ¿que estás haciendo...?- Jadeó al sentir la respiración cerca de botón de nervios; Sin contestar a la pregunta  el chico introdujó su lengua en la cavidad del mayor - ohm... ah - no podía soportar no gemir estaba deseoso de sentirlo -*sus ojos, sus manos, sus labios...su lengua, todo él es perfecto*-pensó el mayor, pero luego la loca idea de que le pueda pasar algo se le vino a la mente.
-Yuto-kun... te puedo uhhm pedir un favor - dijo la frase jadeando, tratando de captar la atención del chico. Yuto sacó su lengua de ahí  para después verlo a la cara con cara de duda.
-¿podrías ponerte... eso?... ya sabes..- hizo un ademán con las manos. El ceño fruncido daba a entender que no entendía.
-¿podrías usar protección?- susurró un poco más calmado
-¿quieres que usemos condón? - asintió tímidamente, Yuto solo lo miro con cara extraña pero de todos modos le hizo caso, abrió uno de sus cajones y esculco un poco para después sacar uno, lo abrió y sacó de su empaque, mostrándoselo a Ryosuke. Una sonrisa traviesa atravesó su rostro.
-¿si tú me lo pones?- dijo Yuto con un tono de seducción mientras le dirigía una mirada de deseo al mayor; Invirtieron posiciones Ryosuke tomó el miembro de Nakajima e iba poniendo lentamente el objeto en el, una vez que estaba ya puesto Ryosuke sin previo aviso lo introdujo en su boca
-¡mierda! Nakajima soltó un gemido, tomó a Yamada de los hombros y lo giró sobre la cama, bajó hasta donde él había quedado y le dio un beso para que Ryo se subiera más a la cama, así que eso hizo, Yuto bajo y vio su entrada.
-creo que ya estás preparado- le hecho una mirada de lujuria, se posicionó entre las piernas de Yamada frotándose contra el.
- No sabes cuanto te deseo- habló en su oído y se fue introduciendo, sacándole gemidos  de placer y dolor a Ryosuke, una vez ya dentro se quedó sin moverse unos momentos hasta que el castaño comenzó a mover sus caderas, comenzaron con el choque de ambas partes, sintiéndose daba vez más, Yuto tomó las cintura de Ryosuke para hacer más profundas las embestidas, escuchó el chillido de placer de Yamada, así que dio por seguro que había encontrado su punto, tomó la pierna de este y la acomodó en uno de sus hombros
-aah m-más.. Yuto-kun uhm más rápido- las embestidas se hicieron más veloces, a Yuto ya le estaban encantando las plegarias le daba, tomó a Ryosuke entre sus brazos para que quedaran los dos sentados, Yamada lo abrazó, arañándolo un poco pero era excitante tenerlo así. Por otro lado Yuto no aguantaría tanto, Ryosuke le estaba gimiendo en su oído, eso era lo que nunca en su vida podrá superar, sus angelicales gemidos, sollozando cuando se corrió entre sus cuerpos. Nakajima no pudo soportar y dejo salir su liquido dentro del preservativo, recostó  a Yamada en su cama, se quitó el látex de su miembro y lo tiró, para después acostarse a un lado de su ahora amante, tomándolo en brazos.
¿Como le pudo hacer para que ese ángel pudiera pecar?
Al despertar, Ryosuke se sentó en la cama, recordó todo lo que había pasado hace unas horas.
Unos gritos de la planta baja lo hicieron dar un leve brinco, dedujo que era Yuto peleándose con... ¿otro hombre? se vistió como había llegado, salió del cuarto, bajó las escaleras, vio a Yuto vestido con el uniforme, solo que sin su chaleco y unos cuantos botones no abrochados... pero acaso ¿estaba discutiendo con alguien?
-Te dije que no vinieras cuando mamá no estuviera- Espetó Nakajima.
-¿tiene algo de malo que este aquí? - comentó una voz gruesa con tono retador
-no te quiero ver, eso es todo- contestó con burla el chico
-entonces…. vete de la casa- e escuchó un poco más bajo
-¡NO ME IRÉ!- el grito de Nakajima resonó en el lugar- ¡ESTA ES MI CASA!
