17 de marzo de 2012

Camps Love 10


Cap 10



Las luces de la habitación se encontraban apagadas, aun tenía ese mal sabor de boca, imágenes de Yuto besando a Ryosuke venían a su mente disparadas, sintió como sus mejillas se mojaban a causa de las lagrimas, no eran celos, era coraje, un resentimiento hacia el mismo, había besado a Yuto pero no era feliz, no sabía bien definitivamente. Apoyándose contra la puerta cerró los ojos pero pensaba en lo mismo.

-¿yuri?-
Y ahí estaba el causante de todo. Sin embargo no se sentía molesto aun cuando esos largos brazos le rodearon el cuerpo atrapándolo en un abrazo

- no llores-

Le secó las lágrimas con las mangas de su pijama, para luego besar sus mejillas. El menor al sentir el tacto se alejó pero de nuevo fue preso de esos brazos.

-Yuri- su nombre fue dicho en un suspiro- yo te quiero- un bufido en forma sarcástica fue lo único que recibió como respuesta

- quiéreme, por favor- aun con esa voz suplicante no se movió ni dijo palabra alguna, sintió como su cuerpo era dejado en libertad y luego un suave tacto de nuevo en las mejillas, un suave y húmedo tacto. Cuando su mano fue tomada, se zafó ahora mirándole la cara.
-¿por qué?- sus labios no pudieron decir nada mas- ¿Por qué no yo?, yuya, si tú me quieres, ¿Por qué el no puede quererme?-

-pero yo estoy aquí, yo si te quiero…-

-pero yo no- ahora sentía que las lagrimas brotaban con más fuerza- ¡yo no lo hago!- lo empujó fuertemente- ¿porque? ¿Por qué me enviaste si sabias que estaban ahí?, si sabias que ellos estaban juntos ¿por qué no me lo dijiste?, tu lo sabías, sabias que me gustaba, que lo quería para mi, ¡mírame y dime porque!-

- el no te quiere, tu no lo quieres-  el comentario le había pegado en la ¿cara como podía decir eso?- es solo un capricho, Yuri, ¡abre los ojos! No lo quieres, ¿no puedes solo dejarlo ser feliz?, abandona- la voz de Takaki era suplicante.

-el no merece ser feliz, y no es mi problema el que tu… te hayas enamorado de mí, no estoy obligado a corresponderte- la voz del pequeño iba cargada de ira.

-es un capricho- repitió- si lo quieres déjale, Yuri, quédate conmigo, hare todo por ti- volvió a abrazarlo previniendo alguna reacción desfavorable o violenta pero esta no llego, los brazos del mas bajo se enredaron en su cintura apretándolo, pero el llanto no cesaba.

-Takaki, perdón yo…-sus labios fueron silenciados con un tierno beso, y el abrazo se hizo más fuerte- estoy…. solo-

-yo estoy contigo- respondió sobre sus labios para volver a unirlos.

Se dejo llevar por esos dulces labios que lo besaban suave y delicadamente, se sentía flotar en el aire ya que sus pies no tocaban el suelo, el mayor lo había tomado en brazos caminando lentamente a la cama y al sentir el colchón debajo él un hormigueo se produjo dentro su cuerpo.

-yu…-

-shh, no soy el- delicadamente acaricio su rostro, ¿Por qué Yuri aun no dejaba de llorar? ¿Tanto le había dolido?- pero por ti lo seré-

El peso sobre su cuerpo desapareció un momento y al volver a hacer acto de presencia sintió como unas manos se paseaban en su rostro luego una opresión en los ojos. Takaki tomo el antifaz que el pequeño usaba para dormir y lo coloco en los ojos de este.

-hoy, seré Yuto- la sola frase causo estragos en su interior, el pecho se le oprimió y las lagrimas volvieron a fluir siendo absorbidas por la tela sobre sus ojos.


¿Cómo había llegado ahí? ¿Cómo permitió que Yuya lo tocara?

Era más que obvio para los demás que Yuya iba tras los huesitos de Yuri y que este, ni se inmutaba por el mayor

¿Cuándo habían cambiado las cosas?

