27 de diciembre de 2011

Camps love. Capitulo 9

Sonrieron y justo cuando iban a volver a abrazarse, los pasos a su lado les impidieron hacerlo.
-Yamada-san- takaki había llegado a el lugar interrumpiendo el romántico momento
- ¿Cómo vas con la pintura?- no necesito respuesta basto con ver aquel cuadro, quedando impactado con el paisaje trazado en el.
 Después de “alagar” el trabajo realizado miró a sus acompañantes notando el aura extraña que había entre ellos, y en esos momentos deseo que cierta persona lo mirara de la manera tan emotiva  con la que  se miraban. Su pecho dolía un poco, era como una frase repetitiva, constante, que se  paseaba por su mente:
 “amor no correspondido”,
¿Por qué Yuri no lo podía ver de esa manera?, “Yuri”, era lo único que pasaba por su mente en esos momentos, tanto lo pensaba, tanto lo imaginaba que creyó su atracción muy excesiva, y más aun cuando veía al menor en todas partes, incluso detrás de aquellos matorrales cercanos al lago, la imagen perfecta un Yuri con ropa deportiva cubierto de aquella luz naranja que indicaba el atardecer.
-¿takaki-san?- la suave voz de Ryosuke lo hizo salir de su mágica ilusión, volteando la cara de nuevo para buscar a su “pequeño”, y justo ahí creyó estar más enamorado que nunca, chinen no se encontraba en el lugar, dándole a entender lo obsesionado que estaba con aquel niño.
-“Estas perdido yuya”- se dijo a sí mismo, sacudiendo la cabeza en forma de negación, y la voz de yuto de nuevo lo trajeron a la realidad recordándole el motivo por el cual había ido en busca de los menores
-ah, tienes una llamada, Ryosuke-san- anunció, haciendo que de esta manera los tres se marcharan del lugar solitario.