-¡error!- la burla se notaba mas aun en esta voz-  esta también es mi casa  - Yuto volteó a ver y se dio cuenta que estaba Ryosuke viéndolo con sorpresa. Yamada se quedó quieto.
-¡tsk! – chasqueó los labios se dio la vuelta y se fue directo a donde estaba Yamada, tomándolo de la mano, salieron de la casa, Ryosuke no le pudo ver la cara aquel... ¿señor?, tenia duda de quién era; Nakajima paró en seco  después de unas calles y soltó la mano del bajito.
-esto... lo que acaba de pasar... no le tomes importancia - le dijo mientras le daba una tonta sonrisa, su tono de voz había cambiado, ahora era seria y un poco mas ronca
-perdón por preguntar pero... ¿quien era él?
-mi padrastro... ¿caminamos?- Ryosuke se sorprendió no sabía mucho de la vida del otro, pero eso le preocupaba un poco, aunque ya habría tiempo para conocerse; Yuto iba caminando muy rápido, no podía seguirlo, su parte baja aun dolía
-Nakajima-kun... - hablo muy bajito pero pudo ser escuchado por el más alto
-¿te pasa algo? caminas muy lento- el alto le lanzó una mirada cuestionadora.
-es que...- comentó con voz tímida mientras agachaba su cabeza- es que aun me duele... no puedo caminar tan rápido-
-ah! - se había olvidado de lo que acababan de hacer- lo lamento, nos sentamos aquí - apuntó en la banqueta
-ah! s-si - los dos se sentaron, comenzó un silencio, no tan incomodo, pero era tan raro- ¿estas bien? – preguntó al ver a Yuto distraído
-lo lamento, es que... estoy un poco fuera de mi- Nakajima se veía tenso
-¿por lo de tu padrastro? - Yuto solo asintió con la cabeza-
-nos odiamos, el me odia por no sé que,  yo porque le quitó el lugar a mi verdadero padre...- eso fue lo único que habló sobre el tema, Ryosuke quería saber mas pero no se atrevía a preguntarle.
De nuevo surgió el silencio ambos miraban al frente sin mirarse, hasta que Nakajima cruzó un brazo sobre los hombros de Yamada pegándolo a el, Ryosuke se apoyó cómodamente, sintiéndose tranquilo mientras sentía un beso en su sien. Era el momento de que Yamada se fuera a casa, Yuto lo acompañó hasta la parada del autobús
-Como un novio- pensó Yamada
Esperaron unos cuantos minutos y después solo las luces del autobús se lograron ver.
-N-Nakajima-kun por lo de hoy... gracias- hizo un corta reverencia, Yuto se acerco a él para levantarle la cabeza y darle un casto beso
-dime Yuto, bueno digo... hace horas no parabas de decirme así - volvió su voz de antes, esa voz que lo había cautivado.
-¡¡eres un idiota!!- gritó para luego subirse al bus- h-hasta mañana - su cara se había convertido en un tomate, estaba muy avergonzado por el comentario anterior de Yuto. El alto solo lo despidió sacudiendo su mano de un lado a otro, cosa que Ryosuke no contestó y solo se giro sobre su silla.
-Tonto – murmuró sonriendo

 Llegó a su casa, no sabía si su padre lo regañaría porque había estado toda la tarde fuera, ahorita no podía darse esos lujos ya que estaba castigado. Cerró la puerta con cuidado, se quitó los zapatos pero al momento de levantarse y girarse se encontró con el rostro enfurecido de Kamenashi.
-  ¡YAMADA RYOSUKE, EN-DONDE-DIABLOS-ESTABAS!-gritó
-me quede en la librería para un trabajo...- contestó
-¡piensas que me tragare eso! si sigues así seguirás castigado!
-¡está bien! me fui a casa de un amigo- retó levemente
-¿que amigo?
- ¿¡me estas interrogando!?