Justo cuando Yuri descubrió lo exaltado que Ryosuke se ponía al verlo muy encariñado con Takaki, cuando notó lo mal que Yuto se ponía al ser rechazado por su ahora novio, cada que este decidía hacerle un interrogatorio a Yuya y el aprovechaba esos momentos para acercarse a un muy celoso Yuto. Y como buen tonto que era Takaki y buen amo que era Yuri, le daba su “premio” por inconscientemente ayudarlo.

La primera vez que besó a Takaki, fue extraño, fue tan especial , nunca había besado a un chico, en realidad nunca había besado a nadie, pero esperaba algo más intenso, que yuya intentara desvestirlo y violarlo que el mayor se ilusionara y le persiguiera, que, que simplemente rogara por mas.

Pero, extrañamente yuya correspondió suave y bonito y miles de sensaciones brotaron dentro de Yuri

“lastima, solo lastima”

¡MENTIRA!
De un capricho, paso a ser una necesidad para el pequeño, una necesidad de despertar entre esos largos brazos, con una sonrisa y un beso en la frente, estar como pollito detrás del rubio, acompañándolo a todos lados, Takaki lo hacía sentir bien, lo hacía sentir querido, poco a poco olvidando a su querido hermano y a Yuto, al niño hámster y su espagueti novio;  olvidando todo, solo importándole la compañía del alto, desayunar con él, comer con él, que yuya lo llevara en su espalda como un pequeño niño, que le lavara el cabello a la hora del baño, le cantara, le leyera pero sobretodo: que lo besara

Le encantaba cuando yuya dormía porque podía besarlo,  contemplarlo toda la noche, podía abrazarlo y ser correspondido aun entre sueños, lo quería, lo quería egoístamente, solo para él, que yuya lo mirara solo a él, que le cumpliera todos sus caprichos, e hiciera su voluntad como se le dé la gana. Le gustaba despertar por los ronquidos del rubio y correrle los cabellos de la cara, darse un beso de buenos días y uno de desayuno, y uno por ser tierno y uno por el almuerzo, uno por decir estupideces, por cargarlo, por llevarlo hasta su taller, por irlo a recoger, le besaba por todo, cualquier escusa era lo suficientemente válida para Yuri, con tal de besar los finos labios de Takaki Yuya.

Porque justo en esos momentos se sentía querido, se sentía feliz y se daba cuenta de lo solo que estaba, y de la grata compañía que era el mayor, Yuri Chinen no era más, Yuri Chinen el triste, el que miraba mal a todos. El que ignoraba lo que pasara a su alrededor, era Yuri, el niño de Takaki-san, como decían los demás y eso, era todo lo que necesitaba.



-¿sabes Yuri? Alguna vez llegue a creer que estabas enamorado de Yuto- comentó un cansado Yamada sobre el pasto, Yuri le invito a jugar, extrañamente se habían divertido como niños, corriendo, nadando, montando bicicleta. 

Ojala alguien pudiera decirle a ese chico castaño que algunas veces era mejor mantener la boca cerrada, porque en ese momento, la calmada ardilla dentro de cerebrito de Chinen comenzó a trabajar: enamorado… Yuto… ¿estaba?, Ryosuke dijo estaba, y la frente de Yuri se arrugó, el pecho dio una pequeña punzada y sin más se levanto del húmedo pasto verde comenzando a alejarse dejando a Ryosuke tendido en el césped, solo y confundido.

¿Estaba? Tiempo pasado, pero NO. El no estaba de “hace mucho y ya no”, el estaba de “aun lo estoy pero no lo consigo”, Yuri aun tenía en mente a Nakajima y ahora con esa sonrisa cínica solo pensaba en el, en arrebatarlo de Ryosuke, porque aunque él no supiera que eran pareja, sabía que Ryosuke poco a poco iba cayendo y que terminarían juntos y eso era algo que el pequeño no podía permitir, cuando pensó en Yuto ahí estaba el pelinegro, caminando por un pasillo, solo, Yuri lo llamó captando su atención enseguida, debía actuar apresuradamente rápido, y lo hizo el mismo día en menos de lo que imaginó todos los sentimientos reprimidos hacia Nakajima salieron, declarándose de una manera “simple” Yuri no parecía sentir mucho ante los sorprendidos ojos de Yuto: y cuando este quiso responder con un lo siento, no quiero lastimarte, ya tengo a alguien la ardilla ya lo había besado, siendo espectador de ese instantáneo y no correspondido beso un chico castaño de mediana estatura.   
Yuto lo empujó suave pero ágilmente por los hombros, mirándolo de manera eufórica casi con ganas de llorar

-“lo siento, no quiero lastimarte, ya tengo a alguien”- frase trillada: los ojos de Chinen se achicaron mostrando una mueca de disgusto, lanzándose de nuevo para intentar besarlo, pero esta vez Nakajima puso más fuerza al apartarlo haciéndolo retroceder un poco.