Chinen suspiró un tanto frustrado, mientras las emociones se acumulaban dentro de él sintiendo como si su estómago pesara, y sus manos no tuvieran fuerza; takaki casi lo descubría, pero eso  no era lo que lo tenía así, había llegado mucho antes que yuya lo hiciera mirando la escena de aquel tierno abrazo, ahí sintió como si su mundo se derrumbara, ¿a quién quería engañar?, lo único que pudo sentir en el momento que vio a Ryosuke y a yuto juntos fue rabia una rabia inmensa hacia aquel que llamaba hermano, empuño las manos arrancando el pasto que tenía alrededor, lanzando algunas piedrecillas al agua las cuales caían con fuerza haciendo un sonoro ruido al chocar contra el agua para hundirse, ¿Por qué él no podía ser cercano a yuto? , era su amigo pero apresar de estar siempre pendiente de él ¿Qué había recibido?, solo amistad, solo eso, era un sentimiento tan miserable ante sus ojos, el no quería eso “amistad”, él quería mas de yuto, quería pasión, deseo, atracción por parte de él, quería que a los ojos de yuto él fuera la única persona, ser el único que pudiera tocarlo y ser tocado solo por Nakajima, quería su cuerpo, lo que sentía por yuto no era más que atracción sexual. Pero no, ya no podía seguir sus planes de la manera deseada, porque al “imbécil” de yuto se le había ocurrido enamorarse de Ryosuke.
Se levanto de su lugar para caminar posándose frente aquel cuadro, tratando de suprimir aquellas inmensas ganas de tomarlo y destrozarlo hasta que no quedara ni un solo trozo de él. Sonrió con malicia, pasando los dedos sobre él, delineando los trazos de las nubes, comprobando que la pintura se encontraba algo fresca cuando sus dedos se tiñeron de una mezcla de azul y blanco, tomó el pincel quizá podría sacar su furia con un poco de arte, la sonrisa en sus labios se hizo más grande cuando el pincel toco el oleo, trazando una pequeña línea color negro, trazó una más suave, pero la fuerza en sus muñecas y el enojo desviaran la dirección del trazo causando una gran línea que cruzaba por todo el cielo, hizo varios círculos, mirando como la pintura se combinaba cambiando el azulado tono del cielo por uno grisáceo, abrió los ojos con sorpresa, más que emperrar en hermoso paisaje solo lo estaba transformando un poco, sus latidos se aceleraron por la emoción de su descubrimiento, alentándolo a seguir con su tarea, miro las siluetas en el pasto, “quizá también debían sentir lo mismo que yo”, esa idea paso por su mente, ¿pero cómo le transmitía sus sentimientos?, dejó el pincel de lado, tomando con sus dedos un poco de aquel color naranja, amarillo y rojo, pasándolos sobre ellos, imaginando como las personas sentadas se retorcían sintiendo el calor intenso que el fuego les daba, pasando las manos con más fuerza.
Internamente se sentía mal, no solo por haber sido indirectamente rechazado si no por lo que hacía, Ryosuke no lo había dañado ¿Por qué él se empeñaba en dañarlo?
, era un monstro,
Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, causándole un sentimiento de vacío en el interior, agarrando el cuadro levantándolo de su, lanzándolo al aire, y su respiración se calmó al ver como este cayó al lago; la tela comenzó a absorber el agua, esparciendo los colores en ella.
Retrocedió algunos pasos, caminando hacia atrás, para luego comenzar a correr, limpiándose el rostro con las manos, pintándose la cara, y mancando su camisa al pasarlas manos sobre esta. “eres basura, una escoria”, se sentía mal tremendamente mal, corrió hasta llegar de nueva cuenta al campamento chocando con alguien en el camino, pasándose a caer, llegó a la cabaña principal encontrándose con Daiki en el pasillo de la pequeña biblioteca, lo miró  como pidiéndole consuelo, el mayor le devolvió la mirada algo alarmada al notar las manchas rojas en sus manos y cuando las tomó entre las suyas para revisar si habían heridas chinen se colgó de su cuello comenzando a sollozar en el, embarrándolo de la pintura. Pero Daiki no lo alejaría por ensuciarlo todo lo contrario, devolviéndole el abrazo dejando que se desahogara, lo guió hasta el sofá, comenzando a acariciarle la cabeza, quizá Yuri no era su amigo cercano, pero sabía que en el fondo era un chico solitario, alguien necesitado de amor y que amaba de manera celosa y posesiva, siguió acariciándole la cabeza hasta que sintió como el agarre se aflojaba y el llanto cesaba “la pequeña ardilla triste” se había quedado dormida.
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Cuando Ryosuke termino la llamada con sus tíos, se dirigió de nuevo a donde había dejado su pequeña obra de arte, ahora estaba feliz, le había contado a su tía acerca de la confesión de Nakajima y esta lo había tomado de buen modo, al igual que su tío, ahora podía seguir felizmente con su tarea.
Al llegar al lugar miro las manchas rojas en el césped para cuando noto el bulto flotante en el agua, sus piernas flaquearon un poco. Lo primero que paso por su mente fue ir al rescate de su cuadro, se doblo los pantalones y se saco los zapatos, bajando hasta la orilla del lago, el agua estaba fría, pero no le importaba solo quería recuperar ese momento especial, porque eso era para él, un momento especial, aquel lienzo le recordaba perfectamente los días de su infancia cuando tenía a su lado a aquella bella mujer a la que llamaba “mamá”, las siluetas que ahora no eran más que manchas, eran él y su madre ambos tirado en el pasto sonriendo, como el día de campo en su sexto cumpleaños, siguió caminando, el agua le llegaba a la cintura ascendiendo según como el avanzaba, ahora sus pies estaban de puntillas dentro del agua para que sus hombros no se remojaran aquel frio liquido, recordando que él no sabía nadar, camino más rápido asustado, pero la densidad del agua se lo prohibían, continuando con su mismo paso, cuando sus dedos rozaron el lienzo, se lanzó hacia adelante, alcanzándolo al fin, lo agarro con fuerza dispuesto a salir del agua, se estaba asustado el agua comenzaba a rebasarle los hombros. Desesperado llego de nuevo a tierra.
Observó el cuadro que ahora tenía en las manos, no había ni un rastro de aquel cielo azul, ni el agua c cristalina, ni se diga de las siluetas, todo había desaparecido, su corazón se estrujó, sus bellos recuerdo destrozados, abrazo el lienzo a u  pecho los colores se fundieron con su blanca camisa, mientras intentaba respirar tranquilamente, sintió una presencia a su costado.
-¿Estás bien?- takaki le dedicaba una mirada de preocupación, pero entendió al ver como dos pequeñas gotas cayeron de sus ojos y a él oleo destrozado.
-lo siento, mucho,- dijo con el mismo tono de preocupación- ¡maldito viento!- gritó suavemente- mira que hacerte esto es cruel- sonrió de lado limpiándole los ojos. Ryosuke, dio un pequeño brinco para luego excusarse diciendo que las gotas del agua le caían por la cara, pero traía el cabello seco. Takaki rió levemente por la escusa, rodeándolo con sus brazos atrayéndolo en un abrazo y diciéndole lo grosero que a veces es solía ser el clima.
“sí, maldito clima”