-¿a que fuiste con él? - Ryosuke se sonrojóo, no le podía decir  lo que fue-
-a completar unos apuntes ... - contestó un poco más calmado y su rostro agachado , no quería que viera su sonrojo
-ahh... ¿y tu maletín!? - Ryosuke miró su mano y se dio cuenta que no lo traía con él, así que recordó un poco ... *lo deje caer para besar a Yuto... lo deje en casa de Yuto!* pensó
-oh... se me olvido en su casa, oye ¿me puedo ir a mi cuarto? estoy cansado, papá- utilizó su voz de mártir.
-tu castigo sigue aumentando... - le dijo cursándose de brazos
-¿¡eh!? ¿¡¡Porque!!? – se quejó
-porque me acabas de mentir- Kazuya habló calmado, mostrando su autoridad
-tsk!, buenas noches - pasó por un lado de él y después subió hasta su cuarto, se recostó en su cama recordando lo que había hecho con Yuto; Necesitaba un baño con agua fría aparte aun olía a él y no quería que Kame se enterase.
-Al día siguiente-
Entró a su salón de clases, Yuto lo volteó a ver y le entregó su maletín
-Toma lo dejaste en mi casa - Yamada lo tomó y miró hacia todos lados, no quería que nadie se enterara que había ido a casa de Nakajima pero su plan falló, vio a sus compañeros del salón viéndolo fijamente.
-g-gracias Nakajima-kun... -fue lo único que dijo y se fue a sentar a su lugar. Las clases pasaron y el receso dio inicio, Ryosuke sacó su bento y comenzó a comer en el salón de clases, no tenía ninguna intención de salir como los demás, así que comió ahí
-Itadakimasu- dijo en bajito para tomar un poco de arroz, comenzó a comer pero una voz lo hizo detener, sabia de quien se trataba, quería ignorarlo pero no puedo hacerlo, Yuto se había sentado enfrente del viéndolo comer.
-que se te ofrece? -dijo Yamada dirigiendo sus palillos a su boca, Yuto movió la mano de Ryosuke para hacerla a un lado, se acercó para darle un beso al mayor pero este movió su cabeza a un lado.
-eres malo- dijo Yuto haciendo un puchero, Ryosuke solo comenzó a reír, era adorable verlo así. No le importaba que las chicas lo miraran, incluso miró a Daiki el chico al que había agredido mirándolo con felicidad.
Terminó el descanso, comenzaron las clases y después de unas cuantas horas terminaron las clases, Yamada salió de su salón junto con Nakajima, al salir se sorprendió al ver a Kamenashi ahí parado esperando por él.
-¿q-que haces aquí!? -pregunto Yamada. No le gustaba cuando su papá iba por el al salón, no todos sabían que su profesor era también su papá.
-¿que no puedo estar aquí? Yo trabajo aquí por si no lo sabes, ayer llegaste tarde y tu castigo aun no termina  - le contestó cursándose de brazos- ¿y por él llegaste tarde ayer?-apuntó a Yuto-
-soy Nakajima Yuto un gusto - extendió la mano para dársela a Kame
-Kamenashi Kazuya- respondió al saludo
-creo que ya nos vamos -dijo Ryosuke
-un gusto en conocerte Nakajima-san 
-lo mismo digo- contestó tomando la mano de Kazuya depositando un beso en ella, causando sorpresa
-bueno… adiós - Yamada jaló a Kamenashi del brazo pero este fue jalado del brazo también, Yuto se acerco a su oído para poder susurrarle
-creo que no me podré despedir como la otra vez - Ryosuke se sonrojó y solo se despidió
Se fueron caminando hasta llegar el estacionamiento de la escuela, iban platicando como si nada, hasta que comenzaron a discutir acerca de porque Ryosuke estaba castigado. Seguían platicando, caminando y discutiendo, hablaban mientras hacían expresiones con las manos; Eso hizo que alguien más notara la presencia de estos dos antes de que se subieran a un automóvil. Una sonrisa maliciosa pasó por su rostro mirando como el auto se marchaba.
-¿Kamenashi?-


Tadaa! Mayuyi siento no habértelo pasado ;w; de verdad perdóname MayiMayu!  Y Gracias por escribir este especial.                                                             
PD: Lo escribimos con amor, comenten con amor también por favor!