-lo repito Yuri, te quiero, pero no en ese sentido, si quieres que sea claro lo seré: no estoy enamorado de ti-
La mano del bajito hiso un sonido seco al impactarse contra la ahora más que roja y adolorida mejilla de Yuto, pero este ni se movió, solo miró como Chinen se alejaba raudamente del lugar, escuchó un bufido a sus espaldas y curioso miró hacia atrás encontrándose a Takaki sentado en el suelo del pasillo, con las piernas contraídas y sus manos haciendo un puño apoyadas en su frente y los codos en las rodillas, quiso hablarle pero la mirada de yuya pronto se topó con la suya mostrándole esos orbes tristes y brillantes empapados de lagrimas
-al fin te lo dijo- salió en un susurro de la boca del rubio, haciendo una mueca con los labios y mirándolo un tanto incomodo. Yuto solo lo miró un momento más continuando con el que era sus camino antes de que Chinen apareciera, la cabaña de Ryosuke.



-       No está- Daiki, agitado, con  los pantalones medio puestos sin camisa, el cabello revuelto y totalmente sudado, salió a darle el mensaje a quien estaba tocando su puerta interrumpiéndolo en algo de suma IMPORTANCIA   
-       Daiki, estas tardando- se escuchó la necesitada voz de Inoo dentro de la habitación

Nakajima continuó su camino hasta el final del pasillo bajando los pequeños tres escalones muy lento, siguió caminando, solo quería llegar a su cabaña, quizá Ryosuke lo iría a ver más tarde y en ese momento le diría, no quería que se enterara por otro lado además de todo Yuri era su hermanito, no supo cuanto camino, pero pronto la alarma del almuerzo se hizo presente, avanzando desganado hasta el comedor, por lo menos sabia que allí podía ver a Ryosuke, Yamada jamás se perdía las comida y tuvo razón pronto lo vio sentado junto con Inoo y Arioka conversando de quien sabe qué pero se le veía feliz, pero no pudo evitar mirar hacia donde Takaki se encontraba solo, ni Morimoto ni Yabu estaban con él y Chinen menos, pronto los dos mencionados llegaron sentándose junto a Yuya pero aun así Yuri no llegó.


-Yama-chan- le llamó cuando este bebía su jugo, solo le miró con la pregunta impregnada en los ojos- ¿podemos hablar después?- la sonrisa de Ryosuke pronto llegó junto con una afirmación, retomando su labor en la comida.




-hay algo que debes saber- Ryosuke estaba apoyado en un árbol-  yo, hace un momento, digo no un momento, ya tiene rato pero, estaba yéndote a buscar, realmente iba a verte porque quería que saliéramos a caminar entonces el apareció de la nada y bueno no sé ni cómo pasó antes de que pudiera decir algo…- las manos de Yuto de movían haciendo señas, y sus cejas se alzaban su ceño se fruncía y sus voz era un tanto tambaleante, Yamada le miraba atento esperando un ataque de histeria por parte del alto, pero estaba que se mareaba con tanto lio, suavemente le tomó la cara con ambas manos

“pum”

Si, Nakajima Yuto si tuvo un ataque de histeria, y Ryosuke reía como loco al verlo caer de rodillas, Yuto casi lloraba de alegría, era un cursi de lo peor, pero cuando Yamada le besó para calmarlo, a Yuto se le bajó la presión y se le subió el azúcar.