Después de acompañar a Ryosuke a su cabaña, dejándolo al cuidado de Yuto, que se encontraba tratando de animarlo, se dirigió a su propia cabaña, encontrándose con Daiki sentado en el sofá en piernas de Inoo mientras seguía acariciándole la cabeza a chinen, y después de informarse sobre la situación tomando al pequeño en sus brazos agradeciendo a la pareja el haber cuidado del menor, subió a su habitación recostándolo en la cama, encendió la luz, para buscar algo de ropa para yuri, mirando sorprendido la camisa manchada de este. Su estomago se revolvió un poco. No podía estar tan mal, después de rectificar que realmente no estaba loco, que si había visto a Yuri justo cuando visitó a yuto y a Ryosuke en el lago, se sintió triste, aunque de ninguna forma culpaba a chinen, su corazón era ciego, el no podía sentir ningún tipo de rencor hacia el pequeño. Le cambió la ropa, limpiándolo un poco después de tomar un baño se recostó junto a el mirando lo calmado que se veía durmiendo, ¿Cómo es que un ser tan hermoso como él podía tener ese tipo de sentimientos?, y su respuesta era la misma, chinen no tenía la culpa de ser de esa manera, solamente pedía ser querido, aunque de igual forma no quitaba que lo hizo estaba mal; arruinar la pintura de Ryosuke era algo muy cruel. Pero el estaba dispuesto a cambiarlo, lo querría hasta que Yuri ya no pudiera mas, lo amaría con todo su corazón, hasta que le doliera y lo protegería de todo, le haría ver lo importante que era para él, lo dispuesto que estaba para cumplir sus caprichos, le demostraría que Yuri ocupaba un espacio tremendo en su corazón.
“le haría enterarse de lo mucho que lo amaba”.
Y si fuese necesario lo forzaría a amarlo, le abriría los ojos por más dolorosos que fura para Yuri el lo haría, con tal de que en el pequeño hubiese `paz interna y una actitud uh poco más estable. Analizó la situación un poco, si Nakajima y Yamada se encontraban juntos, ahora tenía todo el camino libre para él solo, tenia Yuri a su disposición. Se paso la noche despierto pensando en muchas cosas con tal de que chinen fuese feliz junto a él.

2 comentarios:

  1. PRIMERITHAAAA *w*<3<3 ... Waaa neee-chaaaaaann <3<3 t amooo Te kedo ermozoooo el capiii me enkantoooo mxmxmx ... Pobre de mi chiii<3 awww se siente tan triztee u.u pero lo bueno ke yuyaa esta ai para darle todo su amor *3*~<3 !!! Mañana subiras el ke sigue vdd xDD ... Bueno esperare 2 dias mas xDD jajajaja ntc sigue escribiendo asiii de ermozooo esperare el proximo capiii *3* espero ke le pase algo realmente bueno a chii "se lo merece" xDD bueno entiendelo tiene el corazon rotoo xDD CONTIIII <3<3

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  2. Dios mío Chinen es tan cruel pero se le perdóna todo kyaaa te quedó divino esté capítulo muero por la contii :-) quiero saber que pasara con el Takachii gambare

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