-¿Cuál fue mejor?- Yamada se agachó quedando frente al chico alto, quien solo atinó a lanzarse sobre el uniendo sus labios de nuevo, pronto cayeron sobre el pasto, rodando un poco sin separar sus labios, rodaron un poco mas hasta que el alto quedó totalmente recostado sobre el manto verde y Ryosuke sobre él con las manos apoyadas sobre su pecho
- que Yuri no piense, ni por un momento, que dejaré que se acerque a ti- dijo Yamada muy seguro mirando con un puchero y rabia fingida al cuerpo debajo de él
- tu- le apretó la nariz- eres mío, Nakajima Yuto- y después de una ligera mordida a el labio inferior del alto niño precoz, este retomó el beso de una manera mas intensificada, primero abriendo la boca y dejándola a disposición del bajito que inocentemente bien masajeó su lengua con la propia, haciendo un sonido húmedo al chocarse, se separaban un poco para mirarse y decirse algunas cosas que les hacían reír. Pronto el pasto le hizo arder la espalda a el alto y se marcharon de ahí, tomados de la mano, después de disfrutar de la linda vista del atardecer frente a al pequeño lago.



-       “Alguna vez has visto la barca que está en la orilla del rio, ¿no?, ese es el mejor escondite que alguien pueda tener-“Takaki se lo había dicho un día que mencionó lo mucho que le gustaría desaparecer  y justo esa tarde, se había topado con el rubio y este le recordó su escondite, lo creyó buena idea, incluso Yuya le había llevado el almuerzo a esa barca vieja.

Sabía que una vez que Ryosuke se pusiera en su camino ya no podría quitarlo, estúpidamente había perdido; se salió de ese sucio y mohoso bote comenzando a caminar hacia su cabaña.

Esa noche Takaki lo alivió, le hizo sentir querido, le transmitió todo el cariño que sentía por él y por un momento Yuri se sintió de la misma manera, aferrándose a Yuya, mientras este lo acariciaba, mientras lo besaba y le recalcaba sus sentimientos, mientras esas manos recorrían su nívea piel, y el no podía decir otro nombre que no fuera: Yuya.
Sus labios, sus mejillas cada parte de su rostro, su cuello, pecho y hombros, cada parte de su piel
Todo su pequeño cuerpo sucumbió ante la gran sensación de tener el cuerpo desnudo de Takaki sobre el mismo y su gran inocencia le hicieron llamarlo y buscarlo entre la oscuridad que le ofrecía el antifaz sobre sus ojos, aunque no lo viera, sabía perfectamente que esa persona no era Yuto y definitivamente NO quería que lo fuera, el solo quería a su Yuyan a su rubio hueco, ese que iba donde él, el que le decía infinitos te quiero a su oído; sus manos se pasearon igualmente por el cuerpo de Takaki explorando cada rincón conociéndole, aprendiéndose de memoria cada lugar, enredando sus piernas con las piernas largas de Yuya y sus dedos en ese sedoso cabello; en ese momento todo pasaba tan ajeno a ellos, los tenues jadeos de Yuri no eran escuchados por nadie más, todos dormían, la luna brillaba más que nunca y el viento había dejado de soplar, la luz se colaba por la cortina iluminando cada trazo de piel de Chinen. Pronto los besos cesaron, las caricias también, así como los jadeos, Yuri se durmió, feliz y pleno, aun con el antifaz sobre los ojos y Takaki solo murmuró te quiero antes de salir de la habitación con sus pertenencias y una nota, que deslizó debajo de la puerta contigua a la suya.

“Estas a cargo Yabu”


4 comentarios:

  1. waaaaaaaaaaaae!?!? Yuya se va!?... mmm se pone interesante! mas! xD

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  2. Contii osea se pone genial ;-) __yuya se va y yuri fue rechazado son Yuto kyaaaaaaaaaaaa contii contii

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  3. noooo...pobre bakaki...tan lindo que es con chi..pero tambien comprendo al peque..el ser rechazado dee ser feo...y sobre todo por alguien a quien has envidiado mucho...u_u!!

    ojala y las cosas se arreglen y chii llegue a querer a yuyan...se lo merece..y que el yamajima sea feliz (aunque no es mi pareja favorita..prefiero el yamchi...lastima que en este fic no pueda ser...jajajaj)

    conti..contiiiii..onegaiiii ^^*!!!

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  4. ¡Amé este fic desde que lo empecé a leer *.*!
    Chinen está loquito y Takaki haciéndole caso siempre, que parejita xD... Daiki e Inoo siempre haciendo "sus cosas" haha y el YamaJima muy inocente♥
    Está demasiado interesante >.<
    Ojalá y lo continúes pronto :)

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